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El profeta incomodo

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: El profeta incomodo

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Marcos 16:15

Introducción

Decidí hacer este vídeo de nueva cuenta a instancias de una plática que tuve con una persona cercana a mí. Yo le decía lo necesario que es estar siempre preparado para presentar defensa de la verdad y ella cada vez me decía, no tiene caso, no te mortifiques anunciando la verdad la gente no quiere escuchar, solo pierdes tu tiempo.

Pero el mensajero del Señor tiene la misión de hablar de parte de Yahweh sin importar si la gente oirá o no. El mandamiento es proclamar a toda, repito a TODA creatura.

Cuando me dicen que no tiene caso predicar la verdad porque la gente no cambia, no quiere oí y es además una pérdida de tiempo y mortificación para mi recuerdo una bella ilustración que a la letra dice.

El Valor de un Alma:

Mientras que un anciano caminaba por la playa al amanecer, vio que un joven, unos pasos adelante, iba recogiendo de la arena estrellas de mar, que luego las arrojaba al mar. Por último, al llegar hasta el joven, el viejo le preguntó ¿por qué hacía eso?

La respuesta fue: Las estrellas de mar extraviadas en la arena morirían si las dejaba allí hasta que el sol calentara la playa. Pero hay muchos kilómetros de playa, y hay allí millares de estrellas de mar. ¿Habrá alguna diferencia después de ese esfuerzo tuyo? Le dijo el anciano.

El joven miró la estrella de mar que tenía en la mano, la lanzó al mar, y le respondió al anciano: Para esta estrella si hay diferencia. Así debemos ser nosotros los creyentes, tenemos que hacer la labor de salvar almas aunque parezca que no hay diferencia.

Y les dijo: Id por todo el mundo; y predicad el Evangelio a toda criatura“. (Marcos 16:15)

Y a toda nación enseñándoles en toda verdad:

Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén.” (Mateo 28:18-20)

La Escritura llama Noé pregonero de justicia.

y si no perdonó al mundo viejo, mas guardó a Noé, predicador de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de malvados“. (2 Pedro 2:5)

Se dice que Noé predicó por 120 veinte años sin muchas conversiones solo su esposa , hijos y nuera fueron salvos de toda la humanidad.

Si predicáramos solo si la gente escuchara, entonces Noé no fue muy exitoso que digamos.
los cuales en el tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez se esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es a saber, ocho personas fueron salvas por agua.” (1 Pedro 3:20)

Los profetas del antiguo testamento tenían una labor ardua y vituperada, a menudo eran menospreciados y maltratados porque sus mensajes eran a menudo incisivos e hirientes, es decir porque ponían l dedo en la llaga, para aquellos que no querían andar por la senda del bien.

Aquí tenemos a Micaías el profeta incomodo que no se ajustaba a los mensajes halagüeños aduladores de la mayoría de los profetas de la época escuche usted mismo el relato directo de las mismas páginas de la sagrada escritura; Ezequiel 3:17-21.

He aquí el relato de Micaías el profeta incomodo (1 Reyes 22:1-28)

Y qué decir de las palabras de Juan el Bautista que por decir la verdad le costó la vida (Mateo 14:1-12). La verdad siempre va incomodar a alguien. Juan era una voz predicando en el desierto, es decir donde no hay grandes multitudes sino soledad.

Predicar la palabra del Señor está llena de sinsabores pero es nuestro Creador quien nos alienta cuando parece que es una labor ardua y estéril. Elías el profeta llegó a exclamar que el Señor le quitara la vida:

Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh SEÑOR, quita mi alma; que no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido: y he aquí luego un ángel que le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un vaso de agua; y comió y bebió y se volvió a dormir. Y volviendo el ángel del SEÑOR la segunda vez, le tocó, diciendo: Levántate, come; porque gran camino te resta. Se levantó, pues , y comió y bebió; y caminó con la fortaleza de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches, hasta el monte de Dios, Horeb.” (1 Reyes 19:4-8).

El Altísimo, sin embargo fortaleció a Elías y le reanimó.

También Jeremías fue presa del desánimo al ver que su ministerio parecía no rendir frutos y solo le acarreaba escarnio y tribulación.

Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada.” (Jeremías 20:7-11)

Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.” (Marcos 4:9)

Conclusión

La tarea es ardua no hay tiempo para desánimos las almas se pierden.

© Pablo Ortega. Todos los derechos reservados.

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