Fe sin verdad

Elena Sarazua

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Mensajes Cristianos - Fe es testimonio

Fe sin verdad

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Fe sin verdad

Predica Cristiana Texto Bíblico: “…Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?..” Lucas 18:8

Introducción

Esta pregunta de Jesús de Nazaret a sus discípulos era sumamente seria y después de dos mil años esta pregunta se nos hace a nosotros con igual urgencia. Vivimos en los tiempos que el Señor señaló. Los acontecimientos sorprendentes en escala mundial anuncian la pronta venida de Cristo. Si proclamamos la verdad de la segunda venida, debemos con toda seriedad recibir el impacto de la pregunta. ¿Hallará fe en la tierra el Hijo del Hombre?

¿De qué habla Jesús con el vocablo fe?

¿Qué es en realidad lo que El buscará en su venida? ¿Querrá saber cuántos han hecho profesión de fe en los grandes esfuerzos de esa Década de cosecha? ¿Estará pesando en los que hacen grandes obras de fe?

Esta pregunta probablemente indica que a medida que se acerca el tiempo de su retorno la maldad será tan dominante que muchos de las iglesias se apartarán de la genuina fe.

Cada creyente debe preguntarse ¿Estoy perseverando en la fe, continuando firme en la oración y pidiéndole a Dios que se haga justicia y que triunfe su justa causa totalmente o para siempre? O ¿Estoy tan preocupado por esta vida que no anhelo el retorno de Cristo?

Se comenta en la actualidad de muchas clases de fe en los círculos evangélicos, especialmente entre pentecostales. Y recitamos de memoria Hebreos 11:1Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Hay fe barata, fe costosa, fe reforzada… ¡hasta una nueva súper fe!

Mencionando solo por encima a los que viven por fe. Los que se escudan en la palabra fe para no esforzarse. La fe es el pretexto más usado para no hacer nada. Vivir por fe no es sentarse a esperar que del cielo nos caigan las cosas. Vivir por fe es poner nuestra fe en acción. Pedirle a Dios trabajo para suplir nuestras necesidades. Oportunidades para servirle, y poder ver su gloria manifestada. Eso es vivir por la fe.

Una investigación del griego en el Nuevo Testamento nos revela que fe (pistis) trata de una persuasión firme, una convicción de verdad, una constancia en la profesión de una verdad, la fidelidad a un sistema de verdades.

El justo por su fe vivirá. Romanos 1:17.

Este principio fundamental rige la relación del creyente con Dios y su participación en la salvación provista por medio de Jesucristo. Esta verdad central afirma que el justo tendrá la vida eterna al acercarse a Dios con un corazón sincero que cree. Los justos deben de vivir en este mundo por la fe en Dios, una fuerte confianza en Dios en que sus caminos son justos, una lealtad personal a Él como Salvador y Señor y una resolución moral de seguir sus caminos.

Habacuc 2:1-4 – “El Justo Por Su Fe Vivirá”

Pocos pasajes en las Santas Escrituras han tenido un impacto más grande sobre toda la historia de la humanidad que estas palabras, “El justo por su fe vivirá”. Ellas apretaron el corazón del Apóstol Pablo quien descubrió que su perfil piadoso en el judaísmo, todas sus obras y tradiciones no eran de utilidad alguna para el Señor; pero aquella palabra de que “el justo vivirá por fe” prevaleció con el Señor. El incluyó estas palabras en 3 de sus Epístolas del Nuevo Testamento.

Estas mismas palabras apretaron el corazón y cambiaron la vida de otro hombre – un hombre que nació en Eiselben, Alemania en 1483; y, a través de él, eventualmente cambió al mundo. El joven Lutero tenía una sed de conocer a Dios y un hambre de salvación. El sintió el peso de su pecado y quería librarse del pero no sabía cómo.

En los días de Lutero, las verdades bíblicas de salvación, perdón y vida eternal por gracia a través de la fe sola habían sido enterradas en las tradiciones del Catolicismo medieval casi igual que estas verdades del Evangelio han sido olvidadas y perdidas en tantas iglesias que hoy se hacen llamar cristianas.

Más o menos, en el año 1510, sus superiores mandaron a Lutero a Roma, consideró necesario seguir las costumbres de los peregrinos a Roma, y así, subió la «escalera santa» (que se cree trasportada por manos de ángeles de Jerusalén a Roma) de rodillas y diciendo un Padrenuestro en cada escalón. Repentinamente recordó la declaración del profeta Habacuc, citado después por el apóstol Pablo: «El justo vivirá por su fe» y le ocurrió que todas aquellas penitencias y todos estos rezos forzados, no valían absolutamente nada.

Reforma Protestante: La Reforma Religiosa Protestante se originó en Alemania, en el año 1517, cuando Martin Lutero publicó las “95 tesis” contra la venta de indulgencias, en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Martin Lutero partía de la necesidad de una religión interior, basada en la comunión del alma, humilde y receptiva con Dios.

