Inicio » Predicas Cristianas » La conquista y retención de la primogenitura ante Dios

La conquista y retención de la primogenitura ante Dios

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas – Texto Bíblico: Génesis 25:19-26

Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac. 20 Isaac tenía cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, arameo de Padan-aram, hermana de Labán, arameo. 21 Isaac oró a Jehová por su mujer, Rebeca, que era estéril; lo aceptó Jehová, y Rebeca concibió. 22 Pero como los hijos luchaban dentro de ella, Rebeca pensó: «Si es así, ¿para qué vivo yo?». Y fue a consultar a Jehová; 23 y Jehová le respondió: «Dos naciones hay en tu seno, dos pueblos divididos desde tus entrañas. Un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor». 24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, había gemelos en su vientre. 25 El primero salió rubio; era todo velludo como una pelliza, y le pusieron por nombre Esaú. 26 Después salió su hermano, trabada su mano al talón de Esaú, y le pusieron por nombre Jacob.”

Introducción:

Satanás quiere tener a las personas compitiendo unas con otras, siendo violentas, tratando de alcanzar lugares cimeros en cualquier lugar donde puedan utilizar su autoridad sobre los demás.

Ser el primero ha sido un hecho considerado importante desde el Antiguo Testamento. La primogenitura tenía un reconocimiento. Este término se ha usado para identificar al primero que nace, ya sea de una familia (Génesis 25.13: “Estos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados en el orden de su nacimiento: el primogénito de Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Adbeel, Mibsam…”) o animal (Levítico 27. 26: “Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo dedicará; sea buey u oveja, de Jehová es”). También puede ser empleado en forma colectiva refiriéndose al primogénito de una nación (Números 3.46: “Pero para el rescate de los doscientos setenta y tres primogénitos de los hijos de Israel que exceden a los levitas”).

El hijo mayor o primogénito tenía privilegios especiales dentro de una familia:

  • Recibía la bendición familiar especial, que denotaba:
    • a) liderazgo espiritual
    • b) liderazgo social
    • c) una doble porción de las posesiones del padre, o sea, el doble de lo que recibían sus hermanos (Deuteronomio 21.17).

Esta bendición el primogénito podía perderla por dos razones importantes:

1. Como resultado de sus malas acciones (Génesis 35.22)
2. Si decidía venderla (Génesis 25.29–34).

Dios reclamó como suyos a todo Israel y sus posesiones, tal como lo ejemplifica el libro del profeta Jeremías, capítulo 31 versículo 9:

Irán con llanto, mas con misericordia los haré volver y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán, porque yo soy el padre de Israel, y Efraín es mi primogénito

Resumiendo, ser primogénito es un nombramiento que gustaría tener cualquier persona, pues la hace diferente y notoria dentro de un grupo.

De condición biológica a convicción

Muchos pensarán que en esta cuestión de la primogenitura todo dependerá si nacemos primeros o segundos, aspecto que no podemos regular, pues resulta imposible para una persona decidir el lugar numérico que ocupará en los nacimientos de su madre.

El texto inicial nos revela que cuando Rebeca concibió, Dios le dio el privilegio de quedar embarazada de mellizos, acto biológico que tuvo una connotación espiritual primaria: el hecho de ser estéril y poder concebir se debió a la oración intercesora de Isaac, quien era el primogénito de Abraham y Sara, el cual tuvo también la bendición y reconocimiento de Dios.

Rebeca sentía desde el embarazo las luchas que ocurrían dentro de su vientre entre los dos hermanos, no podía comprender por qué ocurría semejante cosa, Dios mismo dio respuesta a todo cuanto acontecía, pues Él es el único que nos conoce desde el vientre de nuestra madre (Salmo 139.13), es por ello que dijo:

  • “Dos naciones hay en tu seno, dos pueblos divididos desde tus entrañas, un pueblo será más fuerte que el otro pueblo” Aquí Dios se está refiriendo a los dos pueblos, Edom, antiguo reino del sudeste de Judá, caracterizado por ser un pueblo soberbio de corazón (Abdías 1:1-3), e Israel, cuyas relaciones no fueron nada amistosas.
  • “El mayor servirá al menor”. En este caso el Señor se refería a lo que iba a acontecer, que Esaú serviría a Jacob porque este último ganaría la primogenitura y bendición de su padre Isaac.

El nacimiento de Jacob evidenció la lucha de ese gemelo por recibir la primogenitura. Cuando Esaú nació se pudo ver la mano de Jacob (de ahí su nombre en hebreo: el que toma por el calcañar o el que suplanta) trabada al talón de su hermano.

Deja un comentario