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Los discípulos de Jesús, personas que siguen al único perfecto

En esta prédica aprende cómo los discípulos de Jesús eran personas imperfectas. Descubre como la imperfección humana se confronta con la perfección divina y cómo todos, independientemente de nuestros fallos, podemos aspirar a una vida guiada por Cristo

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Los discípulos de Jesús

Terma: Personas imperfectas que siguen al único perfecto

Predica cristiana lectura bíblica de hoy: Filipenses 3:12

Introducción

Estos estudios bíblicos tienen un objetivo muy claro y sencillo: recordar que todos los seres humanos somos imperfectos y que por más que haya algunos que nos autoproclamemos cristianos, discípulos de Jesús, etc. Todos seguiremos siendo falibles. Por tanto, nuestra mirada debe estar fija en Dios, no en los hombres. Este mensaje ha sido motivado en parte por un pretexto en común de muchas personas que no han aceptado a Jesús en su corazón, el cual suena a algo como esto: “mira lo que él/ella hace, y dice que es cristiano(a).”

Dicho pretexto es utilizado para cerrar las puertas al mensaje de salvación. Y si bien es incorrecto dar un mal testimonio, no habrá jamás sobre la tierra una iglesia en la que todos sus miembros hagan siempre todo bien.

La vida en Cristo

Todos debemos entender que la vida en Cristo es un proceso que lleva toda nuestra existencia. Siempre vamos a estar aprendiendo y necesitando ser enseñados. Por tanto, recuerde que no hay cristiano sin mancha porque el único que no posee defecto alguno es Dios.

Vamos a examinar algunos detalles de tres personajes bíblicos. Notaremos la razón de la buena fama que tienen, pero también algunos errores que cometieron y que hoy serían motivo incluso de ir a prisión.

No obstante, Dios los aceptaba como ellos eran; se arrepentían de sus pecados. Él los perdonaba, ellos le seguían y cumplieron el propósito que Dios tenía para sus vidas. Igual a como nos trata a todos hoy, para que también cumplamos el propósito que Él tiene para nosotros.

I. David, un hombre conforme al corazón de Dios (Hechos 13:22)

El primer personaje que vamos a ver es el rey David, un hombre a quien Dios mismo consideró como conforme a Su corazón. No obstante cometió errores como todo ser humano.

A. Cometió adulterio (2 Samuel 11:1-5)

Hoy en día, escuchar que algún cristiano caiga en adulterio es casi una sentencia fatal en muchos lugares. Es algo inaceptable y que se puede utilizar para desprestigiar no solo a él/ella mismo(a) sino también a la congregación adonde pertenece.

Pues bien, el rey David, ese hombre conforme al corazón de Dios, cometió ese pecado. Pero lo que hay que destacar fue lo que sucedió después, porque él se arrepintió con todo su corazón y dio frutos de ese arrepentimiento. Por tanto recibió el perdón de Dios.

B. Autor intelectual de un homicidio (2 Samuel 11:14-15)

Aparte de haber cometido adulterio, el rey David planeó el asesinato del esposo de la mujer con quien adulteró. En las legislaciones de algunos países hoy en día, el proceder de David es conocido como ‘autoría intelectual de homicidio’, y acarrea varios años de prisión.

Pero de nuevo, lo que debemos aprender no es tanto el error en sí, sino la actitud frente a él: el arrepentimiento genuino.

C. Su corazón era sensible al arrepentimiento (Salmo 51)

Como se ha mencionado en los dos puntos previos, David se arrepintió de sus pecados, siempre lo hizo. El Salmo 51 refleja las emociones y el estado interno de David, son palabras de un hombre afligido y dolido por su propio pecado. Debemos aprender a ser sensibles cuando erramos, para arrepentirnos siempre y no entristecer a Dios.

II. Abraham, el padre de la fe

Abraham es conocido como todo un hombre de fe. Su fe tenía la particularidad de que estaba basada en una relación literalmente personal con Dios, ya que no había una sola página de la biblia para ese entonces. No obstante, y aún después de hablar con Dios, cometió errores.

A. Su temor lo llevó a mentir (Génesis 12:10-20; 20:1-10)

En dos ocasiones Abraham no solo engañó, sino que obligó a su esposa a mentir. Él tuvo temor de ser asesinado porque consideraba que su mujer era tan hermosa que podían quitarle la vida para llevársela, por lo que acordó con ella decir que eran hermanos.

¿Le faltó confianza en Dios al padre de la fe?

B. Creyó a Dios sin tener una sola página de la biblia (Romanos 4:9-11)

Abraham, a pesar de los errores cometidos, siempre tuvo a Dios como su máxima autoridad y cada vez su fe se fortalecía más. No fue perfecto, y aun así, Dios lo llamó su amigo (Santiago 2:23).

III. Pedro, discípulo fiel de Jesús

Pedro tuvo un privilegio que solo 12 personas tuvieron: anduvo con Jesús durante varios años. Caminaban juntos, cenaban juntos, se hospedaban en el mismo lugar, era espectador de lujo de los milagros de Cristo, lo vio crucificado, resucitado y luego ascender al cielo. Después de todo esto, ¡Pedro tenía que ser un santo y perfecto hombre!

Pero no. Antes, durante y después de estar con Cristo, siguió siendo un hombre sujeto a defectos que tuvo que corregir.

A. Negó a Jesús tres veces, además lanzó insultos (Mateo 26:69-75)

La primera prueba de fuego lejos de Jesús tuvo como resultado la negación. Muchos ya saben la historia: Pedro no solo negó haber caminado con Jesús sino también promulgó insultos y maldiciones delante de quienes lo confrontaron.

B. Tentativa de homicidio (Juan 18:10-11)

Cuando fueron a capturar al Señor Jesús, Pedro, sabiendo que eso hacía parte del propósito de la vida del Maestro aquí en la tierra, igual tomó su arma (además andaba armado) e intentó asesinar a uno de quienes iban a capturar a Jesucristo. El pasaje relata que solo le cortó la oreja, pero no parece que Pedro hubiese querido cortar solo eso.

C. Fue uno de los mayores líderes de la iglesia (Mateo 16:18-19)

Con todo y sus errores, Pedro era un hombre sensible a la voz de Dios. Por más impulsivo que era, cada año que pasaba, más cerca estaba de Dios y su vida cambiaba para agradarle a él. El señor Jesús le encomendó sus ovejas (Juan 21:17).

Conclusión

Apreciados hermanos, estos estudios bíblicos han sido bastante sintéticos en mencionar algunos pasajes de la vida de tres grandes hombres que aparecen en la palabra de Dios. De ellos naturalmente se puede hablar mucho más, pero estos detalles son más que suficientes para extraer una enseñanza muy sencilla: todos los seres humanos somos falibles, imperfectos y dignos de misericordia.

David, Abraham y Pedro eran personas como usted y yo, y si aun teniendo una relación extraordinariamente cercana con Dios cometían errores garrafales, pues podemos decir que nosotros también somos muy susceptibles a fallar.

Cuando usted cometa algún error, arrepiéntase. Si otro hermano suyo falla, ayúdelo a levantarse. Si usted aún no ha decidido seguir a Cristo y ve fallar a los que sí tratan de seguirlo, no los juzgue.

La iglesia está llena de humanos defectuosos, la diferencia es que están buscando al mejor médico de todos: Jesús.

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