El Rey que Viene

2. Los armamentos del Señor v. 15.

Observe este detalle. Cuando Jesús regrese otra vez va a pelear sin necesidad de armas, tanques, artillería o algún poder nuclear. La única arma que usará será la “espada aguda” que sale de su boca. ¿Qué hace esa arma? Pues según Hebreos 4:12, ella es “más cortante que toda espada de dos filos”. Ella tiene poder para restaurar a los hombres, pero también tiene para juzgar a los hombres. A Jesús le basta Su palabra. Él no necesita un arsenal de armas sofisticadas para pelear. Recordemos que con una sola palabra hizo al mundo y los que en el habitan, por lo tanto con una sola palabra que sale de su boca destruirá a los enemigos que se levantarán contra él en la batalla (Is. 11:4). Este texto es único en la Biblia para hablar de la victoria final. Nadie podrá estar de pie frente a la espada que sale de su boca. Por otro lado, “la vara de hierro” con la que regirá el Señor a las naciones significa que él las pastoreará después de su derrota. Jesús llevará a los pueblos de la tierra como un pastor a su rebaño. Nadie lo hará mejor que él. Pero también la figura de las uvas trituras ilustran la condición en la que quedarán los enemigos del Señor en su venida. Simplemente ninguno de ellos prevalecerá.

3. Los muertos de la batalla v. 17, 18.

La visión de estos textos es la de una masacre real. La escena es tan dantesca que el Señor convoca a las aves del cielo para que se harten de semejante mortandad. Esta visión aparece también en Apocalipsis 14:20 con un cuatro tan sorprendente, que la sangre que será derramada llegará “hasta los frenos de los caballos”. Los s ejércitos que se enfrenten al Señor no solo serán derrotados en su venida, sino que serán un menú para las aves, en la llamada “cena de Dios”. Un cosa es la “cena de las Bobas del Cordero” y otra muy distinta será la “cena de Dios”. El menú será de carnes de reyes y de capitanes, con caballos y sus jinetes, carne de todo tipo, incluyendo libres y esclavos, grandes y chicos. Lo curioso de este pasaje es que en la vida hubo separación de esas clases sociales, ahora en aquella masacre estarán todos juntos. La muerte se convierte en el gran nivelador de la vida. No importa quién haya sido usted, al final nos enfrentaremos al juicio, pues eso es lo que está establecido. La segunda venida de Cristo enfrentará a todos los enemigos que se unieron al anticristo. La batalla será decisiva. Y así como peleó con el faraón: “ Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” (Ex. 14:14).

III. EL REY QUE VIENE SERÁ EL SOBERANO VENCEDOR

1. Los reunidos para la batalla v. 19.

La visión de Juan fue muy clara acerca de los que se reunieron para pelear con el “jinete del caballo blanco”. Esta será la batalla del Armagedón, la última que el Señor peleará a favor de su pueblo. Esta batalla se conoce como la más grande y terrible que se haya dado en la humanidad. Será la gran conflagración de los ejércitos del oriente y sus aliados, contra el anticristo y sus aliados. El objetivo final será unirse para pelear contra Israel y adueñarse de su territorio. Pero justamente cuando esta conspiración esté en proceso, entonces vendrá el Señor como el “guerrero conquistador” para derrotar a todos los ejércitos que se unieron contra su pueblo y su ungido en el lugar llamado “Armagedón” (Apc. 16:14, 16). Es un hecho que el objetivo final de Satanás será acabar con la humanidad. Su acción más poderosa y devastadora se verá durante esos siete años, siendo después de eso atado por mil años y quedará sin acción alguna. La venida del Señor con toda su gloria, poder y majestad, será vista como el soberano vencedor. El mundo será de Cristo y no de Satanás. Ese es el propósito de su venida.

2. Estrenando el infierno v.20.

Ahora vea esta escena final en la segunda venida de Cristo. La bestia y el falso profeta que habían engañado durante aquel periodo de la Gran Tribulación, obligando a los hombres a llevar la marca de la bestia, ahora han sido agarrados vivos. Imagínese la escena. Los dos están atados delante del Juez Jesús, y allí en presencia de todos los redimidos son lanzados dentro de “un lago de fuego que arde con azufre”. Si vemos que el infierno ha sido creado para el diablo y sus ángeles, entonces concluimos que la bestia y el falso profeta serán quienes lo inaugurarán. Así que a los primeros que el Señor destruirá con su poder será aquel dúo diabólico. Ningún poder prevalecerá delante del Señor en su venida. Su segunda venida no será como el Mesías sufriente, sino como el Rey triunfante. Observe como este poder del Soberano Rey es tan grande que basta un solo versículo para describir el destino final de aquellos que ostentaban un poder con sus numerosos ejércitos. Es inútil levantarse contra el Señor. Vea como el versículo 21 plantea el mismo destino para aquellos que se rebelaron y pretendieron pelear con el Señor. La venida de Cristo plantea la derrota de sus enemigos y el triunfo de su pueblo.

CONCLUSIÓN:

Lo presentado hoy pareciera ser algo fantástico para la mente de algunos. Pero todo lo que nos enseña este texto se cumplirá. Jesús vendrá otra vez, pero lo hará como el Rey triunfante. Todo ojo le verá, pues será una venida gloriosa, tanto así que el universo se conmoverá y el sol la luna cederán su resplandor.

Aquel día todos los hombres entenderán que la promesa de su venida se convirtió en su más notoria realidad. Pero el Señor no vendrá pacíficamente. Su venida será violenta. Su espada en su boca asegura que viene para pelear con aquellos que se rebelaron contra su poder. Ahora vea esto.

Mientras galopamos detrás de él como el ejército que le acompañará vestido de lino fino, veremos nuestro amado Rey destruyendo a todos sus enemigos. Ese será un espectáculo glorioso. Ahora bien, ¿seré parte del ejército que acompañará al Rey que viene o seré parte del ejército que se unirá contra él en la batalla de aquel día? Tengo ahora la oportunidad de ser salvo y unirme al glorioso ejército del Rey victorioso. ¿Cuál será mi decisión en el día de hoy? ¿Estoy preparado para su venida 2 Pedro 3:9-11?

(571) 251-6590 

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