Las riquezas temporales

Pedro Blanco

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Bosquejos Biblicos.. Enriquecidos en Cristo

Las riquezas temporales

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Debemos confiar en Dios

Como hijos de Dios sabemos que debemos confiar solo en Él. Ya que sabemos que no es con nuestra fuerza, sino con su Espíritu como venceremos. Es así que le entregamos nuestro matrimonio, nuestros hijos. Le entregamos cada uno de nuestros problemas. En cambio, parece ser que en el área económica sabemos mas que aquel que es el dueño de todo. Pues “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:8).

Confiamos en todo en el Señor, pero nos cuesta creer que Él puede manejar nuestra economía, nuestras finanzas. Comenzamos a afanarnos por las cosas materiales, vemos lo que el mundo hace y los problemas que se ocasionan. Pero no vemos la creación maravillosa de Dios. “Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”. (Mateo 6:28-29).

Hay un solo Dios y hay un único plan económico

Buscar el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33). Buscar el reino de Dios significa entregar a Dios lo que es de Dios, y de Dios son los diezmos, las ofrendas y las primicias. ¿O es que aún piensas como el mundo piensa? “¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo” (Proverbios 23:5).

Renueva tu mente y tus pensamientos. “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. (2 Corintios 10:5). Involucrarte en el plan económico de Dios, y obtendrás la mayor cosecha de tu vida, ya que sembraste en la mejor tierra. Sembraste  en aquella que recibe la lluvia temprana, y también la tardía. Recuerda que es Dios “El que da semilla al sembrador” (2 Corintios 9:10). Solamente si tu siembras recibirás mas semillas.

Riquezas temporales – ¿Acumulando riquezas?

El mundo acumula riquezas, y muchas veces como cristianos también pensamos: ¿cómo es esto posible, que el impío sin cumplir la Escritura pueda estar en mejor posición que los hijos de Dios?En el pasaje que leímos en un principio esta la explicación bíblica. “Amontonan plata como polvo y ropa como lodo”.

Poseerán riquezas materiales en abundancia, les será tan común como el polvo o el lodo; y tendrán una casa, una familia aparentemente fuerte y consolidada pero no podrán disfrutar de ella.  Pes la Palabra nos dice que “El justo se vestirá y el inocente repartirá la plata” (vers. 17).

El justo disfrutará honestamente de las riquezas que el impío acumuló deshonestamente. El inocente no hará de la plata un tesoro al cual aferrarse, sino que la repartirá a quien la necesite. Y esa familia que parecía estar consolidada alrededor de su riqueza, será tan inestable como huevo de polilla, o como enramada construida para la siega y que luego se desarma rápidamente. ¿Cuántas familias son destruidas juntamente con la pérdida de su poder económico?

Riquezas temporales – Temporalidad del hombre

La temporalidad del hombre hace que busque lo temporal, y las riquezas temporales son solamente eso, riquezas temporales. “Ricos se acostarán y al abrir los ojos nada tendrán”.

Verdaderamente esas riquezas pueden desaparecer en un instante, en un abrir y cerrar de ojos como consecuencia de un mal negocio, una mala inversión o una simple equivocación.

Mas quienes recibieron la sabiduría de Dios, quienes insertaron Su palabra en su corazón, y la pusieron por obra dejando de lado sus propios pensamientos, su propio criterio o sus propios conocimientos, aplicando en ellos el plan de Dios para sus finanzas, entregando sus diezmos, ofrendas y primicias, habrán comenzado a “Hacer tesoros en los cielos, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan” (Mateo 6:20). Habrán comenzado a hacer tesoros eternos, que no podrán ser saqueados por nadie.

Las riquezas temporales

Las riquezas temporales podríamos decir que se hallan en la superficie de la tierra. Por ello se pueden amontonar como polvo. Son fáciles de hallar como el hierro, y es por esto que su valor es escaso. Cuestan poco conseguirlos y escaso es su valor.

Lo necesario para subsistir, lo imprescindible lo obtenemos en la superficie de la tierra y con escaso trabajo, plantamos trigo y tendremos harina para nuestro pan, y podremos con él alimentar la precariedad de nuestro cuerpo mortal. Pero las piedras de valor, los diamantes o los zafiros se hallan en la profundidad de la tierra.

Las cosas de verdadero valor no se hallan en la superficie y son escasas. Para lograrlas debemos primero localizarlas y luego sumergirnos. Penetrar en las profundidades de la tierra, y correr los riesgos que esto implica para poder extraerlas.

Dios dota al hombre de sabiduría

Es Dios quien dota al hombre de la sabiduría para romper la piedra, para cavar esas galerías en lo profundo de la tierra. Es Dios quien enseña al hombre a desviar las corrientes de las aguas para que no afecten o destruyan su trabajo. “Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene la sabiduría y el conocimiento” (Proverbios  2:6).

Debemos tener claro que si queremos las joyas de Dios, los verdaderos tesoros que son los eternos, debemos primero localizarlos. En esto ya tenemos una ventaja, ya dimos el primer paso de localizar las riquezas cuando conocimos la joya mas preciosa que existe. Cuando conocimos a Jesús, y descubrimos las promesas eternas establecidas en Su palabra.

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Pedro Blanco
Autor

Pedro Blanco

Fiel siervo de Jesucristo, y amante de la palabra de Dios. Me gusta redactar mensajes cristianos para compartir. Es mi oración que las redacciones que publico te sirvan de bendición, y edifiquen tu fe.

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