Moralmente, la iglesia estaba en decadencia: estaba más preocupada por las cuestiones políticas y económicas que las cuestiones religiosas. Para aumentar más aún más sus riquezas, la Iglesia recurrió a cualquier artilugio, por ejemplo, la venta de los cargos eclesiásticos, la venta de reliquias, y especialmente a la famosa venta de indulgencias de los pecados, que fueron la causa inmediata de la crítica de Martin Lutero y el inicio de la Reforma Protestante en Alemania. El Papado garantizaba el perdón de los pecados por la compra de indulgencias a la Iglesia, el dinero obtenido se utilizó para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro.

La única fe que acepta Dios es la que triunfa en la peor de las circunstancias.

Esta fe que cree en las realidades espirituales, lleva a la justicia, busca a Dios, cree en su bondad, confía en su palabra, obedece sus mandatos, vive conforme a sus promesas, rechaza el espíritu del malvado mundo actual, anhela un hogar celestial, persevera en medio de la prueba, etc.

La fe en Jesucristo es la única condición que Dios exige para la salvación. La fe no es solamente una confesión acerca de Cristo, sino también una actitud que brota del corazón. Es tanto un acto de un momento como una actitud continua que debe aumentar y fortalecerse.

¿Por qué la mayoría de las personas están atrapadas en temores y preocupaciones? ¡Porque carecen de fe! Pero, ¿qué es la fe? ¿Es pensar positivamente? ¿Es un sentimiento? ¿La afiliación personal a la iglesia? ¿La creencia de que Jesús murió por sus pecados? ¿Confianza? ¿Esperanza? ¿O es algo más? ¿Por qué hay millones que malentienden este tema? ¡He aquí la respuesta de la Biblia!

La Biblia declara que “sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6).

Esta es una declaración increíble — sin embargo, ¡está en la Biblia! Tómela exactamente por lo que dice. ¡Solamente piense! Cualquier cosa que una persona haga en su intento por ser un cristiano, no significa absolutamente nada si carece de fe. Porque sin fe, la persona no tiene esperanza — ni posibilidad — de agradar a Dios. Cualquiera que no esté agradando a Dios, es cristiano en vano. ¡Eso es serio! Considérese a usted mismo. ¿Tiene usted la fe real? ¿Es suficiente para la salvación? ¿Puede usted saber? ¡Sí puede!

Lo que sucede es que nos están inundando de prédicas sobre la fe, que en realidad son conferencias motivadores que más que activar nuestra fe nos conducen a creencias hedonistas, mezquinas y egoístas.

¿Será que hay una relación estrecha entre la fe y la verdad?

Al ver su mundo y su iglesia de hoy, ¿Está Cristo preocupado por las corrientes teológicas que los vientos nos traen o queda satisfecho al ver las manos levantadas de los que indican deseos de recibirlo como Salvador personal? La respuesta es obvia. Los tiempos peligrosos demandan de una fe firmemente basada en la verdad de la Palabra de Dios.

Pero hablar de la verdad no es tema sencillo. El último medio siglo ha producido un gran cambio en cuanto al concepto de lo que es la verdad. Para el hombre moderno las líneas bien definidas se han vuelto borrosas. En la filosofía se ha avanzado del absolutismo al relativismo. En el arte se ha cambiado del realismo al impresionismo y expresión abstracta.

Lo que uno entiende de una obra de arte moderna depende de lo que uno ve e interpreta. Me acuerdo del momento de mirar una obra titulada “Visión Cósmica” en un museo de arte. A mí me parecía un enorme huevo estrellado. Pero no había que decírselo al artista.

En la música se ha progresado del clasismo con su forma y estructura establecidas hasta los truenos y relámpagos del rock contemporáneo, y en la religión también los “Grandes teólogos” del presente siglo han convencido a muchos que dejen sus creencias absolutas y literales para entregarse al relativismo, al existencialismo, a la contextualidad, a la ética de la situación. El resultado de la misma es que muchos se han desviado de la fe y la verdad.

Pablo escribió proféticamente a Timoteo: También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos (2ª. Timoteo 3:1). No se refería a las ametralladoras, bombas y proyectiles atómicos que hoy espantan a medio mundo, sino al mayor peligro de torcer los valores eternos relacionados con la verdad. El apóstol menciona a hombres”… que se resisten a la verdad… corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe (2ª. Timoteo 3:8) 3:7 Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.

¿Cuál es nuestra gran tarea inconclusa en cuanto a la fe y la verdad? San Judas nos da la respuesta en dos partes de su pequeña epístola profética. Primero dice: Que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”, luego dice: Edificándoos sobre vuestra santísima fe”

Para contender ardientemente tenemos que prepararnos para la batalla. Primero examinar nuestra propia posición de fe: “Examinaos a vosotros mismos, si estáis en la fe” les dice Pablo a los 2 Corintios 13:5. Confrontarnos con la verdad de la palabra en estudios de seriedad. Investigar, comprobar, convencernos. Luego entender que esa verdad tiene que transmitirse en el hogar, desde el púlpito y en el aula de la clase.

