IV. Dios va a intervenir en esa enfermedad.
Si piensas que Dios tiene que intervenir en tu cuerpo, está bien y Él lo puede hacer, pero Dios quiere atacar el problema de raíz y quiere intervenir en tu alma, Dios quiere sanar tu espíritu, pues quiere sanar lo que internamente lo que aunque no quieres ver, te está produciendo dolor, y es por esto que Dios viene hoy a sanarlo.
Dios quiere ir más allá de nuestro cuerpo físico porque Él nos quiere redimir y nos quiere poner en libertad de esas cárceles en que muchas veces estamos en la vida; nos encontramos encerrados por lo que queremos y no podemos, por lo que deseamos y no hacemos, porque vivimos haciendo lo contrario a lo que nos gustaría o desearíamos hacer, y todo eso nos termina enfermando.
En esta mañana Dios nos dice: “Voy a ir a la raíz de la enfermedad y voy a sanarte de esa enfermedad que es más profunda que tu enfermedad física”, porque lo otro no se ve, y Dios quiere sanar lo que no se ve tanto como lo que se ve, pues “si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti” Mateo 18:8; lo que está diciendo es que para el Señor lo externo es tan importante como lo interno.
¿Cuántas veces usaste tu fe pero no lograste lo que querías?, en Hebreos 11 vemos que muchos:
“Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido” Hebreos 11:36-37, 39.
Pero Dios estaba haciendo algo en ellos y estaba usando su fe, a pesar de que no recibieron lo que quisieron, porque Dios los estaba preparando para algo mayor, y hoy Dios te está preparando para algo mayor.
Pero como los seres humanos creemos que lo más importante en nuestra vida es nuestro cuerpo físico y le damos demasiado valor, pero Dios también considera otras cosas cuando sana, porque cuando Dios no te sana físicamente, está sanando algo más profundo, porque Dios tiene un objetivo más grande que lo que nosotros vemos.
El ciego en Betsaida
Había un ciego en Betsaida y los discípulos se lo traen a Jesús, éste lo toma de la mano y “le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan” Marcos 8:23-24, o sea que no estaba viendo bien.
A veces nos conformamos con tan poco, no importa cuánto, la cosa es que veo algo; me duele la rodilla, pero por lo menos camino; ya no se emborracha más, pero tiene una gran depresión, pero no se emborracha.
El ciego dijo: Jesús, ya está, veo más o menos; pero Jesús dice: No, ven de nuevo, y “le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos” (vers. 25).
Porque el Señor quiere que veamos claro, y para eso tiene que sanar la raíz, pues cuan do estamos enfermos es más importante sanar la raíz que tal vez sanar el cuerpo físico; primero tiene que trabajar con la raíz para luego sanar el cuerpo físico.
Hoy quisiera aumentar la fe a toda la congregación, a aquellos que ha orado años por una persona enferma, y no se recuperó, o incluso se ha muerto, y no viendo la respuesta su fe a caído, pero es necesario que sepas que Dios está haciendo algo más grande, y aunque no veas la sanidad física, está sanando algo.
Sé que no es fácil pensar esto, pero en esta iglesia siempre hablamos de sanidad, y hemos visto cantidad de milagros que nos aseguran que Dios sana y lo va a seguir haciendo, y le estoy hablando a aquellos que han perdido la fe, que han cuestionado su fe, o han cuestionado a Dios, pero quiero decirles que está haciendo algo más grande, pues “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6.
Todos nos vamos a morir en algún momento, pero hay cosas que al Señor le interesa sanarnos, muchos fueron físicamente sanados en este lugar, pero….
¿Cuántas cosas internas nos fueron sanadas, nos hicieron crecieron y madurar?, y hoy, tal vez no sana tu cuerpo físico y te sane más adelante, pero está sanando una raíz, algo está sanando.
V. Dios siempre está sanando
Yo no sé qué es lo que Dios está haciendo en tu vida, lo único que sé es que Dios siempre está sanando. Aunque no veamos una sanidad física, y quiero decirte que la fe que tuviste es una fe milagrosa, que todo lo que hiciste, estuvo bien, y Dios sanó a través de esa fe que tuviste.
El Señor ya hizo algo en esa persona por la que oras, y está trabajando hasta el día de hoy, como trabajará hasta su venida, así que mantente firme, porque Dios está haciendo algo, siempre está en control, no te desalientes, porque a veces el otro se sana y tu familiar no.
Que nadie desaliente tu fe, lo que haces está bien hecho, tienes que usar los recursos hasta último momento, todo lo que tengas a la mano para hacer, tienes que hacerlo, y si Dios está decidido a sanarlo, va a sanar su cuerpo físico, pero si no sana su cuerpo físico, ha sanado algo de raíz, hay algo que Él está sanando y debes permitir que Dios fluya en tu vida.
Conclusión
A veces, los hijos de Dios tenemos más miedo a la muerte que otras personas, cuando somos los que tenemos que estar más seguros, obviamente ninguno de nosotros quiere estar enfermo, ni queremos morirnos, o por lo menos, queremos que sea lejos, y eso está bien, y por eso usamos todos los recursos y los vamos a seguir usando; pero si la sanidad no llega.
No te culpes, en esta iglesia sabemos que a Dios le gusta sanar, que Dios tiene poder para sanar, por eso te digo que no permitas que nadie desaliente tu fe pues a Dios le gusta sanar de raíz, especialmente aquellas enfermedades que aparecen porque nos hemos mentido a nosotros mismos, y estamos viviendo una vida que no es la que en realidad queremos vivir.
Está bien orar, hacer lo tienes que hacer, pero que nunca nadie desaliente tu fe, porque has hecho todo lo que tenías que hacer, y por eso vamos a continuar haciendo todo lo que tenemos que hacer, vamos a orar por sanidad y vas a salir de aquí creyéndole a Dios, que Él está sanándote a ti, o a ese ser querido.
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