El gusano dentro de la manzana

Mi querido amigo ponga atención lo que le estoy diciendo. Lo dice la biblia, no lo digo yo. La biblia nos está indicando que tu nieto, tu nieta, tu hijo, tu hija, son hijos de la ira. Y el Espíritu Santo tiene que mover cierta clase de ignorancia o  desconocimiento de su corazón. Pensamos que un hombre es malvado por lo que hace, o que es pecador porque miente, porque roba, o porque es adúltero.

Quiero aclararte que no es pecador porque hace estas cosas. Más bien hace estas cosas porque es un pecador. Así que un hombre no es mentiroso porque dice mentiras; dice mentiras porque es mentiroso. Un hombre no es ladrón porque roba; más bien el roba porque es un ladrón.

Jesús dice que todas estas cosas salen desde adentro de nuestro corazón. Mire si usted encuentra un hueco en una manzana, no se preocupe si es que hay un gusano adentro. Tal vez ya no hay, lo que me indica es que si hubo un gusano. 

No es un hueco para entrar si no para salir, porque ese gusano nació dentro de la manzana. Pues los gusanos ponen sus huevos cuando la manzana estaba en flor, y una vez que crece la manzana el gusano se desarrolla y sale.

Ahora quiero indicarles que en la misma flor, orden de la naturaleza humana, hay un gusano que la biblia lo llama pecado. Y lo que vemos salir hacia fuera, es la naturaleza humana que es el pecado, es lo que llevamos dentro.

A un perro con rabia lo matan porque lo que es capaz de hacer. De igual, el pecado es lo que que nosotros somos capaz de hacer. El pecado que está asentado o sembrado en nuestro corazón por naturaleza.

Dios ve si ese gusano sale a la superficie.  Por eso quiero indicar que una renovación no es suficiente. Una persona alcohólica puedes decir que ya no va a tomar, pero después caer en lo mismo.

Si usted toma un árbol, un pedazo de madera grande que está torcido, usted le va a llevar a un aserradero para que lo cuadren para que quede recto. Entonces el carpintero o el maestro lo pondrá en la sierra y lo pasará unas 23456 veces, las veces que sean necesarias, y le entregarán a usted algo totalmente recto.

Pero si usted lo mira bien, y mire el centro del madero, va a ver el corazón que sigue torcido porque eso es lo que está adentro, igual el ser humano. Hay cosas que están adentro que seguirán siendo torcidas por naturaleza, ya que somos renovados pero no transformados.

Usted puede decir soy bueno

Usted puede limpiar su exterior, usted puede decir soy bueno, soy derecho, soy justo, cómo se debe ser, pero ¿qué dice la Biblia acerca de su corazón? Leamos Jeremías 17:9 “Nada hay tan engañoso como el corazón.  No tiene remedio.  ¿Quién puede comprenderlo?”

Por lo tanto, si un borracho deja de tomar, pero no aceptó a Cristo, él se ira el infierno pero sobrio. Entonces el ser humano tiene un problema, y tiene que reconocer que somos pecadores; no por lo que hacemos, sino por lo que somos.

El problema es que tratamos de razonar el pecado para justificarlo o taparlo:

  • Evolucionistas: El hombre es pecador porque no ha tenido suficiente tiempo para desarrollarse.
  • Ambientalistas: Dicen que el hombre es pecador porque ha sido formado y moldeado por influencias externas, y que lo que necesita es un mejor ambiente.
  • Educadores: Que no existe el pecado, sino que más bien es ignorancia. Que si educamos mejor al hombre podríamos eliminar el pecado.

Déjeme comentarle sobre un reporte de una comisión de eruditos, que realizaron sobre la delincuencia juvenil, sobre todo quisiera que me pongan atención los padres:

Ellos en su informe decían: “Cada bebé comienza la vida como un pequeño salvaje por naturaleza egoísta, quiere lo que quiere, cuando quiere, sea alimento, ropa, juguetes, las gafas del tío, el sombrero del abuelo, y si le niega estas cosas, destinará tremenda rabia y agresividad qué si no fuera tan pequeño e indefenso podría llegar hasta el asesinar.”

Esto significa que todos los niños sin excepción son delincuentes en potencia, si se les permite seguir en su egocentrismo cada niño crecería para ser un criminal.

Entonces un hombre es pecador por lo que es, y segundo por lo que hace.

b) Somos pecadores por lo que hacemos

Romanos 3:10 Así está escrito: “No hay un solo justo, ni siquiera uno“. Yo quisiera que usted se diga asimismo en su corazón que ni siquiera yo soy justo. La naturaleza humana es un pozo envenenado y los pecados que cometemos son las aguas amargas que salen de se pozo.

1 comentario en «El gusano dentro de la manzana»

Deja un comentario