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Deja Que Jesús Suba A Tu Barca

Jesús siempre andaba con sus discípulos, pero en esta ocasión él los manda adelante en su barca y él se queda.

La vida que tenemos es nuestra barca, y muchas veces sentimos que Cristo se queda a la otra ribera, en la otra orilla, y solo lo vemos de lejos. V 45 “En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.”

Hay momentos donde lo perdemos de vista. V 46 “ después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; ”

Jesús era un hombre de oración, ellos lo perdieron de vista porque él estaba en el monte orando. Para Jesús no había nada más importante que estar siempre en comunicación con su padre. Lucas 5: 15- 16 “Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.  5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.” A Jesús no le importaba la fama que tenia. Prefería dejar a un lado las multitudes y meterse primero en oración con su padre que era quien le daba esa fama.

Si ellos se hubieran quedado con Jesús acompañándolo en la oración y ayudándole a despedir a la multitud no habrían pasado la dificultad que tuvieron que vivir.

Cuantas veces tenemos que soportar momentos difíciles solo por la pereza de no servirle y no estar en oración. Hay muchos cristianos que han  preferido el trabajo o el paseo a quedarse en un día de ayuno y oración, y los testimonios de ellos no son los mejores.

Cuál era el problema que ellos tenían:

1. La barca estaba en medio del mar y en horas de la noche. V 47 “y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y él solo en tierra.” Jesús estaba solo en tierra, pero recuerde que no era la primera vez que los discípulos lo dejaban solo en la oración. Cuando Jesús los invitaba a orar ellos preferían dormir. Mateo 26: 40-41 “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”

2. El viento estaba en contra. V 48 b “porque el viento les era contrario” querían ir a la orilla pero no podían. Muchas veces sentimos lo mismo con nuestra barca, queremos avanzar pero no podemos. Sentimos que el viento, que la tempestad nos arrastra.

3. Estaban desesperados, tenían gran fatiga. 48 a “Y viéndoles remar con gran fatiga,” no podían pensar con claridad, se habían olvidado de Dios. Hay muchas personas que cuando tienen problemas se olvidan de Dios.

Lo más hermoso de esto es que los vio desde la orilla, no importa porque tormentas estés pasando o que vientos te estén amenazando, así tu no puedas ver a Jesús el si te ve. Y está dispuesto ayudarte.

Jesús quería adelantarse. Recuerde que los vientos estaban en contra, si Jesús se ponía adelante podría soportar los vientos. El quiere estar delante de ti. Hay una grafica que me llama la atención y es muy diciente. Un hombre está enojado porque le golpeo una piedra y le reclama a Dios que porque permite eso. Jesucristo esta delante de él con sus brazos abiertos y a sus pies hay un gran montón de piedras que las ha detenido con su cuerpo y voltea su rostro hacia el hombre que está enojado y le dice:…perdón…se me pasó una.

Cuando nos alejamos de Dios corremos el peligro de olvidarnos de él. Ellos lo confundían con un  fantasma. V 49 “Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron;” nosotros tenemos mucha facilidad para olvidarnos de Dios. Si lo tenemos todo. Nos alejamos porque decimos que no tenemos tiempo. Si estamos pasando dificultades nos alejamos porque decimos que él no nos escucha.

En otras ocasiones ya les había sucedido lo mismo. Iban caminando con Jesús en el camino y no sabían que era él. Lucas 24: 15-16 “Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.  24:16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.”

Qué hacer cuando estamos pasando dificultades:

1.      Deja que Jesucristo te hable. Metete en oración y en el estudio de la palabra. Dios quiere hablarte el tiene la respuesta a tu necesidad.  V 50 “porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”

2.      Deja que Jesús suba a tu barca. V 51 “Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran manera, y se maravillaban.” Invítalo a tu barca que puede ser tu corazón, tu familia o tu negocio. El nos dará paz y calmara los fuertes vientos de nuestra vida. Así tengamos que seguir todavía por algún tiempo en medio de ese mar.

3. Desarma tu corazón. No lo endurezcas, eso es lo que pasaba con los discípulos. V 52 “Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones.” No te dejes llevar por las circunstancias.

Deja que Jesús suba a la barca de tu vida solo el podrá darte paz en medio de la tormenta. Tal vez no te quite el mar por el que estas pasando, pero puede calmar los vientos para que sigas remando hasta tu destino.

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