3. El impacto de la prueba (verss. 18-19)
Santiago nos advierte acerca de no sorprendernos si nos hallamos en diversas pruebas (Santiago 1:2-15). La verdad es que aunque a veces pasamos por profundas pruebas, no siempre estamos preparados para enfrentarlas.
Note la reacción de la viuda. Lo primero fue una reacción de culpabilidad. En ningún momento creemos que Elías le haya hablado de alguno de sus pecados pasados, pero ella siente que por cuanto él es profeta, su presencia es como si fuera un acusador. ¿Y acaso no es esta la reacción típica cuando pasamos por alguna insoportable prueba?
En esos momentos nos acordamos de cuán malos nos hemos portado y por lo tanto merecemos lo que nos está pasando. Esta fue la reacción de la viuda. Pero, ¿qué decir de la reacción de Elías? La acción de tomar a su hijo en sus brazos denota que Elías no es de los hombres que claudica.
¿Qué hubiéramos hecho nosotros frente a una muerte prematura? Lo más común sería hacer los arreglos para el funeral. Pero la acción de un hombre de Dios, antes de ser parte del dolor trágico del momento, es ver qué puede hacer para aliviar la pena de una madre abatida hasta lo sumo. La oración sigue siendo el instrumento del milagro.
II. EL ESCENARIO DE ESTA RESURRECCIÓN NOS MUESTRA LA CONFIANZA QUE DEBE HABER EN LA PRUEBA
1. La confianza ayuda a vencer el miedo de la prueba (vers. 19ª)
Métase en esta escena por un momento. Contemple aquella pobre mujer sosteniendo el cuerpo flácido sin vida de su hijo. Su mundo se la ha venido abajo, muy rápido y sin aviso. Mire el corazón y las lágrimas de una madre destrozada.
Nadie puede medir el dolor de una madre que ha perdido a su único hijo. Es obvio que una escena como esta tiene que producir una gran sensibilidad en aquellos que están muy cerca del que sufre.
Ahora contemple por un momento al profeta. Está en silencio. No ha dicho una sola palabra frente a la “justificada” reacción de la madre que le está culpando por la muerte de su hijo. Por supuesto que él sabe que nada de lo que haga o diga podrá tranquilizar a esa madre devastada por la noticia.
¿Qué hace, entonces, el profeta? Elías simplemente le dice: “Dámelo”. Vea que esta actitud no hay desesperación. Hay una poderosa confianza en el profeta y el Dios en quien ha visto hacer cosas sorprendentes y que en ese momento no le dejaría quedar mal.
Cuando y hemos experimentado el poder de Dios obrando en alguna prueba, no habría razones para dudar, que frente a una prueba mayor, nuestro Dios nos sorprenderá con su poder.
2. La confianza ayuda a ir a un nivel superior en la prueba (vers. 19b)
No todos actuamos de la misma manera ante una prueba. Hay una reacción negativa cuando se nos toca aquello que tanto amamos. Las pruebas tienen la intensión de cambiar un escenario seguro por uno falta de paz.