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Ser un patriarca

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Ser un patriarca

Predica Cristiana Texto Biblico: Éxodo 34:9-10 “Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo duro de cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad. Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque cosa tremenda la que yo haré contigo”.

Introducción

Ser un patriarca debería ser el anhelo de todo cristiano que tenga en su corazón en dejar en el camino del Señor a todas sus generaciones venideras. Ser un patriarca es provocar que nuestras generaciones venideras no solo sean salvas, sino que además para ellos será su estilo de vida.

No se de qué manera, o con qué parámetros podríamos medir el amor que tenemos para con nuestros hijos. Pero como estamos en el camino del Señor, tenemos un parámetro bíblico para medir. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

La unidad de medida

Es evidente que la unidad de medida es grande y dura. No sé cuantos estarían dispuestos a entregar a su hijo en sacrificio para beneficiar a otros. Para otorgar beneficios aún a aquellos que nos han vituperado. Sacrificar un hijo para dar beneficios a quienes han guerreado en nuestra contra en algún momento, y han hablado barbaridades de nosotros.

Todo ser viviente ama a sus hijos, y no importa el sacrificio que debe hacer para darles seguridad. Como cristianos ha llegado el momento de nuestro sacrificio y dedicación para brindar seguridad a nuestros hijos. Estamos hablando de darles seguridad espiritual y la vida eterna de Cristo. Ha llegado el momento de transformarnos en patriarcas de nuestras próximas generaciones.

Patriarca

Patriarca es una palabra compuesta de dos raíces, “Patria” que significa raza o país y “Archein” que es comandante. Vemos entonces que ser un patriarca es ser el comandante, el jefe y padre de una familia o un clan. Es así que el Nuevo Testamento da como patriarca al antecesor del pueblo hebreo. Se considera patriarca a Abraham (Hebreos 7:4), a los hijos de Jacob (Hechos 7:8-9) y a David (Hechos 2:29). Un patriarca, como jefe de familia debía oficiar de sacerdote dentro de su grupo familiar, y Dios se revelaba a él.

Tal vez a estas alturas ya te has dado cuenta de la dirección del mensaje de hoy. Hemos hablado del amor por nuestros hijos, de que no deben importar los sacrificios que hacemos por ellos. Y hemos hablado de brindar seguridad y vida eterna a nuestras generaciones venideras, a través del conocimiento de Cristo.

Un nuevo comienzo

Este es el momento en que Dios nos está diciendo para que marquemos un hito. Un nuevo comienzo en nuestra vida de padres, para transformarnos en patriarcas que afecten y guíen todas nuestras generaciones venideras encaminándolas por las buenas sendas de Jesucristo. Encausando sus vidas bajo la luz del evangelio, y la palabra del Señor.

Hoy tu eres un cristiano, el Espíritu Santo ha hecho morada en ti. Así también tienes la maravillosa oportunidad y poder para cambiar la historia de tu familia por el resto de las generaciones venideras, transformándote en un patriarca que deje la familia encausada en los caminos del Señor y bajo la guía del Espíritu Santo.

Formador de sueños

Debes transformarte en un formador de sueños. En un patriarca que como un cometa deje tras de si una estela de mejores personas. Una estela de personas llenas del Espíritu y de la palabra de Dios.

Quizás por muchas generaciones en tu familia solo existieron los destructores de sueños. Quizás por generaciones completas solo has visto a personas que dejaban familias completas destruidas por los vicios del alcohol, el cigarrillo o las drogas. O has visto como generaciones completas se han sido sometidas por el flagelo de la prostitución, de la homosexualidad o el lesbianismo.

Tal vez has visto en tu familia las consecuencias del divorcio o la separación y las marcas que dejan sobre los hijos. Podrías decir que durante tu vida solamente viste a los rompe sueños, a todas aquellas personas o cosas que al pasar dejaron tras ellos la destrucción de las familias por generaciones.

Los rompe sueños solamente dejan tras de sí una estela de dolor, tristeza y destrucción. Los rompe sueños solo producen alejamiento de Dios y de su Palabra. ¿Cuantas veces habrá llegado la palabra de Dios a la familia y fue desechada? Si hoy lo pudieran hacer todas las generaciones anteriores tal vez recapacitarían con la propia palabra del Señor. “!Oh, si hubiera atendido a mis mandamientos¡ Fuera entonces tu paz como un río. Y tu justicia como las ondas del mar. Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado, ni raído de mi presencia”. (Isaías 48:18-19).

Nueva criatura

Pero considera que la situación ha cambiado. Pues, “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Eres tu quien tiene el privilegio, en realidad tienes la obligación de cambiar tu vida y la de tus generaciones venideras.

Hoy tu puedes convertirte en un patriarca formador de los sueños que han de perdurar a través de todas las generaciones, hasta que el Señor venga en gloria a buscar su iglesia, para que juntos vayamos a su presencia y le podamos adorar eternamente.

