Muchos pastores y pocas ovejas

La segunda, sensibilidad a las necesidades emocionales, espirituales y en general, físicas de las multitudes, y la urgente necesidad de ofrecerles una alternativa a través de las Buenas Nuevas; y la tercera, la imposibilidad de enviar obreros a proclamar el evangelio ya que la demanda de hombres y mujeres comprometidos, excede la oferta. Muchos quieren ser pastores y desarrollar sus misiones en las cuatro pareces del templo.

Se requieren ovejas que ganen almas, no pastores que amparados en una credencial, se limiten a dar órdenes a los demás desde la comodidad de sus oficinas, olvidando que son siervos de Jesucristo y no generales que ganan batallas desde los escritorios. Hay muchos pastores y pocas ovejas…

Ningún esfuerzo será jamás suficiente

Aun cuando comparto mi responsabilidad eclesial con un trabajo secular para la manutención de mi familia, lo que me obliga a pasar largas horas—incluso en la noche y la madrugada—preparando material, considero que nada de lo que haga jamás será suficiente nen el compromiso de quienes desempeñamos el ministerio pastoral. Siempre faltará “una milla más”.

El Señor Jesús compartió una conmovedora parábola cuando compartió a sus discípulos y a nosotros hoy:

»¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve en las colinas para ir en busca de la extraviada? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se pondrá más feliz por esa sola oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.” (Mateo 18:12-14, Nueva Versión Internacional)

Siempre he pensado y lo sostengo públicamente que el ejercicio pastoral no debe circunscribirse a predicar un sermón desde el púlpito. Aunque suene como una herejía, me atrevo a afirmar que es la tarea más fácil. Lo verdaderamente complejo, y que no podemos eludir, es esforzarnos hasta el límite por una sola alma.

El hecho de que una persona haya sido ganada para Cristo y se asegure su continuidad en los caminos del Señor, evidencia que hemos avanzado de manera significativamente.

Lamentablemente hay quienes se tornan “ejecutivos de púlpito”, ocupados en reuniones, ajenos a la tarea de esforzarse, con ayuda de Dios, para alcanzar a millares de hombres, mujeres y niños que precisamente ahora, mientras usted y yo estamos en este texto, irán a la eternidad sin Cristo porque no hubo nadie que les predicara. Hay muchos pastores pero pocas ovejas

Disponibilidad permanente

Con frecuencia escucho críticas porque todos los artículos y materiales que escribo y publico, incluyen el número del teléfono móvil. “¿Es que no tienes familia para dedicarles tiempo?¿Acaso no consideras justo y apenas natural que un pastor o líder saque tiempo para la privacidad?”, me dicen.

Mi respuesta les desconcierta como tal vez a usted ahora: “Los ministros de Jesucristo tenemos un llamamiento a tiempo completo, que exige dedicación las veinticuatro horas del día”.

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