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Esperar en Dios

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Sermones Cristianos Predica de Hoy: Esperar en Dios

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: 1 Reyes 18:41-46

Introducción:

Es difícil esperar en el Señor cuando deseamos que la respuesta de Dios a nuestra vida sean rápidas, sean prontas. Pero sabe, la Palabra de Dios nos enseña a esperar en Dios.

Durante la espera que nosotros tengamos para esas promesas que Dios tiene para nuestra vida, o quizá usted tiene una petición delante de Dios y quizá ya pasó mucho tiempo, ya pasaron hasta años, es difícil y usted en ese momento de esperar la respuesta en Dios.

Han pasado tantas situaciones y que hasta este día usted ha perdido la esperanza. Hay personas que quizá ya desistieron de esa espera y dejaron de confiar en el Señor. Se desesperaron de esa respuesta que tanto anhelaban y quizá vieron esa respuesta, pero no tuvieron ese gozo en su corazón de que se mantuvieron firmes esperando la respuesta de Dios.

Esperar en Dios, Él nunca llega tarde

El Señor en su palabra dice que Él nunca llega tarde (2 Pedro 3:9). Él nunca llega fuera de tiempo, sino que llega en el momento preciso, en el momento exacto que el desea que nosotros recibamos esa respuesta.

Los versículos que hemos leído habla de Elías, un profeta de Dios, un gran hombre de Dios que su confianza estaba en el Dios todopoderoso. Y aquí podemos ver que Elías ora por la lluvia, él estaba confiando de que cuando el clamara al Señor, cuando él se postrara delante del Señor, el Señor le iba responder a su oración y le dice a su criado que suba y que mire hacia el mar, y dice que el criado sube y miró y dijo: No hay nada.

Sabe mi amado hermano, que muchas veces estamos clamándole al Señor, le pedimos, nos postramos delante de Él, rogamos delante de Él, y no vemos nada. No vemos la respuesta que nosotros necesitamos, así como este criado que dijo: No hay nada. Y le volvió a decir Elias: vuelve 7 veces.

Sin duda durante las 7 veces que este criado subía a donde Elías le decía que fuera para ver si veía una señal de lluvia, sin duda este criado en un momento quizá pensó y dijo: que cansado es ir y regresar y decirle que no hay nada, que no veo nada.

Y sabe amado hermano, muchas veces eso pasa en nuestra vida, clamamos a nuestro Dios y no hay respuesta. No vemos ninguna señal de respuesta para nuestras vidas, y quizá viene desánimo a nuestro corazón.

Viene muchas veces la duda a nuestro corazón, porque el enemigo trabaja en estas áreas. Trabaja en el desánimo y es lo primero que pone en el ser humano, pone el desánimo en nuestro corazón, en nuestra mente, y quizá muchas veces llegamos a pensar: El Señor no va contestar mi petición, el Señor se ha olvidado de lo que yo necesito.

Pero sabe el Señor no se ha olvidado ni de usted, ni de mi, no se ha olvidado de esas peticiones que nosotros tenemos delante de Él, y en la Palabra del Señor encontramos versículos que nos animan.

Esperar en Dios toma paciencia

Quizás usted como este criado diga: hermano yo no he visto nada, yo he orado, yo he ayunado, yo he sido obediente, yo he sido fiel, yo he estado al pendiente de estar en la Presencia de Dios y cada día yo le presento mi petición, y hasta este día yo no he visto nada.

Pero sabe amado hermano que sin duda la respuesta vendrá, quizá hoy demora nuestra respuesta, quizá hoy en nuestro corazón esta el decir: porque tarda tanto, si el Señor sabe que ya necesito esta respuesta. Lamentaciones 3:25-26

Lamentaciones 3:25-26. Sabe que muchas veces cuando menos pensamos la respuesta viene a nuestra vida. Cuando nosotros menos nos imaginamos, el Señor responde a esa petición que tenemos delante de Él.

Y déjeme decirle que así como Elías se postró delante de Dios, y dice que puso su rostro entre sus rodillas, y se postró en tierra y él estaba seguro. Por eso le dice al criado: sube ahora y mira hacia el mar. Y dice la Palabra de Dios que subió y a la séptima vez dijo: yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre que sube del mar.

Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.” Quizá usted hoy se levantó con la esperanza, o quizá desanimado porque la respuesta aún no ha llegado. Y al esperar en Dios por mucho tiempo han venido muchos pensamientos a su corazón, y han venido muchas situaciones, que quizá han venido desánimos a su vida. Y quizá ha dicho en su corazón: yo ya no le pido mas al Señor, yo ya me canse de pedirle y el no me responde.