El llamado del Señor en este tiempo, es para que dejes de ser el padre bueno que permite tantas cosas a sus hijos a pesar de que sabes que no son convenientes. Recuerda que “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas me convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. (1 Corintios 6:10).

Cortar ataduras

En este tiempo debes de cortar toda atadura que mantienes con el mundo. Corta con toda relación con el pecado, para transformarte en ese líder patriarcal que no duda a la hora de marcar un rumbo de santidad, cuanto menos puede dudar si el camino a marcar es el mismísimo camino del Señor.

La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre” (Proverbios 29:15). Deja de ser el padre bueno y permisivo para transformarte en el buen padre que guía a sus hijos hacia la tierra prometida, hacia la tierra de bendición que Dios te ha prometido. “Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma”. (Proverbios 29:17).

Dios le entregó la tierra a Josué (Josué 1:3-4), diciéndole que nadie le podría hacer frente en todos los días de su vida (Josué 1:5) y que repartiría esa tierra por heredad. Tú, como patriarca, podrás repartir por heredad la bendición, el gozo y la felicidad de estar en el camino del Señor a tu próxima generación. Pero también habrás dado el primer paso. Habrás abierto el camino de la bendición a todas las generaciones venideras en Cristo Jesús, y nadie podrá hacerte frente si vas revestidos de la armadura de Dios (Efesios 6:10-20).

Obedecer la palabra de Dios

Solamente debes cumplir con lo requerido a Josué. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”. (Josué 1:8).

Comienza ya, este es el tiempo de la victoria sin importar todo lo sucedido anteriormente. Este es el tiempo en que tu debes comenzar a repartir las bendición por heredad. No estarás solo en esta conquista, recuerda que tienes pastores, líderes y hermanos que te ayudarán física y espiritualmente en ella porque así lo establece el Señor.

Mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis, hasta tanto que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también posean la tierra que Jehová vuestro Dios les da”. (Josué 1:14-15).

Tu eres el líder

Tu eres el líder, el guía en tu hogar y de tu familia. Pero no desestimes el consejo, la ayuda que te brindan tus pastores y hermanos. Recuerda que “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman”. (Proverbios 15:22). No te cierres en tus propias opiniones y criterios

Para ser un patriarca debes aprender a confiar y a recibir la ayuda que necesites. Los espías que Josué envió a reconocer la tierra fueron ayudados por una ramera. Aún el hermano mas desechado de la congregación puede ser usado por el Señor. Puede ser usado para ayudarte en la conquista, si está en santidad y bien encaminado en las cosas de Dios.

Formador de sueños

El Señor te dará el discernimiento necesario para que te transformes en un patriarca formador de sueños. “El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado”.(Proverbios 16:20).

Dios llamó a Abraham a dejar su nación a causa de la idolatría que allí se movía. El Señor lo llevó a dejar a su familia y la casa de sus padres, para transformarse en un patriarca formador de sueños. A Abraham no le importó dejar atrás su vida pasada, sus riquezas materiales o los sacrificios a realizar. Abraham cumplió con la voluntad de Dios, y aún hoy continuamos viviendo esos sueños. Aún hoy nos movemos como hijos de Abraham, como hijos de la fe.

El Jordán en tu vida

Volvamos al Libro de Josué. “Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán”. (Josué 3:13).

No importa lo grande que puede ser el Jordán que debas pasar para conquistar tu tierra, y convertirte en un patriarca. Solamente debes levantarte como sacerdote de tu hogar. Tienes que levantarte firme, en santidad y comunión con tu Padre celestial.

El resultado sera que en el momento en que tus pies se posen sobre esta tierra, las aguas del Jordán se detendrán. La corriente del mundo que venía afectando esa tierra, que venía azotando tu familia desde muchas generaciones anteriores se detendrá. Las aguas se dividirán para que tu puedas convertirte en ese patriarca que marque el camino de todas las generaciones venideras.

Ahora solo resta que cada uno entrone al Señor en el lugar mas alto de sus corazón, para que generación tras generación conmemore el día en que las aguas se dividieron en ese hogar. Para conmemorar el día en que las corrientes del mundo se detuvieron para que tu familia pudiera tomar posesión de la paz, gozo y felicidad que el Señor nos promete en su Palabra, dando lugar a tu conversión en un patriarca.

Ese día en que como Moisés proclamaste: “¡Jehová¡ ¡Jehová¡ fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. (Éxodo 34:6-7).

Conclusión

Si dispones tu corazón para convertirte en un patriarca que encamine todas las generaciones venideras en los caminos del Dios, hoy el Señor quiere decirte. “¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día te bendeciré”. (Hageo 2:19).

Solamente dispone tu corazón para la transformación. El Señor será quien haga la obra para que sean bendecidas todas tus generaciones.

© Reenier Gonzalo Prado. Todos los derechos reservados.

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