Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Texto Biblico: 1 Samuel 26:21-25
Introducción
En la Biblia vemos que Saúl procuraba matar a David. Sin embargo, a pesar de sus las malas intenciones nos damos cuenta que tenía momentos de lucidez y actuaba sabiamente. Esto es lo mismo que sucede con los cristianos a quienes el diablo le entenebrece la mente. Pues a pesar de tener la mente bloqueada por el diablo, tienen momentos de lucidez. Es en esos momentos en los que deben aprovechar para rechazar toda obra de las tinieblas sobre su vida, su mente, y su corazón, para ser libre definitivamente del dominio de Satanás.
Estos momentos de lucidez son los que debemos aprovechar nosotros. Como hijos de Dios debemos hacer la obra de liberación mediante la oración, y la imposición de manos.
Una tremenda bendición
En este pasaje hay una tremenda bendición. Una bendición que es necesario conocerla para que podamos recibirla, y también impartirla a los demás. Comencemos con la frase “…bendito eres tú”. Esto es lo primero que debemos recordar siempre.
Debes recordar siempre que es que no eres cualquier persona del mundo. Tu eres un hijo de Dios, y por lo tanto eres alguien que cuenta con la bendición de Dios. Eso también debes recordárselo a los demás hermanos. Dile ahora a tu hermano: No eres cualquier persona, eres un hijo de Dios y por lo tanto eres bendito.
La duda
A continuación, el texto nos dice que nuestro accionar debe ser “… sin duda”. No hay mayor obstáculo para el desarrollo y crecimiento del cristiano que dudar. Dudar nuestras capacidades en Cristo, y de lo que Dios ya ha colocado en cada uno de nosotros. El dudar de esto es igual que dudar que Dios tiene el poder para hacer todas las cosas (Lucas 1:37).
Cuando comprendas que no eres cualquier persona sino que eres un bendito hijo de Dios, y no hay dudas de esto en tu corazón, “…emprenderás”. Aquí la palabra nos está hablando de una acción. Está hablando de ponernos en marcha hacia ese futuro próspero en Dios. Para tu desarrollo personal, y para todo aquello que te propongas alcanzar en Cristo, es necesario que lleves a cabo una acción que marque el inicio de lo que quieras lograr y realizar de la mano de Dios para tu vida, y para la obra del Señor.
Conformándonos
Todos los cristianos quisieran hacer algo, pero un problema de muchos cristiano es que se conforman con las cosas pequeñas. Sin embargo, el Señor nos dice que pensemos en “…cosas grandes”. En la vida cristiana te puedes dedicar a alcanzar objetivos grandes o pequeños. Entendiendo que estos no tienen que ver con su tamaño físico sino con su importancia para la obra de Dios.
Es así que te puedes conformar con estar en el grupo de alabanza, o ser un maestro de alabanza porque te preparaste para eso. Puedes conformarte con dar una reflexión, o con predicar la palabra desde el altar, sirviendo a la obra mediante un pastorado porque te preparaste para eso.
Prevalecerás
Lo importante que debes saber como hijo de Dios, es que en todos tus emprendimientos, y frente a todas las circunstancias, “…prevalecerás”. Este es el gran desafío que tenemos por delante los cristianos. Prevalecer frente a las cosas grandes que queremos emprender a pesar de las dificultades. Ya que contamos con “el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno” Efesios 6:16. Después de todo, con nuestra fe puesta en Dios podremos apagar los dardos de dudas que vengan a nosotros.
La tierra está llena de cristianos que han emprendido cosas grandes. Y que han podido prevalecer a pesar de las pruebas, luchas, y dificultades que se les han presentado. Siempre debemos recordar que en el camino de progreso y crecimiento, tenemos que poner por obra la palabra en su ejecución. Ya que “el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” Santiago 1:25.
Debemos tener presente que para poder triunfar, que prevalecer también significa sobresalir. En otras palabras, salir por sobre las cosas y poder conducirlas nosotros mediante el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Prevalecer significa terminar exitosamente lo que hemos emprendido.
Es mantenerse sosteniendo el nivel de pasión y motivación que teníamos en el primer amor durante toda nuestra vida cristiana, continuando con nuestro compromiso con lo que queremos alcanzar en nuestra vida física y espiritual.
Luego la palabra nos dice que después David se fue por su camino. Piensa entonces si no es que a partir de este día no tengas que hacer lo mismo, y comenzar a caminar por donde Dios te ha marcado. O si te has salido de ese camino debas volver al que has dejado.
