El Fuego Encendido

Pablo sabía la importancia que tiene mantener el fuego encendido. A pesar de todo lo que vivieron en el barco accidentado, allí se mantuvo el fuego encendido, pues la presencia del Señor en su vida a través del Espíritu Santo le permitió animar a toda la tripulación que se desesperó por salvarse. Pero una vez en tierra hay otro fuego que mantener. Pablo sabe de antemano que nada alimentará más rápido el fuego que las ramas secas. Las ramas en esa condición son el mejor combustible para generar un inmediato avivamiento.

Ahora bien, la acción de buscar las ramas secas es una clara referencia a la responsabilidad de alimentar el fuego. No somos dados a ser esto. La tendencia es mantenernos fríos y conformistas. Muchos sabemos que el fuego del Espíritu podía estar extinguiéndose, sin embargo no tenemos el interés de salir a buscar las “ramas secas” para que el fuego se le alimente. La vida espiritual no puede vivirse sin alimentar el fuego interno. Los creyentes debemos mantener el fuego encendido. Aquellas áreas “secas” de la vida, simbolizadas por estas ramas, necesitan que las echemos del fuego del Espíritu para que ardan. ¿Cuáles son sus “ramas secas” que necesitan ser consumidas por el fuego santo del Espíritu? ¡Échalas al fuego hoy!

III. CUANDO EL FUEGO SE ENCIENDE SE DESPIERTA LA SERPIENTE QUE HA ESTADO DORMIDA

1. Una serpiente huyendo del calor v. 3.c.

Los estudios biblicos nos indican que Pablo definitivamente era un hombre que despertaba todo tipo de situaciones. Las predicas cristianas despertaban pasiones encontradas, las que incluían celos, contiendas, menosprecios, pero también despertaba mucho amor. Ahora le vemos despertando a una serpiente dormida. Hay serpientes de sangre fría que pueden permanecer aletargadas y adormecidas durante los tiempos fríos. Pero como era de esperarse, cuando ellas perciben la presencia del fuego, no solo se despiertan, sino que atacan ferozmente. Una serpiente despertándose frente al calor del fuego es la mejor representación de lo que hace el enemigo de nuestras almas. Si nos acordamos que el diablo es la “serpiente antigua”, él se despertará cuando la iglesia encienda el fuego. Mirándole de otra forma, el diablo no se molesta mucho cuando ve a una iglesia fría y sin vida; pero cuando la iglesia enciende el fuego del Espíritu Santo a través de la oración y de la evangelización, le aseguro que pronto comenzará a moverse y a levantar su fea cabeza para ver cuál será la víctima que va atacar.

¿Quiere usted ver cómo Satanás trae ataques a su vida? ¡Encienda el fuego! ¿Quiere seguir viéndolo dormido? ¡No lo moleste!

2. Juzgando apresuradamente v. 4.

Observe cómo la amabilidad con la que fueron recibidos estos forasteros v. 2, ahora es cambiada por la crítica v.4. ¿Le suena esto familiar? Los seres humanos somos iguales en todos los tiempos. La crítica tiene la misión de cambiar de opinión sobre lo que pensamos de otros a través de un juicio apresurado. Vea cuán rápido se le trató al varón de Dios como el peor de los pecadores. Sin verificar las cosas, la crítica juzga la apariencia sin ver los resultados finales. Así, pues, cuando el fuego hace que la “serpiente antigua” levante la cabeza, lo primero que utiliza es la crítica destructiva contra sus hijos. Usted va a notar que esto es lo que más abunda en un creyente que no vive el fruto del Espíritu.

En esta historia es interesante observar que Pablo no dejó que la crítica estropeara el plan de Dios para su vida. Note que él no se defendió de la víbora por su cuenta. Simplemente la echó en el fuego. ¡Qué tremenda verdad hay aquí! La crítica se acaba echando la serpiente en el fuego v. 5. Cuando esto hacemos no nos ocurrirá ningún daño, en todo caso obligaremos a los que nos critican a cambiar de opinión v. 6. No nos apresuremos a juzgar a otros. No demos lugar al diablo (Ef. 4:27). Ilustración: Spurgeon, la corbata y la dama con las tijeras.

