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Mensajeros de esperanza

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Mensajeros de esperanza

Predicas Cristianas.. Cita Biblica: Romanos 9:4-5

Introducción

En los capítulos 9 y 10 de la carta a los romanos, Pablo significa su pesar por el pueblo de Israel, a quienes Dios les había asignado la tarea de ser testigos de su poder y gloria, pero ellos fallaron en cumplir su asignación divina.

Del pueblo elegido por Dios son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. (Romanos 9:4-5).

Pablo significa que la incredulidad de Israel no invalidó las promesas de salvación que Dios le dio a Abraham de ser una nación grande y de que en su simiente (que es Cristo) serían benditas todas las familias de la tierra (Génesis 12:3; 18:18; 22:18; cf. Romanos 3:1-4).

Ellos rechazaron la oferta de salvación que Dios les hacía por medio de Jesucristo su Hijo Unigénito que era el fin de la ley (Romanos 10:4). Ellos se opusieron de tal manera a Cristo y a su ministerio que llegaron a conspirar contra él para que los romanos lo crucificaran como un impostor y hereje. (Mateo 27:2; Marcos 15:1).

Pero Dios hizo que el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario no fuera en vano. Dios lo resucitó de los muertos al tercer día y lo sentó a su diestra en los cielos y le dio un Nombre que es sobre todo nombre, constituyéndolo Señor y Salvador para todos aquellos que le reciben por la fe. (Filipenses 2:5-11; cf. Juan 14:6).

Precisamente Pablo resalta en estos pasajes, como en la mayoría de sus epístolas, que el evangelio es un mensaje universal y demanda ser divulgado en todo el universo, porque el mensaje de Salvación no hace acepción de personas ni distinción de raza, ni condición social.

Pablo estaba tan convencido de esa verdad que en esta carta a los romanos él dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente, y también al griego.” (Romanos 1:16).

El apóstol ratifica este mismo principio doctrinal cuando presentando los designios de Dios para judíos y gentiles él escribe: Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:12-13). Pablo ratifica su doctrina de que la Gracia de Dios en Cristo incluye tanto a judíos como a gentiles (no judíos). (Tito 2:11).

Invocar el nombre del Señor implica fe en el Cristo resucitado, como explica más adelante.

En este punto Pablo se hace una serie de preguntas sumamente interesantes para resaltar la necesidad, de que tanto judíos como gentiles, entendamos que el evangelio es de aplicación universal y, por lo tanto, demanda (exige) ser divulgado en todo el universo. Pablo se pregunta:

Primero: ¿cómo invocarán a aquel en el cual no han creído?

Es imposible invocar el nombre del Señor sino han creído en él. Nadie puede invocar a Dios a menos que crea en él como dice el escritor a los hebreos “Nadie puede agradar a Dios si no tiene fe. Cualquiera que se acerque a Dios debe creer que Dios existe y que premia a los que lo buscan.” (Hebreos 11:6 PDT).

Segundo: ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?

Es imposible creer en el Señor cuando nunca han oído sobre Él. Los pecadores no pueden salvarse sin la Palabra de Dios, porque “las personas llegan a confiar en Dios cuando oyen el mensaje acerca de Jesucristo.” (Romanos 10:17 TLA).

Por lo tanto, es un reto para la iglesia evangélica de este siglo predicar el evangelio puro de Jesucristo sin mezcla ni manipulación, sin tolerancia ni sincretismo humanista. Sólo en Cristo hay salvación (Hechos 4:12; 1 Timoteo 2:5).

Tercero: ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?

Es obvio hermanos míos que para que la gente oiga acerca de Jesucristo tiene que haber alguien quien les predique.

Debo aclararles que la palabra griega que usa Pablo aquí para «predicador» significa «uno que anuncia, proclama, pública o declara la Palabra de Dios». En este sentido todos somos predicadores del evangelio y a cada creyente se nos asigna un «púlpito» personal: ya sea en el hogar, en la comunidad donde vivimos, en el centro de trabajo donde laboramos, en la escuela donde estudiamos o en el comercio donde compramos.

Pablo se sentía tan comprometido con anunciar a Cristo y su evangelio que, sin violar la moralidad bíblica, estuvo dispuesto a ir tan lejos como fuese necesario a fin de entrar en el mundo de otras personas y conducirlos a la salvación. “Todo lo hago es para darles el evangelio y también para alcanzar yo mismo la bendición que uno alcanza cuando guía un alma al Señor.” (1 Corintios 9:23 NTBAD).

Cuarto: ¿Y cómo predicarán si no son enviados?

Pablo responde esta pregunta haciendo referencia a las palabras del profeta Isaías cuando describía a esos mensajeros que avanzaban (corrían) por los montes (las montañas que rodean a Jerusalén) trayendo la buena nueva de liberación de que los que estaban en el exilio regresarían de nuevo a la tierra de Israel. (Isaías 52:7). ¡Cuán hermosa es la llegada de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”  (Romanos 10:15 RVC).

El mensaje que portaban aquellos mensajeros para los moradores de Sion era extraordinario: traían alegres nuevas, anunciaban la paz, traían nuevas del bien, publicaban salvación, decían a Sion: ¡Tu Dios reina!

2 comentarios en «Mensajeros de esperanza»

  1. Bendiciones a su ministerio amado pastor David,le agradezco sus prédicas son hermosas y edifican mi vida, que el Señor JESUCRISTO le siga usando grandemente y si Santo Espíritu le llene cada día. Un abrazo fraternal desde México.

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    • Gracias mi hermana Silvia. Orando siempre al Señor Jesucristo para que su Palabra fluya y la iglesia sea edficada y los que andan sin Dios y sin esperanza vengan a los pies de Cristo. Gracias por sus palabras de ánimo y buenos deseos. Dios escucha las oraciones de sus hijos.

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