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Un hombre medio muerto

Predicas Cristianas – Predicaciones Cristianas

Lucas 10:30-35

Introducción

La gente vive totalmente despreocupada acerca del derrotero que siguen. Mucha gente que aparentemente ha alcanzado logros en su vida realmente está descendiendo. Aunque tengan una carrera lucrativa, aunque exhiban éxito profesional, aunque se le reconozca status, aunque hayan trepado en la escala social y económica, la realidad es que descienden.

Van siempre de Jerusalén (Ciudad símbolo de los que buscan de Dios) a Jericó (Ciudad símbolo de los que se deleitan en las riquezas materiales y viven para el mundo y sus ofertas tentadoras). Y ni siquiera llegan a completar su viaje porque hay muchas trampas y asechanzas en el camino. Si esta parábola la viéramos desde la perspectiva del hombre medio muerto se constituye en un testimonio conmovedor. Se convierte en la historia de uno de tantos hombres y mujeres que han fracasado miserablemente en la vida y están a la merced de muchos peligros, incluso la misma muerte los está esperando al doblar de la esquina. Entristece saber que haya tantas personas que se debaten entre la vida y la muerte y están tirado a un lado del camino y sacados de circulación.

I. Un hombre caído

1. Cayó en manos de ladrones.

2. Es despojado: Los ladrones lo despojaron. Significa que lo desnudaron.

a. Ladrones materiales: Usan técnicas cada vez más sofisticadas. En una iglesia en la que me tocó pastorear teníamos un templo dulce para los ladrones… cayó en manos de ladrones.

b. Delincuentes espirituales: En el reino hay cada vez más transgresiones. Más la Palabra dice que donde abundó el pecado sobreabundó la gracia.

3. Herido: Le hirieron

4. Abandonado: Se fueron. Aplicación: ¿Quiénes son tus ladrones?.

Los ladrones: Despojan, hieren, se van, y te dejan medio muerto. Muchas historias horribles no deberían pasar, muchos testimonios pudieron haber sido más cortos, muchas crisis no debieron ir más allá de los círculos íntimos. El hombre herido junto al camino vio extenderse innecesariamente su agonía.¿Porqué? Porque gente que le debería ayudar no está dispuesta.

II. La gente que le debería ayudar

1. Los Religiosos: Son personas que están bajo votos más fuertes y serios que los del matrimonio. El problema es que en su afán de cumplirlos no se dan cuenta que sus vidas no hacen diferencia alguna en la sociedad. Se enajenan, se aíslan, se enclaustran.

a) Van por el mismo camino que el hombre medio muerto. No era diferente a él. Era alguien con los mismos antecedentes. Aunque no lo habían asaltado, sigue descendiendo, sigue decadente.

b) Evalúan por la vista. No hay criterio de evaluación espiritual.

c) Te abandonan también (pasan de largo). Te ignoran, no hay interés por tu necesidad.

2. Los miembros de las congregaciones religiosas: son representados por un levita.

a) De él se esperaría que hiciera lo que se le enseña, aunque sus maestros no le dieran el ejemplo. Es lo que dijo Abraham en la parábola del rico y Lázaro: (Lucas 16:29) Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.

b) El levita se acercó pero el herido nunca se dio cuenta. Si tú has pasado alguna vez por momentos en los que te sientes profundamente solo, en que querías sentir que alguien se interesaba por ti, sabrás entender muy bien lo que estoy diciendo. Dios hace pasar cerca de nosotros a muchos religiosos y levitas a los cuales los ha llamado, pero ellos no entienden este llamado y por eso no se dejan usar por él.

c) Probablemente nunca supiste que Dios tocó a muchos levitas para que te ayudaran en tus momentos de angustia, desesperación, dolor, depresión. Pero ellos se hicieron los desentendidos y te ignoraron. Dios los tocó, Dios los llevó a verte. Hay gente que a lo largo de tu vida te pudo ayudar y no lo hizo, o simplemente no quiso.

Aplicación

Entre los ladrones, el sacerdote y el levita no hubo diferencia en su comportamiento: * Despojaron : Al irse de largo el religioso y el levita le negaron la probabilidad de una más pronta recuperación. -Hirieron: no le reconocieron su valor como ser humano que dice ¡Eyyy! Yo valgo, yo cuento, mis sentimientos como criatura de Dios,mi opinión es importante.

* Abandonaron: Lo dejaron sin esperanza. Se suponía que ellos representaban a Dios, pero su comportamiento le hizo desmayar más. Este hombre había caído en manos de ladrones y ellos lo dejaron en sus manos. El no sintió que manos dispuestas, manos diferentes a las del despojo lo levantaran. Aquellas manos criminales todavía estaban marcadas en su cuerpo: Manos de un esposo infiel que maltrataba a una mujer, en manos de un joven que abusaba de su novia, en manos de la drogas, del alcohol, de una enfermedad terminal, de una vida sin sentido.

* Le dejaron medio muerto. Fue asaltado tres veces: Física, espiritual, y moralmente.

Ilustración:

El aspecto que más nos asusta de esta parábola es que la gente puede llegar a sentirse cómoda con la presencia en su medio de la maldad. Esto puede ser a causa de que cada uno de nosotros ha sido asaltado alguna vez …por Satanás. Cada pecado que cometemos es una oportunidad abierta para el ataque del enemigo. Es descender de Jerusalén a Jericó. Por eso él no pierde oportunidad alguna para asaltarte, despojarte, desnudarte, avergonzarte, humillarte, golpearte, doblegarte, destruirte. El pecado en tu vida es como la sangre para el tiburón en alta mar.

III. El Rescate del Caído

a) Pero aparece alguien que iba de camino. En la encrucijada. Aparentemente venía del sentido opuesto. Iba de Jericó a Jerusalén. “Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me seque la mano derecha; que se me pegue la lengua al paladar, si no me acuerdo de ti”, se promete en los matrimonios judíos. (Salmo 137:6). Este hombre ascendía. Tenía un plan para el mundo entero. Era Alguien inesperado, la última persona que pensaríamos pasaría por allí. Alguien con todos los recursos a mano para ayudarnos. Alguien que no tiene absolutamente ninguna razón para extendernos la mano. Alguien ajeno a la causa de nuestro problema. Alguien que está preparado para socorrernos. Alguien que nos da su lugar de honor y privilegio y toma el nuestro de humillación y sufrimientos hasta las últimas consecuencias.

b) Vino cerca de él. El gemido de dolor no le fue indiferente. Como algo totalmente natural en él se le acerca con diligencia.

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