Lo que quiere decir es que tenemos que enfrentarnos con las tentaciones de manera implacable, sin alimentarlas o provocarlas de ninguna manera; si leemos con entendimiento, vemos como estos salmos implacables son sencillamente la manera cómo debemos de tratar a los verdaderos enemigos del corazón.
El programa diseñado por Dios
En el libro de Hechos vemos como se comienza a cumplir el programa diseñado por Dios por medio del cuerpo de Cristo que es la iglesia, el cuerpo mediante el cual el Señor quiere llegar a todo lugar de la tierra; se trata de un plan que empezó hace más de 2000 años y sigue llevándose a cabo en la actualidad.
Pero si leemos con entendimiento, nos daremos cuenta de que la iglesia ha venido padeciendo durante todo este tiempo a causa de una idea equivocada, y es por esto que parte de la debilidad de la iglesia se debe al leer simplemente, y por esto, a través de los años y de las tradiciones de los hombres, se ha introducido un concepto erróneo en el cuerpo de Cristo, como dijimos, es necesario interpretar con entendimiento pues los cristianos se han reunido y han recitado la Gran Comisión de llevar el evangelio:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” Mateo 28:19
Y sin duda que esa es la voluntad de Dios, pero es al mismo tiempo una de las tentaciones favoritas del diablo, que les presenta la idea de ir y predicar a las naciones; y luego les sugiere que lo hagan a su manera, intentando cumplir la voluntad de Dios pero a la manera del hombre.
Eso es lo que ha estado haciendo la iglesia en muchos lugares, se ha reunido para recitar de memoria la Gran Comisión, y luego decir: Debemos movilizar todos nuestros recursos humanos para llevarla a cabo, y hasta reciben una imagen de Cristo esperando mientras contempla nuestro movimiento para llevar a cabo su programa.
La iglesia debe planear
La idea que vemos en esto es que la iglesia debe planear toda la estrategia y averiguar la mejor manera de alcanzar hasta los rincones más lejanos del mundo con el propósito de cumplir el plan de Dios.
Pero eso se debe a que no leyeron con entendimiento y vieron solo la primera palabra “¡Id!”, pero el Señor dijo además otras palabras que parece hemos olvidado leer: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20
Es decir que no fue la intención del Señor que la tarea de planear la estrategia de llenar la tierra de la tierra y de movilizar Su Iglesia recaiga sobre el cristiano; es por eso que cuando la iglesia intenta la tarea sobre esa base, el Señor se limita a cruzarse de brazos y nos deja que sigamos adelante, rompiéndonos la cabeza y esforzándonos nosotros solos.
Entonces nos mira y ve cómo nos esforzamos para cumplir la Gran Comisión con nuestras propias fuerzas, mientras Él se mantiene quieto y espera a que empecemos a leer con entendimiento.
Conclusión
Al final, cuando totalmente agotados y desanimados como estaremos seguramente al no obtener fruto del trabajo, nos volvemos a Él y clamamos para ver que sucede, nos dirá que este programa era algo que debía realizar el Espíritu Santo por medio de la iglesia, y no de aquellos que asumen su propio parecer como guía de Dios.
El libro de los Hechos es el testimonio completo sobre la habilidad y capacidad de Dios para cumplir el plan que tenía en mente a través del Espíritu Santo, pues “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará” 1 Tesalonicenses 5:24.
Siempre fue la intención de Dios no solamente presentarnos el programa, sino cumplirlo con sus propias fuerzas; pero para llevarlo a cabo conforme a su perfecta voluntad, es necesario que leamos con entendimiento.
© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.