La Presencia de Dios en cada Crisis Humana

 No es posible que los soldados estuvieran durmiendo, pero Pedro si dormía. Al día siguiente le van a cortar la cabeza y él está durmiendo. Y fíjese que Pedro dormía tan profundamente que el ángel tuvo que tocarle por un costado para que se levantara. ¿Cómo actuaría usted la noche anterior cuando sabe que al día siguiente va a enfrentar la muerte? Vea lo que dice el v. 7. La paz de Dios permite dormir con toda tranquilidad en medio de la tormenta. Es descansar sabiendo que Dios tiene control de todas las cosas. ¿Cómo puede uno dormir en medio de la crisis? ¿Por qué lo hizo Pedro? Él no tenía temor de morir porque el Cristo resucitado se le apareció. Fue cierto que cuando negó a Cristo tuvo temor de morir como lo hizo su Maestro, pero ahora, por cuanto sabe que su Señor vive, no tiene temor de morir. Cuando una crisis le roba la paz al creyente es porque no ha descubierto la “paz de Dios que sobre pasa todo entendimiento”. El creyente sabe que mientras más arrecie la tormenta en su vida, más cerca está su liberación.

2. Un ángel en el calabozo v. 7.

Los ángeles no necesitan llaves para entrar a las cárceles. Por más oscura que sea tu crisis, la luz del poder de Dios alumbrará toda tu vida con libertad. Ahora vea lo siguiente. Si el diablo tiene a un Herodes para para destruir tu vida, Dios tiene su ángel que vendrá a tu socorro cuando la tempestad se agiganta. Dios no entra por las puertas humanas; él aparece en medio de la crisis. Nada hay imposible para Dios. Algunas pruebas en la vida son como cárceles que tienen como propósito desalentarnos y ponernos en retirada con el Señor, pero la certeza de quién nos acompaña en tales pruebas, debiera llenarnos de paz. Esa paz la experimentó Pedro en el calabozo, pues seguramente conocía el texto que dice: “He aquí no se adormecerá el que guarda a Israel”. Y también el texto que dice:“Tu guardarás en completa paz a aquel cuyos pensamientos en ti perseveran, porque en ti ha confiado”. La paz de Dios es el soldado que custodia al corazón en su angustia y zozobra cuando una crisis se hace presente.

IV. EN CADA CRISIS DIOS OBRA SU TOTAL LIBERACIÓN PARA AVERGONZAR A SUS ENEMIGOS

¿Piense usted que Dios había perdido el control cuando Santiago fue ejecutado o cuando Pedro fue puesto en la cárcel? vv. 7-10.

1. Dios se toma su tiempo.

A lo mejor usted se está haciendo la pregunta, ¿dónde está Dios en esta crisis? Y mientras algunos piensan que él es débil y que no puede hacer nada, observe lo que sucedió desde el v. 10. Un ángel sacó a Pedro fuera de la cárcel y le dijo: “Bien, Pedro, hasta luego” ¿Es Dios capaz de obrar en tu crisis? Tome en cuenta lo siguiente: la liberación de Pedro llegó al último instante. Dios no actúa bajo presión. Él no se desespera como mucho de nosotros. Esta historia se desarrolla sin ninguna prisa. Mire lo que hizo el ángel cuando llegó. Le dijo a Pedro: “Levántate, levántate; vamos, levántate, ya no duermas más”. Y uno pudiera imaginarse al Pedro dormilón hasta preguntarle al ángel por la hora. La lección del ángel pidiendo a Pedro que se vistiera, era para afirmarle que iba a salir de esa crisis con toda dignidad. De esta manera, las puertas se abren de los que no han hecho nada malo. Los presos que se escapan de la prisión son los que han hecho lo malo. Pero los presos que son escoltados por un ángel son aquellos que aman y temen a Dios. Dios no te dejará en tu prisión. Él es tu Libertador.

2. Muy bueno para creerlo v.12-17.

Ahora vea lo que viene luego. Las puertas de la cárcel se abrieron y Pedro quedó libre, y se dirige con extremado gozo a la casa donde estaban orando por su libertad, y la encontró cerrada. Una joven que estaba allí en la reunión se acercó y vio que era Pedro, y en lugar de abrir, salió a avisarles a los hermanos; y miren la sorpresa. Cuando la muchacha, llamada Rodas les interrumpió por lo que estaba viendo, a lo mejor dijeron: “Rodas, podrías dejarnos solos porque estamos orando por Pedro”. Y allí está Pedro pidiendo que lo dejaran entrar. Así que fue más fácil liberar a Pedro de la cárcel, que entrar en la casa donde estaban orando por él. Amados, si el Señor pudo abrir la puerta de la prisión, ¿habrá otra puerta que no pueda abrirse? Amados, si oramos por un milagro en medio de cualquier crisis, preparémonos para creer que todo es posible para Dios. La “puerta de hierro” se abrirá sola para traer total liberación al cuerpo y al alma apresada. Dios no deja en vergüenza a sus hijos.

CONCLUSIÓN:

¿Qué hacer en medio de la crisis? Bueno, hay que recordar que Dios tiene control de cada situación. Pero necesitamos seguir la presencia de Dios detrás de la crisis. El poder de la oración y el poder de la paz deben estar presentes. Al final mire lo que pasó con Herodes vv. 20-23. Detrás de cada crisis hay un poder silencioso que no se detiene. Ningún hijo de Dios se quedará encadenado y preso en sus pruebas. Dios abrirá las puertas a la libertad. “Si él os libertare, seréis verdaderamente libres”.

(571) 251-6590

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