El Reino de los Mil Años

Satanás es el príncipe de las tinieblas, del mal, de las guerras, de los crímenes, de las mentiras y el más grande enemigo del evangelio. Pero será atado y encarcelado por mil años.

¿Puede imaginarse a un mundo donde Satanás no reina, no obre, no controle a los hombres? Mil años de encarcelamiento para el ser que más daño ha traído a la tierra desde su fundación, tiene que ser el tiempo más inigualable, previo a la eternidad. Un día sin Satanás ya es feliz, imagine mil sin él.

2. Satanás será juzgado (verss. 7-10)

De acuerdo a este texto, cuando el Milenio haya finalizado, Satanás será suelto de su prisión. Esto no es sino el plan final de Dios. Observe esta escena previa a la desaparición total de la “serpiente antigua”.

Satanás regresará con toda la furia de tantos años en prisión. Su objetivo final será acabar con el pueblo de Israel, pues no pudo acabar con el Señor que ahora reina. Lo primero que hará será reunir el más grade ejército que se conozca y se apostará alrededor de la ciudad santa y la atacará.

Todo eso será previsible, pues el objetivo final de Satanás será la destrucción de toda la obra de Dios. Sin embargo, el juicio vendrá sobre él y los que le siguieron. Al final este enemigo del ser humano será derrotado y luego arrojado al lago de fuego, y allí pasará la eternidad en las terribles llamas.

Cuando esto ocurra, entonces el universo quedará libre para siempre de su terrible influencia. El juicio de Satanás y con él su sentencia final será el fin de la maldad en el mundo. ¿No es esto maravilloso?

III. LA ACTUACIÓN DE LOS SANTOS DURANTE EL MILENIO

1. Estarán reinando junto con el Señor (vers. 4)

La visión de Juan lo llevó hasta ver a todos los santos que regresen con Jesús para reinar con él durante ese tiempo. La palabra de Dios nos alienta que si sufrimos con él, también reinaremos con él (2 Timoteo 2:12).

El Señor nos hará parte de su gloria como resultado de los padecimientos. Ahora pudiéramos ser la burla de muchos. En algunos lugares despreciados y hasta decapitados. Pero el día llegará cuando el Señor nos hará parte de su gloria y también de su reinado.

A esas alturas ya hemos sido transformados, ya hemos pasado por el tribunal de Cristo, ya hemos participado con él en él en las bodas del Cordero. Ahora, y como si faltara algo más a esa vida que nos espera, el Señor compartirá su reino con todos.

Pero aparte de reinar con él, también se nos concederá la autoridad para juzgar durante ese tiempo. Qué privilegio se les dará a los santos durante el reino milenial, quienes después de haber sido hechos sacerdotes de Cristo, reinarán y juzgarán en un periodo incomparable para la humanidad. Lo que está reservado para los creyentes es indescriptible.

2. Muchos santos resucitarán durante ese tiempo (vers. 4b)

Un asunto muy notorio será que al comienzo del milenio todos los santos del Antiguo Testamento y todos aquellos que murieron con la fe en Jesús durante la tribulación, serán levantados de entre los muertos.

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