Jesucristo, Agente de Cambio

En segundo lugar, Jesús está enseñando que la nueva vida que Cristo ofrece (vino nuevo) es totalmente incompatible con la vida pasada representada en el odres viejo. Jesús dijo el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. (Lucas 5:38).

La nueva vida de un cristiano no va bien con las antiguas tradiciones del mundo. Para la nueva vida espiritual que Jesucristo ofrece (vino nuevo), se hace necesario una vasija nueva (odres nuevos). La nueva vida que Cristo imparte no cabe en el sistema de vida heredado del mundo y el pecado.

De ahí que el apóstol Pablo dijera: De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”  (2 Corintios 5:17). Nuestra relación con Cristo modifica todos los aspectos de la vida.

En tercer lugar, Jesús nos enseña que como personas no debemos aferrarnos al pasado ni ser renuentes a experimentar algo nuevo y diferente en el presente. Es peligroso cuando nuestras mentes fijan, establecen y adoptan posturas rígidas, sin contemplar nuevas posibilidades.

Es una verdad innegable de la vida, que conforme vamos envejeciendo, casi todos desarrollamos un rechazo instintivo de todo lo que es nuevo y no nos resulta familiar. Nos volvemos reacios a hacer cualquier ajuste en nuestros hábitos y formas de vida, porque siempre lo hemos hecho así.

Claro que todo lo nuevo genera expectativas, y nos resistimos al cambio. Muchas veces nos aferramos como los fariseos a los viejos sistemas de ritos y ceremonias y rechazamos lo nuevo y fresco que Dios quiere darnos.

El comentarista W. Barclay dijo: “El que algo se haya hecho siempre así, puede que sea la mejor razón para dejar de hacerlo. El que algo no se haya hecho nunca, puede que sea la mejor razón para intentar hacerlo.”

Josué y Caleb podrían haberse quedado en el desierto con el resto del pueblo, pero no estuvieron dispuestos a conformarse con algo menos que lo mejor. ¿Por qué vivir en el desierto si podemos vivir en una tierra que fluye leche y miel? ¿Por qué andar en bicicleta cuando podemos andar en carro?

Renunciemos a tener una mentalidad de “mantenimiento”. Que nuestra meta no sea simplemente que las cosas continúen como estaban, contentarnos con lo mismo de siempre, cuando lo que necesitamos hacer es esforzarnos para avanzar y desarrollarnos.

CONCLUSIÓN

Jesús no se dejó manipular por el sistema religioso rígido de su tiempo, representado en el vestido y el odre viejo de la parábola. Todo lo contrario, Jesús desea que sus discípulos no tengan una mente cerrada, que no desprecien lo nuevo sólo porque es nuevo, sino que estén dispuestos a recibir todo lo nuevo que viene de él.

El proverbio dice que “la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.” (Proverbios 4:18).

Recordemos que los métodos anticuados nunca han permitido que los negocios alcancen mejores resultados. Los buenos empresarios siempre andan buscando nuevas estrategias, nuevos métodos para hacer crecer su negocio.

Si esto es así ¿por qué no intentarlo en la iglesia pidiendo a Dios que nos revele nuevas estrategias? El Señor siempre nos sorprende con nuevas victorias, nuevos desafíos, nuevas metas, nuevas misiones, un nuevo horizonte. Jesucristo seguirá siendo un Agente de Cambios.

Hacer un llamado a Salvación. ¿Porque seguir esclavo del pecado cuando Cristo te ofrece una nueva vida? Hay quien se enorgullece de haber fumado por 30 o 40 años, como si eso fuera una medalla olímpica, cuando lo único que ha hecho es arruinar su salud y su economía familiar. Hoy Jesucristo quiere cambiar tu pasado gris y oscuro en un presente de luz y esperanza.

© David Zamora. Todos los derechos reservados.

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