El camino que Dios te ha marcado
Pero sea que sigas por el camino que Dios te ha marcado, o retomes el que has dejado, seguirás siendo bendecido a causa de que has tomado conciencia de la bendición que hay en tu vida a consecuencia de ser un hijo de Dios fiel y obediente, y a partir de este estado emprenderás cosas grandes y prevalecerás en ellas de la mano del Señor. Donde prevalecer es que estarás listo para progresar y prosperar conforme a tu obediencia a ese Dios que te dice.
“Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, entendimiento y mayor sabiduría. 16 Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino” Daniel 5:14, 16
Pero vamos a progresar si es que entendemos las tres condiciones fundamentales para nuestro desarrollo en la vida que nos ha dicho el Señor.
La primera condición la hallamos cuando nos dice: “Yo, pues, he oído de ti”.
Te has preguntado alguna vez si se oye de ti en tu círculo de influencia, y qué es lo que dicen de ti como cristiano. Tengamos en cuenta que lo que se escuchaba de Daniel eran todos comentarios positivos. Ya que también se pueden oír de uno cosas negativas. Esto sería como existir o no existir en el reino de Dios. Si no se oye de ti como un verdadero cristiano, difícilmente alguien te tendrá en cuenta ya sea para pedirte un consejo, o para un hacerte un ofrecimiento que te haga progresar.
La segunda condición es “que puedes dar interpretaciones”.
Esto es fundamental para tu propia vida, y para los demás. Ya que es lo que hace que interpretes correctamente la guía y voluntad del Señor. Donde interpretar significa explicar la voluntad de Dios, dando sentido a algo o viendo la realidad personal. Por lo que resulta fundamental interpretar de manera acertada la guía y voluntad divina para ponerla por obra y así prevalecer.
No debemos olvidar que para un cristiano, su progreso y prosperidad estará dado por la manera correcta de interpretar. Primeramente la palabra de Dios. Pero también las cosas, las circunstancias, y los tiempos de Dios para la concreción de Su voluntad.
Y la tercera condición de un buen cristiano es “resolver dificultades”.
No solo describirlas y hablar de ellas, no solo orar por ellas. Sino que además de hablar y orar por ellas, resolverlas sabiendo que como hijo de Dios vamos a prevalecer frente a toda prueba o circunstancia que se nos pudieran presentar.
Hoy el mundo quiere ver la manifestación de los hijos de Dios para poder creer. Hoy más que nunca buscan ver resultados, y dentro de estos resultados está el ver a un cristiano resolver esas dificultades que para otros es imposible hacerlo.
Para resolver dificultades, con lo primero que un cristiano debe contar es con la fe puesta en el Señor. Ya que “sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay” Hebreos 11:6
Después de todo, la fe es la que lo lleva a la convicción de que la dificultad puede ser resuelta, aunque no se queda con esto esperando que aparezca milagrosamente la solución. Sino que busca la solución con la ayuda del Espíritu Santo, buscando la ayuda pastoral y de los hermanos que están firmes en la fe cuando necesite la intervención de otros.
Conclusión
Cuando logres que se hable de lo correcto que eres como cristiano. Cuando se sepa que puedes dar la interpretación correcta a la palabra y guía de Dios. Además, tienes la capacidad en Cristo de resolver dificultades que para el mundo resultan imposibles. Lo que hagas no tendrá techo.
Es a partir de ahí cuando comenzará un progreso constante, logrando recibir el vestido púrpura del reconocimiento no solo de los hermanos sino también del mundo. Recibirás el collar de oro de la prosperidad, y el lugar de la autoridad espiritual que te mereces por tu fidelidad y obediencia al Señor, haciendo crecer y edificando a tu familia y a los demás.
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