Entras al santuario

Reenier Gonzalo Prado

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Bosquejos Biblicos - Lo que ocurre en el santuario de Dios

Entras al santuario

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Predicas Cristianas

Predicas Cristiana Prédica de Hoy: Entras al santuario

Predicas Cristiana Lectura Bíblica: 2 Crónicas 27:1-6

Introducción

Hallamos que uno de los grandes problemas que deben enfrentar los creyentes, una de las tentaciones más grandes, es la que el enemigo les presenta a través de la exaltación de su orgullo, llevándoles a una elevada posición de vanagloria que les hace descender de su posición en Cristo a una exaltación puramente carnal y cuyo fin no es otro que la muerte espiritual marcada por el pecado.

Muchas veces los creyentes pretenden llevar una vida acorde a los mandamientos del Señor. Pero no lo hacen porque no sienten un verdadero amor por aquel que entregó su vida en sacrificio para darnos la vida eterna. Sino porque cumplen los mandamientos como un simple acto de religiosidad, como quien quiere cumplir con Dios para que su propia conciencia no tenga que recriminarle y no por amor al Señor.

Lo malo de todo esto es que esa tranquilidad de cumplir en estas condiciones es lo que aprovecha el enemigo para hacerles creer que son los mejores y exaltarles el ego.

Cuando han llegado a esta situación, el paso siguiente es sencillo, pues a continuación viene el querer ocupar lugares que no les han sido asignados. O cumplir funciones para las que nunca fueron convocados, allí debemos recordar que “cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” Santiago 1:14-15, y cuando esas actitudes se concretan, el enemigo les ha ganado esa la batalla.

Pues les hizo caer en rebeldía y desobediencia, con el agravante de que con ellos caen sus familias pues no corrigen sus caminos ni quitan los altares erigidos durante años.

Trasfondo

Para ubicarnos un poco en el momento de este pasaje debemos saber que el rey Uzías, padre de Jotan, comenzó su reinado de muy buena manera ya que “hizo lo recto ante los ojos de Jehová2 Crónicas 26:4.

Y no solo que se consideró como quien ha logrado su máximo galardón, sino que además  “persistió en buscar a Dios …..; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó26:5.

Este rey fue prosperado en todas sus cosas, y así pudo llevar a cabo todos sus emprendimientos mientras que mantuvo sus ojos puestos en Dios y solamente le obedecía a Él y sus mandamientos.

Peligro para el creyente

Ese es el momento donde el peligro para el creyente se halla en su máximo exponente. Es el momento en que todas las oraciones tienen la respuesta esperada, donde el Señor se manifiesta a través de visiones, revelaciones y Palabras. Donde la comunión es tan perfecta que sentimos que la gloria del Señor nos abraza, y su presencia es permanente junto a nosotros.

Pero no son estas cosas las peligrosas. ya que esta debería ser la situación real y permanente de todo hijo de Dios. Ya que su palabra nos dice que “todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréisMateo 21:22, y “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetasAmós 3:7. Además, sabemos que “el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado1 Juan 3:24.

El peligro de ese momento esta en nuestro propio corazón

Debido a que la palabra de Dios nos dice claramente que “engañoso es el corazón más que todas las cosasJeremías 17:9. Y es éste quien escucha la voz del demonio que comienza a exaltarle al punto de asumir que lo que le esta sucediendo es por él y no por la gloria de Dios.

El hombre fuerte se afianza en ese momento, y le lleva ha hacer cosas que no debiera. Esto fue lo que le sucedió al rey  Uzías, que “cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso2 Crónicas 26:16. Comenzando allí la destrucción que le llevaría a la muerte. “Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó leproso en una casa apartada” (vers. 21)

Los que prefieren escuchar la voz del enemigo

Este es el fin de aquellos que prefieren escuchar la voz del enemigo que los exalta, en vez de escuchar la voz del Señor que les quiere guiar hacia la bendición. Terminan solos y apartados pues no aceptan ser exhortados o corregidos. Asisten a iglesia en iglesia envueltos en su propio pecado por no cumplir con lo que el Señor les manda y pretender hacer más de lo que Él les permite.

Finalmente, podemos ver que de nada les sirve todo el bien que pudieran haber hecho. Las riquezas ni la fortaleza que hayan logrado, frente al pecado de su propia exaltación. “Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, varones valientes. ……, y le dijeron: No te corresponde a ti, oh Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo. Sal del santuario, porque has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios2 Crónicas 26:17-18.