IV. EL FUEGO ENCENDIDO TRAERÁ COMO RESULTADO UN AVIVAMIENTO ENTRE LOS MORADORES

1. Un fuego en toda la isla v. 8.

Lo que comenzó en la orilla como un fuego físico, que calentó a unos atribulados pasajeros, pronto se expandió en la isla como un “fuego de sanidad” para todos los enfermos del lugar. No fue una casualidad que el barco se averiara al frente de la isla de Malta, pues el evangelio no había llegado a ese lugar. Como quiera que haya sido, lo que le sucedió a Pablo con la serpiente, pronto se expandió entre los habitantes y la conclusión de que Pablo era un “dios”, en lugar de un homicida, fue notorio para sanar al padre del principal de la isla y a unos cuantos enfermos más. Lucas, como médico de oficio, destaca el nombre de la enfermedad que estaba haciendo estragos en la isla: fiebre y disentería. Pero ahora es la oportunidad divina. Ahora es el momento para el poder del evangelio. La oración de Pablo a favor del padre del tal Publio, generó una sanidad en cadena. Los estudios biblicos nos indican que el avivamiento había comenzado. Se nos dice que Pablo duró tres meses en la isla. ¿Sabe usted cuántos convertidos y discipulados se dieron en la isla como resultado de aquella sanidad colectiva? El avivamiento tiene la misión de cambiar las vidas. El evangelio es poder de Dios para salvación. Somos llamados a ayudar a cambiar otras vidas. La tarea por excelencia del creyente es llevar bendición al afligido.

2. “…y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias…” v. 10.

Aquella tripulación llegó a la isla sin nada, ahora son “cargados de las cosas necesarias”. Llegaron tiritando de frio y fueron recibidos en calor. Llegaron muertos de hambre y les dio de comer. Llegaron atemorizados por estar en un lugar extraño y los recibieron amablemente. Llegaron sin saber si los iban a recibir y pasaron todo el invierno. Llegaron como forasteros y fueron despedidos como amigos. Algunos llegaron presos, pero ahora por la demostración del poder del evangelio han quedado libres. Sí, llegaron con las manos vacías, ahora se van sus bolsas llenas. Llegaron sin dinero, ahora se regresan con los recursos para terminar su viaje. Y todo esto gracias a la soberanía de Dios quien no se olvidó que entre ellos estaba su discípulo fiel, quien aprovechó aquella oportunidad para traer salvación, sanidad y bienestar a la isla y también a sus amigos. Este es el resultado de todo avivamiento. El fuego encendido es símbolo de toda bendición.

CONCLUSIÓN:

Los 276 sobrevivientes del naufragio fueron recibidos con un “fuego encendido”. Para un cuerpo frio y cansado de la tormenta, nada pudo ser mejor que la bienvenida que le dieron los habitantes de la isla de Malta. Aquel “fuego encendido” era un símbolo de la provisión de Dios. Pero note que este fuego ya había sido encendido. Los que llegaron lo único que hicieron fue alimentar el fuego. He aquí las lecciones de esta historia. Por un lado, cuando el fuego es avivado por las “ramas secas”, se despierta la serpiente. Sin embargo no siempre sucede esto. Si revisamos nuestra condición espiritual nos damos cuenta que el fuego pudiera haberse extingo hace rato. ¿Y qué origina esto?

Una de las primeras razones del “fuego apagado” es la presencia del pecado. Nada hace más daño a tu vida espiritual que esto. El conformismo también apaga el fuego. El amor al mundo es otra causa por el que el fuego se apaga. Tu falta de oración y lectura de la palabra te llevan a una vida vacía, sin pasión y amor por el Señor. Entonces, ¿qué hacer? Echa tus “ramas secas” en el fuego del Espíritu y deje que esto traiga un nuevo avivamiento en su vida. Tome la decisión hoy de avivar el don que se ha apagado (2 Tim. 1:6).

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