Mostrar compasión “como Jesús ha mostrado compasión por nosotros”
“Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo” Juan 8:6
Jesús en una ocasión con una parábola conocida como los dos deudores Mateo 18:23-35 en donde dejo se nos ensena dos principios claves de cómo debemos actuar en base a la compasión que Él nos dio.
- La compasión produce paciencia (Mateo 18:26)
- La compasión produce perdón (Mateo 18:27)
El perdón que recibimos departe de Dios es grande, en realidad no hay palabras para medirlo. “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” Miqueas 7:18-19
Al grado que el pecado del hombre es arrojado al fondo del mar y donde jamás es vuelto a recordar. Ante todo, nuestro deber como hijos de Dios perdonados, debemos perdonar cualquier ofensa que recibamos, recuerda, entiendo que existen algunas que puedan doler, molestar, sentir coraje, querer vengarse, buscar el como “cobrarla” pero la mayor compasión que recibimos de Dios, no se puede comparar a la mayor ofensa que hemos sido víctimas, por lo tanto, el ser compasivo es solo un pequeño acto de compasión que hemos recibido de Él.
Debemos mostrar compasión “promoviendo a su vez ánimo”
“Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” Juan 8:10-11
Una vez que los hombres comenzaron a retirarse, Jesús le dijo: ¿Dónde están los que te acusaban?… después dijo unas palabras impresionantes… “Ni yo te condeno; vete y no peques mas” Parece que Jesús no solo no juzgo a la mujer como lo esperaban algunos. Mostró compasión y la animo a no volver a hacerlo, un digno ejemplo de compadecerse y a su vez ayudar.
Nuestro corazón como cristianos se va mas haya de solo perdonar, es también animar, animar a los que nos ofenden a salir de su error. El Apóstol Santiago dijo: “sepa que el que hace volver a un pecador del error del camino, salvara su alma de muerte y cubrirá multitud de pecados ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.” Santiago 5:14.
Jesús al salvar nuestras vidas, no solo nos perdonó, nos dio una nueva vida, nos restauró, nos bendijo y, aún así, no sigue guiando por medio del Espíritu Santo. hagamos lo mismo, perdonemos, sonriamos, animemos aun a quienes se consideran nuestros enemigos.
Conclusión
El corazón de Jesús no es el único que tiene la capacidad de ser compasivo, aun en una cruz dijo: “perdónalos porque no saben lo que hacen” nuestro corazón tiene a Jesús, como Señor y Salvador y a través del Espíritu Santo podemos perdonar, olvidar, animar y vivir como Jesús vivió.
© Saul Castanon. Todos los derechos reservados.