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Mantenerse en la vid

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de hoy: Mantenerse en la vid

Predica Cristiana Texto Bíblico: Juan 15:1-8

Introduccion:

Es importante que sepamos que sin Cristo no podremos llegar a un buen destino. Si no nos tomamos de Su mano no podemos ser guiados de manera correcta. Nunca podremos llevar frutos buenos en nuestra vida, por lo que se requiere estar en Él para que nos ayude a dar buenos frutos (todo lo que tenga que ver con la piedad)

¿Cuántos queremos llevar buenos frutos en nuestra vida? Jesucristo nos proporciona lo necesario para dar frutos de justicia. Él es la vid verdadera, la genuina y nosotros los pámpanos que dependemos de Él para dar fruto bueno.

En el momento que somos nacidos de nuevo somos injertados en Cristo. Antes vivíamos separados de Él y ahora mediante su gracia estamos en Él y Él en nosotros. Por lo tanto nuestro fruto debe ser bueno porque la semilla del precioso evangelio que ha llegado a nuestra vida es buena. Es imposible que la semilla sea buena y no de fruto bueno.

Jesucristo es la vid y nosotros los pámpanos

Lo que supone esta metáfora al ser nosotros los pámpanos, que Jesucristo es la raíz o la savia que alimenta todo el árbol. ¿Qué le acontecerá a una planta si se le quita la raíz? Se seca porque la raíz es la que nutre toda la planta, la raíz es la que le otorga vida.

¿Cuántos pámpanos habrá en una vid (en una planta de uvas)? Muchísimas y las que hay se van extendiendo cada vez más y más conforme pasa el tiempo. Es algo hermoso pensar que en todo el mundo hay personas que están en la vid, y todos conformamos el cuerpo de Jesucristo, porque Jesucristo es el centro de la unidad cristiana, y Dios es el que cuida de su iglesia.

Dios está al pendiente de lo que le acontece. Dios no descansa en trabajar con su iglesia. Él está vigilante con ella, él es quien manda en su cuerpo que es la iglesia, él es la cabeza. Por lo tanto como Él sustenta a su iglesia, el creyente de Jesucristo debe ir demostrando en su vida los frutos buenos,

¿Qué es lo que usted se esperaría que hubiera en una vid?

Quiere encontrar uvas jugosas muy deliciosas, pero ¿si no los hubiera? Entonces aparenta ser un árbol bueno pero el fruto es muy distinto. Estas son las vides salvajes o silvestres, no cultivadas, que poseen unas hojas más ásperas, y las uvas son pequeñas y de sabor agrio.

Esto simboliza el mal fruto pecaminoso que puede dar uno que se hace llamar cristiano. ¿Usted qué tipo de fruto da, el que es labrado por Dios y sustentado por Jesucristo que es la savia? O ¿el que se da sin ningún tipo de cuidados, de las vides salvajes o silvestres?

Esto era lo que pasaba con Israel tenían el cuidado de Dios y estaban dando fruto malo. Y eso puede pasar con cualquier tipo de creyente. Es allí la importancia de dar siempre buenos frutos en nuestra vida.

Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. 9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 11 llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.Filipenses 1:8-11

¿De qué debemos de estar llenos?

De frutos de justicia lo que concierne a un hijo de Dios, que se produce por medio de Jesucristo (la raíz o la savia que nutre a los pámpanos para que puedan dar frutos)

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;Colosenses 1:9-10

Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios. Somos llamados a llevar fruto bueno y de manera abundante. Es muy triste ver a algunos creyentes que han hecho su confesión de fe, pero dudan de su salvación. Por lo tanto todos sus frutos siguen siendo iguales o peores que antes de conocer.

Eso no es una salvación genuina, porque el que es salvo de manera genuina este tiene que llevar buenos frutos como testimonio de lo que Dios hizo y sigue haciendo en su vida de manera progresiva hasta que el día sea perfecto. Por lo tanto debemos de estar bien seguros de que somos hijos de Dios, para que así podamos dar fruto abundante.

Eso fue lo que sucedió con Judas Iscariote que andaba con Jesús. Participaba de muchísimas cosas con Jesús, escuchaba sus enseñanzas pero no tenía la convicción que usted y yo tenemos. Por lo tanto era un malvado y perverso. Tanto así que pecó una y otra vez como sabemos la historia y ¿cómo terminó ahorcándose? Se quitó la vida porque sintió remordimiento de todo lo que había hecho en contra de Jesús.

Pámpanos que no llevan frutos

Al referirse Jesús a aquellos pámpanos que no llevan frutos, se refiere a los cristianos que apostatan de la fe, regresan a su vida pasada, pero ¿qué castigo habrá para ellos?

Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. 21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.Mateo 7:16-21

El cristianismo nos lleva a aun estilo de vida, es algo %100 práctico y no meramente un dicho. Recordemos que las palabras se las lleva el viento.

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.Efesios 2:10

¿Qué pasa con aquellos que se dicen ser cristianos y no practican la palabra del Señor?

Una de dos, o Dios está queriendo trabajar en esa área de su vida y él no se somete a lo que Dios quiere en su vida (rebeldía) o nunca ha experimentado una genuina salvación y vive engañado.

Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.1 Juan 2:19-20

Todo aquel que dice tener a Dios y no vive conforme a lo que Jesucristo enseña en su palabra, no le pertenece a Dios y muchos viven engañados pensando en que son cristianos y viviendo como les da su gana o como vive el mundo.