“Hay hambruna de la Palabra de Dios” una reportera escribía sobre el tema de la ignorancia de la gente respecto a la Biblia. He aquí lo que ella dijo:

“Es claro que muchos americanos no conocen su Biblia, 60 por ciento de los americanos no pueden mencionar la mitad de los Diez Mandamientos, y el 63 por ciento no puede nombrar los cuatro evangelios del Nuevo Testamento. 81% cree que la frase ‘Dios dice: ayúdate que yo te ayudaré” es una cita directa de la Biblia…”.

¡Qué vergüenza! Qué terrible acusación para la nación más bendecida de la tierra. Y esa es la mayor razón de por qué se encontrará tan poca fe genuina.

La batalla resultará mil veces más productiva si es preventiva en lugar de correctiva. Nuestra lucha no es contra la “sangre y carne” de los teólogos modernos, si no en contra de las potestades de las tinieblas que habitan los que enseñan verdades torcidas.

Necesitamos más que una fe diluida y descafeinada. Necesitamos lo auténtico. En noches pasadas conversábamos de que existe jugo de china con su pulpa y verdadero sabor de china, mezcla de jugo de china al cual ya le agregan agua y un poco de azúcar y bebida de china que de jugo ya no tiene nada más que el nombre porque el sabor y el color es artificial.

De la misma manera nos están presentando un evangelio mezclado, que de evangelio ya no tiene más que el nombre de Jesús. Nos hemos quedado en: “Mi Dios pues suplirá todo los que nos falte conforme a sus riquezas en gloria” y ¿Quiénes quieren ir al cielo?. Amen por eso, is good, pero no suficiente ni completo. El evangelio es andar con santidad, vivir por la fe, hay que morirse.

Es tiempo que le agreguemos azúcar y cafeína a nuestra vida espiritual. Sin darnos cuenta estamos tomando una actitud light aplicándola a nuestra fe. Queremos las bendiciones pero sin la obediencia. La comodidad sin el sacrificio. La felicidad sin el arrepentimiento. Mientras pidamos un evangelio light, aguado, descafeinado, fast free, sugar free, no tendrá ningún efecto en nuestras vidas o las vidas de los demás.

Es hora de edificarnos sobre nuestra santísima fe.

Levantémonos. Reciba el evangelio con todo lo que trae aunque nos dé reflujo, alergia, y dolor de cabeza, acepte la cafeína, el azúcar, la grasa y demás cosas que trae el evangelio. Reconociendo que le va a causar ciertas molestias, pero el evangelio sin molestias no está haciendo ningún efecto.

Fortifiquémonos. Las fuerzas que nos rodean quieren derrumbar nuestro edificio espiritual, pero venceremos por el Espíritu de verdad. El Hijo del Hombre viene ¿Hallará fe en la tierra?

Es necesario orar para aumentar nuestra fe. No basta solo con creer. Los demonios también creen y tiemblan. Jesús cuando hizo esta pregunta “Hallara fe en la tierra cuando venga el hijo de Dios” terminaba la hablar sobre ser persistente en la oración.

18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?

El propósito de esta parábola, en palabras del evangelista Lucas, era enseñar a sus discípulos la necesidad de la oración perseverante, y por esto se nos presenta el ejemplo de la persistencia de esta viuda, la cual pudo lograr que un juez tan malo como el descrito allí le hiciera justicia.

La injusticia es una de las características de nuestro mundo, y por eso la esperanza del creyente no está en esperar que este mundo se tornará mejor, sino en el retorno glorioso de Jesucristo al final de la historia. Mientras tanto, es el deber de los cristianos mantenerse suplicando en oración que Dios haga justicia.

La mayoría cree en la oración, pero ¿cuántos creen en orar constantemente? Hay quienes creen que orar es una buena idea pero no lo ven como una necesidad, pero Jesús lo cree así.

El orar constantemente es una necesidad, puesto que algunas batallas requieren algo más que una breve invocación.

A veces Dios puede retrasar la respuesta a nuestras oraciones. Pero el retraso divino no significa negativa divina. Puede ser que Él pretenda usar el retraso como una herramienta para probar y fortalecer nuestra fe. Además, Él escogió retrasarse hasta la fecha designada. Él tiene un tiempo.

Por medio de la oración con súplica y acción de gracias, mostramos que sabemos y estamos confiados en que Él contestará de la mejor forma y en el momento oportuno, de acuerdo a Su voluntad. Nosotros debemos permanecer firmes, fieles, y mantener una comunión inquebrantable con Él.

Conclusión

Sólo la fe nos inspirará a persistir a pesar de las dificultades, los obstáculos y la oposición. Es una fe que debemos pedir a Dios que nos dé, y una que también debemos ejercitar cada día, de modo que no vivamos tanto por la vista, sino en la práctica continua de la confianza en el Señor y sus promesas.

La incredulidad es otra de las notas que describe nuestro mundo. Pero cuando Cristo vuelva, es posible que la fe esté en su nivel más bajo. “La pregunta de Jesús implica que tal fe no será hallada en la tierra a menos que sus discípulos aprendan a orar siempre y no desmayar.” Propongámonos, en dependencia de Dios, que con nosotros será diferente, porque “nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma” (Hebreos 10:39).

© Elena Sarazua. Todos los derechos reservados.

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