Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: Leamos con entendimiento
Predicas Cristianas.. Texto Biblico: “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. Lucas 24:44-49
Introducción
Muchas veces nos damos con creyentes que buscan de leer constantemente los Salmos pues ven en ellos cosas agradables y pocas reprensiones de parte del Señor, pero lo cierto es que a través de ellos, como también de Proverbios o Eclesiastés, y de toda Su Palabra, el Señor buscar corregir nuestra vida, solo que debemos entender que para que una vida sea corregida es necesario que la misma tenga una apertura hacia la Palabra sin buscar solamente el lado agradable de ella.
Para comprender realmente lo que el Señor desea comunicarnos, o para aplicar la perfección de Su guía, es necesario entonces que dejemos de leer la Biblia como un libro de texto o buscando que el Señor nos diga lo que deseamos escuchar, para comenzar a leer con entendimiento, y de allí surgirá la realidad de Su mensaje y que por cierto no siempre es agradable o lo que deseamos escuchar, sino que también en ella hallaremos varias correcciones y exhortaciones que desde el punto de vista humano pueden no ser muy agradables, pero desde la posición de hijos de Dios sabemos que es lo mejor para nosotros, pues “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” Romanos 8:28.
Desarrollo
Los Salmos, Proverbios y Eclesiastés podríamos decir que se unen para expresar lo que sale del alma del hombre y de la misma manera que el alma se divide en tres partes, como son las emociones, la mente y la voluntad, estos libros también marcan esas tres fracciones.
De manera que Salmos es el libro de las emociones, Proverbios es el libro de la voluntad y Eclesiastés es el libro de la mente, el análisis de Salomón respecto de las filosofías humanas, sobre la base de la razón humana que llega la conclusión de lo que es justo y bueno, por lo que resulta ser la expresión del alma acerca de la necesidad: La esperanza; y de la misma forma que el clamor del espíritu es la fe, el clamor del alma es la esperanza.
Y en Cantar de los Cantares tenemos el anhelo del cuerpo con respecto al amor, pues nuestra más profunda necesidad como hombres y mujeres es el amor, de manera que los niños no pueden crecer adecuadamente y como el Señor desea que lo hagan a menos que les brindemos amor; y este clamor del cuerpo se expresa por medio el Cantar de los Cantares.
A muchos les cuesta sacar provecho de los salmos para sus propias vidas pues los leen como si estuviesen solamente llenos del clamor de David en contra de sus enemigos, o como si fuese solamente un relato de los problemas y tribulaciones de la vida.
Por otro lado están aquellos que les inquieta los llamado salmos imprecatorios, es decir, aquellos que hablan con palabras duras y fuertes contra los enemigos, pidiendo que caiga sobre ellos la ira de Dios, y deseando que sean despedazados.
Esto inquieta a muchos que en su interior y dicen que no concuerda con el mensaje del Nuevo Testamento, según el cual debemos de amar a nuestros enemigos; pero podemos entender esos salmos si recordamos que Pablo nos habla acerca de lo que el Antiguo Testamento diciendo que “estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros” 1 Corintios 10:6, y si nos ponemos en el lugar del salmista, nos daremos cuenta de que los enemigos con que él se enfrentaba son los mismos enemigos con los que nos tenemos que enfrentar nosotros.
El Nuevo Testamento nos dice que “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” Efesios 6:12, y muchos se confunden pensando que cualquiera que diga o haga algo distinto de lo que piensan se convierte en su enemigo.
Pero las personas no son nuestros enemigos, sino que lo son los principios del mal, las filosofías del mundo, las actitudes de la carne, porque nuestros verdaderos enemigos proceden de nuestro interior, y es por eso que Jesús dijo: “Oíd, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre… 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” Mateo 15:10-11,19.
El enemigo
Allí esta nuestro enemigo y si leemos los salmos comprendiéndolos de este modo, siempre que hallemos la palabra “enemigo”, debemos entender que son esas tentaciones que tenemos relacionadas con la codicia, los celos, el orgullo, la ambición, el orgullo, etc etc, y entonces nos daremos cuenta de que las palabras duras cobran sentido porque es necesario tratarlas de esta manera, con dureza, porque no tienen derecho a permanecer ni en el corazón ni en la vida del cristiano.
Si recordamos lo que nos dijo el Señor Jesús en el Sermón del Monte: “Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti” Mateo 5:29-30