El Evangelio es un mensaje poderoso

Cuantas personas se encuentran en el mundo abatidas, aplastadas por las presiones de la vida, llenas de dolor y decepción, cargando su propia bancarrota espiritual, tratando de salvarse a sí mismo, pero sin lograr ningún resultado. Sin perspectiva de triunfo. Para estas personas, el evangelio de Jesucristo tiene buenas noticias. ¿Quién dijo que está todo perdido? En Jesucristo hay esperanza de vida nueva.

La invitación que hace Jesucristo es bien precisa: “Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar.” (Mateo 11:28 PDT).

El evangelio invita a todos los cansados y agobiados de la vida, que vengan y crean y acepten el don de la vida eterna que por medio de Jesucristo se puede experimentar.

Es importante observar que la invitación es “venir a Cristo”. Reunirte en una iglesia es bueno, y más si la iglesia es evangélica que predica a Cristo y la biblia. Pero tu fe no la debes poner en una iglesia, ni en un credo, ni en un clérigo, sino en el Cristo viviente. La salvación sólo se encuentra en Jesucristo.

La biblia afirma: “Sólo Jesús tiene poder para salvar. Sólo él fue enviado por Dios, y en este mundo sólo él tiene poder para salvarnos.” (Hechos 4:12 TLA).

La invitación del evangelio no hace acepción de personas, “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” (Tito 2:11).

El evangelio del Cristo resucitado no niega que en el mundo tendremos aflicciones, que enfrentaremos la enfermedad y algún día moriremos, que habrá conflictos en los hogares, pero con la gran diferencia que enfrentaremos la vida y el mundo con la ayuda del Cristo que nos dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:27). El Cristo que cambia nuestro lamento en baile, nuestra tristeza en alegría, nuestro dolor en gozo.

CONCLUSIONES

Si somos cuidadosos y observamos las medidas sanitarias y de aislamiento que orienta el gobierno y los profesionales de la salud, tenemos un alto por ciento de no contagiarnos con el coronavirus. Pero en cuanto al pecado, el único que tiene la solución a la peor pandemia que sufre el mundo, se llama Jesucristo.

Nos llena de tristeza saber que de los 161 mil fallecidos en el mundo muchos hayan pasado a la eternidad sin Cristo, y nos preocupa que de los más de 598 mil que se han recuperado en el mundo, mueran de cualquier otra enfermedad pero sin conocer a Cristo.

Iglesia de Cristo ¿Qué vamos a hacer después de esta pandemia? ¿seguiremos encerrados en nuestros programas, satisfechos y contentos con nosotros mismos como la Iglesia de Laodicea? ¿alzaremos nuestra vista para ver las necesidades de otros? Aprenderemos a discernir los tiempos y las ocasiones?

Mi llamado es urgente: No es tiempo de aislarse de las personas que necesitan escuchar el evangelio de Cristo. No es tiempo de ignorar las personas que aún sufren y pasan necesidad. Es tiempo de comprometerse con la Gran Comisión de Cristo a la iglesia. Dios plantó a su iglesia para que proclame su Evangelio.

El Evangelio es un Mensaje Poderoso y debemos proclamarlo a los cuatro vientos. “No es antes, no es después, no es cuando tú lo desees, es en el tiempo de Dios”

LLAMADO A LA IGLESIA A PREDICAR ESTE MENSAJE Y NUNCA AVERGONZARSE DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO.

© David N. Zamora. Todos los derechos reservados.

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