Se dice que dos ranitas iban juntas caminando, cuando sin darse cuenta cayeron en un hueco muy profundo. Ellas saltaban y saltaban para salir pero no lo podían conseguir, en la parte superior del hueco habían muchas otras ranitas que les gritaban: no insistan, es imposible nadie ha salido de ese hueco. Miraban a su alrededor y efectivamente habían muchos esqueletos de ranas que habían muerto. Ellas seguían insistiendo hasta que una de ellas se rindió, dejó de saltar y poco a poco murió. La otra seguía saltando y entre más le manoteaban diciéndole que se rinda ella mas brincaba, uno de esos saltos fue tan fuerte que logró salir, y siguió corriendo, le gritaban que se detenga pero ella no les escucho. Era sorda. En realidad ella nunca escuchó las palabras de desánimo, ella pensaba que la estaban animando para que brincara.
5. Insistio. V 48 b
“¡pero él clamaba mucho más! Hijo de David, ¡ten misericordia de mí!” al igual que la ranita, Bartimeo no escuchaba a los que eran su obstáculo, el seguía insistiendo. Insiste con Dios ora sin cesar. En lo secular sigue insistiendo, los que hoy consiguieron el éxito son personas que nunca se dieron por vencidos. Sucedió algo maravilloso, Jesús se detuvo. V 49 a “Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle;” nuestro clamor constante hace que Jesús se detenga y ponga su mirada en nosotros
6. Dejó todo por Jesús. V 50 a
“El entonces, arrojando su capa,” La capa también era un impedimento para Bartimeo no lo dejaba avanzar. Qué cosas no te dejan avanzar en lo espiritual y en tu vida cotidiana. Cual puede ser tu capa, la pereza, el desánimo, la envidia, la amargura. Etc. Deja esa capa y podrás avanzar.
7. Busco a Jesús. V 50 b
“se levantó y vino a Jesús” hay muchos cristianos modernos que no se congregan, bajo el pretexto de que Dios está en todo lugar. Y se atreven a decir: si Dios me quiere sanar lo puede hacer aquí en mi casa. Proverbios 8:17 “Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan.” Jeremías 29: 13 “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.”
8. Escucho una voz de estímulo. V 49 b
“Ten confianza; levántate, te llama.” De ti depende a quien escuchas, hay personas que son sabias aprende de ellas. La vida de Bartimeo cambio. V 52 a “Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista,” dejó de ser ciego y se convirtió en un seguidor de Jesús. V 52 b “y seguía a Jesús en el camino.” Bartimeo dejó de ser un mendigo para convertirse en un príncipe, como lo somos todos los que seguimos a Jesucristo.