Por lo tanto el que es hijo de Dios cumple los mandamientos de Jesucristo. O ¿se va a excusar en que nadie es perfecto para seguir en el pecado? Jesucristo es perfecto y somos sus discípulos y queremos ser como él es. Él es quien nos ha salvado de la condenación del pecado. Él es quien nos promete heredar el reino de los cielos.

Vimos el pámpano que no lleva fruto será quitado, pero el que lleva fruto lo limpiara para que lleve más fruto, esto es podar al árbol.

Muchos jardineros utilizan este método para ayudar al árbol a crecer de manera saludable y así que pueda dar sus frutos con mayor fuerza. Esto nos habla de sufrimiento o algo que va en contra de la voluntad del hombre de Dios para que lleve más fruto. Podar significa: Cortar o quitar las ramas que no son necesarias de los árboles o plantas para que crezcan y se desarrollen con más fuerza.

¿Cuántas ramas innecesarias quiere el Señor quitar de usted?

Esto se da cuando el Señor nos habla y nos dice que tenemos que dejar ciertas cosas y nos aferramos a esas ramas que disminuyen la fructificación en nuestra vida espiritual. Por lo tanto se requiere que seamos limpiados. ¿Quiere en verdad desarrollarse aún más en su vida espiritual? Necesita ser podado, ¿quiere dar fruto abundante?

Es inherente que Dios quite las ramas que estorban (pecado) para que usted esté dando fruto abundante. Se requiere de una poda espiritual. Jesucristo es el que nos va a juzgar.

¿Hay alguien perfecto aquí entre nosotros que nunca falla?

Todos fallamos y mucho como dice en Santiago 3:1-2. “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. 2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

Así que, aún el pámpano que está dando buen fruto, tiene algo sucio o defectuoso que se tiene que cortar, por lo tanto necesita ser podado y limpiado para que lleve más fruto, eso es lo que Dios quiere hacer en nuestra vida.

A veces el esfuerzo que se hace por vencer un defecto da origen a otro defecto, y es el cuento de nunca acabar en nuestra humana debilidad que corre hacia la perfección. Fíjese que Satanás no solo puede sacar ventaja de nuestros defectos sino también de nuestras virtudes.

No debemos de olvidar sus maquinaciones, debemos en todo tiempo estar alertas al engaño que él pone en nuestro paso, y no dejarnos envolver, recordemos que tenemos un dominio propio que Dios nos permite tener para saber decidir de manera correcta.

Tiene que pasar esa etapa donde decía: !es que soy débil a la tentación¡… y ser vencedor a través de Jesucristo, sabiendo de antemano que las pruebas o tentaciones son oportunidades de crecimiento espiritual, así bajo esa óptica debemos manejarlo.

Mantenerse en la vid

Somos privilegiados al venir a escuchar la palabra del Señor, porque es a través de ella que nosotros somos limpios por su palabra. A sus discípulos les dice: ” Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” (vers. 3)

Las palabras de Cristo son vida eterna. “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.” (Salmos 119:9). Y para vivirla necesitamos conocerla para que así controle nuestra conducta, recordemos que es nuestra norma de fe a la que debe ajustarse nuestra vida y no que ella se ajuste a nosotros en nuestra manera de pensar.

La palabra del Señor tiene gran impacto en el corazón del hombre. Es lo que hace que la persona reconozca su pecado ante Dios, se arrepienta de todos sus pecados y nazca de nuevo. Dios no suele utilizar algún milagro para que un pecador se arrepienta, sino que es a través del poderoso mensaje de su palabra.

Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Cuando Jesús hace la oración al Padre por sus discípulos le dice al Padre: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad.” (Juan 17:17)

“Permaneced en mí” (vers. 4)

Es mantenerse sin mutación en un mismo lugar, estado o calidad. Hay algunos que andan de aquí para allá, y no buscan a Jesucristo, nunca han tenido un encuentro personal con Jesucristo verdadero. A diferencia de aquel que ya es salvo la evidencia es que permanece en las enseñanzas de Cristo.

Necesitamos permanecer en lo que hemos oído desde el principio, que es el precioso mensaje de Jesús. Debe existir en nuestras vidas una firmeza. Tenemos que estar bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio, aunque veamos que muchos lo hagan.

Es el poder de Dios que nos hace estar firmes mediante la fe que ha sido depositada en nuestro corazón hasta aquel día señalado. Dios es el que pone el temor en nuestros corazones hacia Él para no fallarle y permanecer en Su camino, de esa manera nunca nos apartaremos de Él.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.” (Juan 10:27-29) nos habla de permanecer en Cristo.

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.Romanos 8:37-39

Conclusión

¿Cuántas veces ha pensado abandonar el camino del Señor? No debemos pensar en eso. Necesitamos permanecer en Jesucristo eso es lo que nos hace verdaderos hijos de Dios (aquel que permanece en Dios y en sus enseñanzas), porque el que ha comenzado en nosotros tan buena obra la irá perfeccionando hasta el final. Todo aquel que es de Cristo se purifica, Dios es poderoso para guardarnos de todo mal y sin caída.

Ahora bien, al permanecer en Él de manera natural vamos a manifestar las cosas que Él nos manda porque permanecemos en Él. Es imposible que digamos que permanecemos en Él y no manifestar su vida en nosotros. Para eso nos ha escogido Dios para llevar fruto permanente en nuestro caminar en Él.

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan 15:1-5)

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