Entonces viene el pasaje que leímos, donde vemos que Jotán, además de hacer lo bueno, corrigió la debilidad de su padre y no pretendió hacer tareas que no le correspondían, alineándose en este sentido con la guía de Dios.

Este rey trabajó mucho por su pueblo al que fortaleció en gran manera, y les hizo prosperar grandemente. Pero, “Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados, porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en los lugares altos2 Reyes 15:35.

Corrigió sus actitudes, pero dejó que el pueblo continuará con su idolatría. No les llevó la enseñanza necesaria para que ellos también se pudieran arrepentir y modificaran sus actitudes frente a Dios.

La iglesia de hoy

En la iglesia del Señor podemos hallar creyentes que toman cualquiera de estas actitudes. Hay quienes como Uzías pretenden tomar funciones que no les han sido encomendadas. Mostrando una unción que nos les ha sido derramada, motivados por las mentiras que el enemigo se encarga de hacerles llegar ya que “Quien esto hace es el engañador y el anticristo2 Juan :7.

Y terminan como él, apartados de la verdad y sin echar raíces en ningún lado pues cuando viene la corrección para hacerles ver la realidad, se alejan. Pero vemos también que en estos casos, el pecado solamente afecta a quien lo comete. Pues el Señor se encarga de mantenerlo aislado, “Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó leproso en una casa apartada”. De manera que no cause mayor efecto que un profundo dolor en el pueblo por su rebeldía.

Mas grave aún es el caso de aquellos que actúan como Jotán. Que actúan conforme a los mandatos del Señor sin pretender ocupar cargos o ser reconocidos. Pero que no quitan los lugares de adoración de su casa. Y como la familia no es corregida, continúan participando de las obras de las tinieblas. Si bien la Palabra nos indica: “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntadFilipenses 2:12-13. Esto no significa que debemos quitar nuestra preocupación por lo demás, ya que también nos dice: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criaturaMarcos 16:15.

Conclusión

El Señor viene. “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” nos dice Apocalipsis 22:12. Por lo que ha llegado el momento en que cada uno reconozca su propia obra y se arrepienta. Corrigiendo sus caminos, si es que no han sido los correctos, puesto que el Señor viene a buscar a una iglesia pura y santa.

Es el momento de arrepentirse y vivir como Pablo, quien se consideraba realmente muerto a la carne. Por lo cual decía: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por míGálatas 2:20

Morir a la carne

Morir a la carne no es actuar como Uzías, sino dejando que sea el Señor quien nos exalte y derrame su unción al debido tiempo. Ya que “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su horaEclesiastés 3:1.

Morir a la carne es dejar los celos y contiendas ministeriales, que lo único que hacen en apartarnos de la voluntad del Señor. “Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversaSantiago 3:16

Morir a la carne es dejar de cumplir los mandamientos por religiosidad, para cumplirlos por amor a aquel que se sacrificó para darnos vida (Juan 10:10). Morir a la carne, eso simplemente eso, que muera la carne para que viva y reine en nosotros el Espíritu Santo que en nosotros mora.

El momento ha llegado

Ha llegado el momento de dejar de actuar como Jotán, que solamente se preocupó por sí  mismo corrigiendo sus propios caminos. Pero no enseñó al pueblo el verdadero camino a Dios ni quitó sus altares de adoración al demonio. “Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicaciónApocalipsis 2:19-21.

Ha llegado el momento de hablar la verdad, de confrontar las malas enseñanzas y las seducciones del enemigo que has venido permitiendo en tu vida y en la de tu familia, con la sana doctrina de Jesús.

Este es el momento de arrepentirse, lavando las vestiduras en la sangre del Cordero Santo, (1 Juan 1:29-30). Destruyendo espiritualmente los lugares altos, los nuestros, de nuestra familia, y de nuestro pueblo, en oración y guerra espiritual para destruir las potestades que ejercen presión sobre ellos y no permiten que se acerquen al Señor. Es ahora el tiempo del arrepentimiento y la conquista.

© Reenier Gonzalo Prado. Todos los derechos reservados.

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Reenier Gonzalo Prado
Autor

Reenier Gonzalo Prado

Amante de la palabra de Dios y nuestro Señor Jesucristo. Mi pasión es redactar mensajes cristianos para evangelizar a las naciones.

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