En la Escuela del Arroyo Seco

Julio Ruiz

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Predicas Biblicas - En la Escuela del Arroyo Seco

En la Escuela del Arroyo Seco

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Nunca olvides que Dios sabe lo que necesitas. Sus provisiones son inagotables para llenar cada necesidad por la que estamos pasando. Los siervos de Dios deben llegar al lugar del llamado confiando solamente en Dios. Elías sólo tenía la promesa de Dios, sin embargo, para él eso era suficiente, pues sabía anticipadamente que todo estaría bien.

3. Envueltos en un control soberano v. 3.

Todas las cosas que fueron ordenadas para sostener al profeta nos revelan que Dios tiene control de todo y que es soberano sobre su creación para que le obedezca. Los cuervos hicieron su trabajo. El arroyo continuó con bebidas frescas también. Nos toca solo obedecerlos.

Cuando Elías vio la manera inusual que Dios usó para salvarle y sostenerle no tuvo más dudas sobre la manera cómo él sería sostenido por el resto de su ministerio profético. En los próximos milagros que le veremos hacer quedó muy claro que la confianza que le produjo su Dios sería usada para pedir el regreso de la lluvia y para desafiar a baal y sus profetas.

Cuando descubrimos que Dios está en control de todo, nos levantamos persuadidos que cualquier cosa que emprendamos en su nombre será hecha. Eso fue lo que motivó al profeta a irse a ese lugar solitario. Es interesante notar la determinación del profeta.

Él no fue al arroyo a pasar una noche de camping. Él fue a vivir allí. Bien sabía el profeta que la lluvia no vendría más por tres años y medio. Por lo tanto, nada mejor para vivir que al lado del arroyo. Así es como los planes de Dios se cumplen. Hay que seguirlos “al pie de la letra”.

III. LO TERCERO QUE VEMOS ES EL PROBLEMA QUE DIOS ENFRENTÓ

1. Ahora tenemos a un arroyo seco v. 7.

El abundante líquido comenzó a disminuir hasta quedar totalmente seco. ¿Cómo piensa usted que se sintió Elías cuando vio que el arroyo seco? Ya no hubo lluvia para beber y menos para bañarse. Las consecuencias de aquella sequía es que no dejó nada de vegetación sobre el lecho del río; toda especie de vida se acabó. ¿Qué nos muestra esto?

Que el Dios que proporciona el agua tiene el poder para cerrar el grifo. Así es nuestro Dios. Pero cuando nuestro arroyo se seca, Dios tiene otro canal de bendición preparado. Por otro lado, un arroyo seco no siempre es una señal de desagrado de parte de Dios.

No nos sorprenda que él seque el arroyo mientras estamos en el servicio. Vea casos como el de Abraham cuando Dios le pidió ofrecer a su hijo sin una aparente justificación. Mire lo que le sucedió a José cuando fue llevado a la casa de Potifar y su esposa se enamoró de él.

Lo mismo le pasó a Pablo cuando hizo su trabajo fiel en Listra. Y por supuesto que el ejemplo más grande lo tenemos con nuestro Señor Jesucristo y su oración no respondida del Getsemaní. Dios puede secar un arroyo en nuestras vidas porque nos quiere llevar a una experiencia mejor.

2. Ahora tenemos a un profeta devastado.

Las cosas que hace Dios a veces nos parecen una locura. De momento sacó al profeta del escenario público y lo envió a vivir a un lugar solitario donde la única compañía que tenía era la de unos pájaros negros que venían para hacer el delivery (traer el envío), en la mañana y por la tarde. Pero ahora le seca el río.

Ahora Elías sentirá los efectos una sed terrible y un hambre espantosa, pues ya no hay comida porque las aves se han muerto por falta de agua. ¿Se sintió Elías abandonado después que Dios le mandara a esconder en Quirit y ahora se seca el arroyo de su sustento? Acordémonos que él era un hombre como nosotros. ¿Y qué tal su vida?

¿Se ha sentido abandonado por el Señor cuando uno de sus arroyos secó? Sólo quiero que sepas que si aún esto sucede Dios no te ha abandonado. Recuerde la promesa de Isaías 49:15. Es cierto que Dios puede permitirnos que nos sentemos frente a algún arroyo seco, pero si usted anda en la voluntad de Dios usted debe estar seguro que Dios le cuidará. Dios no te dejará postrado en una devastación física, emocional y espiritual.

3. Ahora tenemos una lección aprendida.

Para el hombre que predijo la sequía, el ver el arroyo seco tuvo que ser algo del otro mundo. ¿Cuáles fueron las razones? Por lo menos hubo dos razones:

  • 1. Sus oraciones habían sido contestadas (Stg. 5:17-18);
  • 2. Su profecía se había cumplido (1 Rey. 17:1).

Así que un arroyo seco nos indicaba la complacencia que Dios tenía en el profeta. Ahora él sabe que Dios y su palabra son reales.

Es verdad que Elías ahora forma parte del sufrimiento de la sequía, pero hay una satisfacción de saber que Dios puede usarlo en cualquier otro escenario. Elías aprendió la lección en la “escuela del arroyo seco” donde Dios permite que esto suceda porque tiene algo más grande que revelarnos.

A veces los arroyos se secan por haber hecho las cosas correctamente, otras veces por hacerlas mal. Pero desde ese arroyo seco Dios te tomará para seguir sustentándote y para decirte cuán grande es la dimensión de su poder y misericordia, capaz de sostenerte en cualquier tiempo difícil que venga a tu vida.

CONCLUSIÓN:

“La Escuela del Arroyo Seco” nos muestra el lugar donde Dios está enviando al profeta para que se entrene. Así que para hacer un hombre de Dios, Elías debe ser construido en el “crisol del fuego”. El asunto es que Dios sabía que antes que Elías pudiera permanecer en la cima del Carmelo con los profetas de baal, primero tenía que ser escondido en Querit. Esta es la misma verdad para nosotros.

Necesitamos ir la “escuela del arroyo seco” para ser usados con poder en la cumbre. A lo mejor hay “arroyos” que están comenzando a secarse en su vida. Siente que el “agua fresca” y el “pan” de la palabra han escaseado en su vida.

Es hora, entonces, de regresar al proveedor del “agua viva” y del “pan que descendió del cielo”. Frente a cualquier sequía del alma, usted debe venir a Aquel que dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Jn. 7:37). Si hay un arroyo que se ha secado, recuerde que Jesús dijo: El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. (Jn. 7:38).

Si su arroyo se ha secado por la voluntad de Dios, sepa que él traerá otra vez la lluvia. Aprenda a esperar en él mientras eso ocurra. Si estás en esa escuela, Dios la ha permitido para hacer de ti un robusto creyente. Amén.

© Pastor Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.
Columbia Baptist Church
Falls Church, Virginia
(571) 251-6590

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Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

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