Pero sabe mi amado hermano, quizá este siervo de Elías subió nada mas 7 veces a ver si la lluvia estaba puesta, quizá hemos subido al monte a orar, quizá no solo 7 veces, sino muchas mas, esas 7 veces multiplicadas y no hemos visto nada, pero hoy puede ser el día en que usted pueda ver una señal a esa respuesta que usted necesita, tan solo si confiamos y no nos desesperamos, si confiamos en las promesas de Dios.

Salmo 27:13-14

Sabe que el Señor demanda de nuestras vidas que confiemos con todo nuestro corazón en Él. Que no desmayemos, que nos esforcemos, que tomemos la fortaleza que viene de Él para nuestra vida, y que esperemos esa respuesta que tanto necesitamos.

Quizá es una respuesta por alguna enfermedad, quizá es una respuesta de que sus hijos tengan algún cambio en sus vidas. Quizá este en su corazón por ese esposo que usted tanto a orado venga a los pies del Señor y quizá usted no ve que el se vaya acercando, que vaya cambiando, sino que muchas veces vemos todo lo contrario, vemos que las cosas se empeoran.

Vemos que la enfermedad empeora en nuestro cuerpo, vemos que la condición económica empeora, vemos que nuestra familia va dando mas problemas, y muchas veces eso trae desanimo a nuestro corazón.

Pero sabe hermano en medio de ese esperar, el Señor en esta noche nos quiere animar a través de su palabra. Esperar en Dios quizá es difícil; es difícil entenderlo porque quizá no vemos lo que nosotros deseamos ver con nuestros ojos.

Pero sabe que cuando nosotros nos metemos en oración y venimos delante del Señor y nos postramos delante de Él mi amado hermano, el Señor a través de su Espíritu Santo trae fortaleza a nuestra vida.

Y si hoy no vimos la respuesta que necesitamos, quizá el mañana tenga misericordia de nosotros, y quizá no es mañana que el Señor le plazca respondernos. Quizá va ser dentro de una semana, o no sabemos el tiempo que el Señor va demorar.

Pero en ese momento de la espera debemos venir delante del Señor. Isaias 40:31. Muchas veces nos debilitamos, ya no queremos ni levantar nuestras manos.

Pero el Señor en esta noche dice que los que esperan en Él tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas.

Quizá a este siervo de Elias, le costo subir, porque Elías estaba seguro que el Señor le iba contestar, él venía de una gran victoria contra los Baales, y el Señor había respondido a su vida, y luego se aparece orando por la lluvia.

Quizá usted esta día se levanto y después de darle gracias a Dios, quizá usted le dijo: Señor acuérdate de mi petición, Señor no te olvides de mi, de mis hijos, de la situación que estoy pasando, y sabe hermano Dios no se ha olvidado de nuestras peticiones.

Pero muchas veces debemos esperar en Él, tener fe en su palabra,  tener fe en las promesas que él ha dejado para nuestra vida. Salmo 62:5-8.  El Señor es nuestro refugio, El es la roca fuerte que nosotros necesitamos, porque el Señor trae fortaleza a nuestros corazón.

Quizá esta noche usted ha dicho: yo ya no le pido mas al Señor, esta noche yo le invito para que usted cobre fuerzas. Siga confiando en el Señor, Él no le va fallar hermano, aunque tarde esa respuesta, Él no le va fallar.

¿Sabe por qué?, porque Él nos conoce a perfección, Él nos conoce mi amado hermano, y Él siempre llega en el momento preciso a nuestras vidas.

Quizá hoy hay muchas personas gozosas en su corazón, diciendo: yo espere tanto tiempo, pero la respuesta llegó.

Quizá otros digan: yo en el camino de esperar la respuesta de Dios, muchas veces flaquee, muchas veces me canse, muchas veces mis fuerzas se debilitaron.

Pero en el camino el Señor fortaleció mi vida, en el camino yo tome nuevas fuerzas a través del Espíritu Santo, y un día esa respuesta llegó y es por eso que hay gozo en mi corazón.

Pero también hay muchas personas que hoy están clamando al Señor, quizá por sanidad de su cuerpo, quizá porque ha venido un diagnóstico no esperado a sus vidas.

Pero déjeme decirle que en medio de la tormenta, en medio de esas noticias no muy agradables para nosotros el Señor no nos ha dejado, ni nos dejará. Él siempre está para ayudarnos, para bendecirnos, para fortalecer nuestras vidas.

Salmo 33:20-21. Solamente en Él podemos esperar, solamente en Él podemos confiar, y sin duda veremos la gloria de Dios, veremos a nuestros hijos cambiados, veremos a esos esposos transformados, veremos como cuerpos son sanados por el poder de Dios.

© Williams Alexis Alvarado Sosa. Todo los derechos reservados.

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