La obediencia es un acto de voluntad personal, la obediencia debe ser voluntaria, si cada uno de nosotros vive de acuerdo a la obediencia con las autoridades terrenales no será difícil obedecer a nuestro Padre celestial.
Recuerda que no puedo decir que obedezco a Dios a quien no veo, si desobedezco a las autoridades puestas por Él, que si puedo ver. (Este es un tema tan extenso, que tomaría más de un estudio completo el desarrollarlo)
La importancia de buscar primero el reino
En un mundo que nos enseña que lo material es la clave de la felicidad, ya que tanto tienes tanto vales, es importante entender que si bien es cierto que lo material es importante en nuestra vida, no lo es todo; o por lo menos no es la prioridad.
Jesús nos enseñó que debemos buscar el reino de Dios y su justicia, y que todo lo demás vendrá por añadidura, (Mateo 6:33).
Hoy en día escuchamos muchos evangelios diferentes, la prosperidad se ha convertido en uno de los más atrayentes, y es de suponer ya que, la mayoría de pueblos del mundo vive en crisis permanente, sin embargo las Iglesia dan énfasis a la prosperidad material como una muestra de que si no eres prosperado materialmente Dios no está contigo.
A lo largo de la escritura encontramos que efectivamente Dios derramó bendición sobre su pueblo, y a los cuales llamó los llenó de bendiciones. Podemos dejar de lado el precio de obediencia que ellos tuvieron que pagar para alcanzar dicha bendición. Abraham, Job, David, Salomón, Ezequías, y muchos otros, sin embargo la devoción, entrega y obediencia sin límite de estos hombres fue extraordinaria.
La Iglesia primitiva
En la Iglesia primitiva muchos murieron siendo mártires por servir a Jesús, unos en la más extrema pobreza ya que sus bienes fueron arrebatados; pero todos ellos fueron testigos de milagros y prodigios sobrenaturales, y más allá de ser testigos, fueron actores usados por Dios para llevarlos a cabo.
Las predicas cristianas basadas en la sana doctrina nos dejan saber que Dios no ha cambiado, Él es el mismo de ayer, de hoy y será el mismo por siempre. ¿Entonces qué pasó con esa Iglesia gloriosa? Pues en algunos lugares Dios está levantando hombres y mujeres de fe que estén dispuestos a pagar el precio, y Él mismo se está encargando de manifestar su poder de una manera sobrenatural.
¿Quieres tu ser parte de esa gente extraordinaria?
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