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La iglesia sobre la roca

Mateo 16:18

Los estudios bíblicos basados en la sana doctrina señalan que la iglesia de Jesucristo fue fundada sobre la roca, es decir sobre la confesión del apóstol Pedro: “tu eres el Cristo, el hijo del dios viviente” Mateo 16:16, no como dicen y enseñan los líderes de la iglesia tradicional: “el fundamento de la iglesia es el apóstol Pedro y por ende, fue el primer papa y por esa causa es él quien tiene las llaves del reino de los cielos, ignorando y restándole importancia a nuestro Señor Jesucristo.

La iglesia del cordero fue fundada el día que Jesús elige a sus doce discípulos y los comisiona para la obra de evangelismo, Mateo 10:1 al 15 y confirmada el día de pentecostés con la venida del espíritu santo, entonces la iglesia nace con el gran poder de Dios, que la hizo crecer y la revistió de autoridad y fortaleza para resistir los ataques del maligno.

La verdadera iglesia del Señor debe crecer y dar frutos, no solo para sí, sino también para los de afuera, no debe ser como Israel, que era “una frondosa viña que producía fruto para sí mismo” Oseas 10:1, también la iglesia debe vivir en unidad, con alegría y sencillez de corazón, compartiendo con los necesitados y alabando a Dios siempre, Hechos 2:43 al 47, además a través de las predicaciones cristianas y estudios bíblicos aprendemos, que es necesario que a la iglesia se le presenten tropiezos, tribulaciones, persecuciones y más pruebas para que pueda crecer en fe, poder y autoridad, Hechos 8:3-4, (muchos piensan que siendo creyentes y miembros de la iglesia, ya están en caminos de rosas y libres de toda preocupación, quienes tal piensan, no son iglesia del Señor), pues son los tiempos malos, no los buenos los que hacen que la iglesia del cordero pueda crecer.

Cuando Saulo, de Tarso, quién después sería el apóstol Pablo, perseguía a la iglesia, los creyentes que huían, iban llevando los poderosos mensajes cristianos de salvación, esto hacía que la iglesia creciera cada día más, si no hubieran sido perseguidos, no hubieran salido de su tierra y no se hubiera divulgado el mensaje de salvación a través de nuestro señor Jesucristo, no de Pedro, y la iglesia no hubiera crecido. En la mayoría de los casos, los que nos persiguen, calumnian, atacan y hacen tantas cosas en contra de nosotros, no se dan cuenta que ellos son instrumentos de Dios, para fortalecernos en él, para poder llegar al lugar donde debemos estar, y después que haya pasado la tormenta, poder mirar hacia atrás, y, desde el lugar en que nos encontramos poder decir: “vosotros pensasteis hacerme mal, pero dios lo encaminó para bien” Génesis 50:20.

En un alto porcentaje de creyentes que se encuentran recibiendo distintas pruebas y ataques de personas que muchas veces son muy apreciadas por ellos, se sienten desilusionadas y quieren volver atrás, para ellos, la palabra de Dios dice: “y sabemos que a los que aman a dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8:28, quien llama, no es Pedro, es nuestro señor Jesucristo, quien es el fundamento de la iglesia que es su cuerpo, ¿de dónde sale que Pedro es el fundamento, que es él quien tiene en sus manos las “llaves de los cielos y por ende tiene la potestad de dejarnos entrar a los cielos o no?.

Comprender esto y aceptarlo, lleva a la iglesia a una nueva dimensión espiritual y cada dimensión la lleva a un nuevo nivel de dificultad, pues el enemigo de nuestras almas no se rendirá jamás, más aún si la batalla tiene que ver con la familia, economía, salud o ministerio. Paro después que la iglesia de Cristo, no de Pedro, ha pasado por todas estas pruebas, podrá decir: “fue lo mejor que pudo haberme pasado”, pues ahora soy más fuerte, he crecido más espiritualmente.

Recuerde que mientras más cerca de la victoria este la iglesia, más recia será la batalla, no importa la comodidad de la iglesia, sino lo que tiene que hacer, pues la victoria es nuestra, con la ayuda del espíritu santo.

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