Dios y los niños

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Dios y los niños

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: “y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” Mateo 18:3-5

Introducción

Existen movimientos en nuestros tiempos que atentan contra los niños. En las últimas décadas podríamos decir que se ha mejorado la posición de los niños en el mundo. Pero en estos últimos tiempos se está levantando toda clase de pensamientos que le restan valor a un niño. 

El mundo tiene toda clase de filosofías que no pretendo mencionar siquiera, pues Dios nos ha enviado a luchar por la vida y respetar a cada uno. Como los niños no tienen una voz fuerte dentro de la sociedad se les invisibiliza y quedan a merced de la misericordia de otros, de sus padres principalmente quienes pelean por sus derechos. 

Pero en general creo que tienen ellos una importancia más allá de la que creemos. Jesús lo declaró en este pasaje de Mateo. Los discípulos se preguntaban quién era mayor en el reino de los cielos. Jesús responde que un niño. 

I. Hacerse como niño

Mientras nosotros estemos pensando que una persona va delante al reino de los cielos por sus obras, porque predica bien, porque Dios lo usa para hacer milagros, estaremos en un error.

Jesús le enseñó a sus discípulos que no se gozaran que echaban fuera demonios en su nombre, les dijo que mejor se gozaran de que su nombre estuviera escrito en el libro de la vida. Esto muestra que hasta una persona usada por Dios para hacer maravillas al final se puede perder.

En cambio Jesús les dice a sus discípulos que el mayor en el reino de los cielos es un niño. Ante la pregunta de los discípulos el Señor llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. El Señor les indica de forma definitiva, que si no se vuelven como niños no entrarán en el reino de los cielos.

Solo podemos imaginar la reacción de los discípulos a la respuesta de Jesús. Tal vez ellos esperaban una respuesta como la espera cualquier persona en el mundo. Tal vez pensaron que diría el que sea más famoso, el que haga más milagros, el que predique a más personas. En cambio el Señor nos manda a ser como niños.

Una ventaja que tenemos es que todos hemos sido niños y sabemos lo que eso significó. Aunque muchos hemos olvidado esos días de infancia por los vaivenes de la vida, pero en un momento fuimos niños. Conocemos lo que es ser niño, si no nos recordamos vasta con ir a una escuela dominical,a una clase infantil para volver a recordar. 

II. El mayor

Esa es toda la respuesta. El mayor en el reino de los cielos es aquel que se vuelve como niño. Es decir aquel que tiene sus características fundamentales.

a. Es humilde

Un niño no fue el que hizo esa pregunta a Jesús, fue un adulto. Un niño no hace esas preguntas pues está ocupado en otras cosas. Está ocupado en vivir, en explorar el mundo y en aprender a vivir en Él. Conforme crecemos y conocemos más el mundo nos volvemos más egoístas y buscamos el bien personal en lugar de solamente saber vivir en este mundo con todos los demás.

b. Es obediente

Dada la falta de experiencia en la vida, un niño acepta las enseñanzas de los padres y vive según las reglas que ellos tengan para el. Debemos ser obedientes a nuestro Padre Celestial. Porque en realidad en ese sentido somos como niños, no conocemos todas las cosas, pero nuestro Padre si. Así que vivamos como Él nos manda pues Él conoce todo y nos sabe guiar.

No pretendamos saberlo todo, seamos humildes y reconozcamos que Dios es todopoderoso y sin Él nada podemos hacer. Aceptemos el consejo y corrección de nuestro Señor. Seamos obedientes a la voz de Dios, es un Padre bueno y quiere siempre lo mejor para sus hijos.

c. Es activo

Un niño participa activamente en la vida. Descubriendo, buscando respuestas, preguntando cosas. Los niños tienen energía y no se detienen ante los obstáculos. Para ellos las imposibilidades no existen. Debemos ser como esos niños y creerle a nuestro Padre, que Él resolverá todas las cosas y estaremos seguros.

III. Instruye al niño (Proverbios 22:6)

Otra de las características del niño es que lo que aprende en esos años iniciales jamás lo olvidará. Esas enseñanzas que recibe a edad temprana serán la base que definirá su vida entera. Por eso es importante una enseñanza de la biblia a edad temprana y valores que lo definan para el resto de su vida.

La biblia dice instruye al niño en su camino y no se apartará de él aunque fuere viejo. Lo que el niño aprende lo tendrá presente por el resto de su vida. Si le enseñamos a un niño la palabra de Dios le estamos dando la más grande herramienta para enfrentar la vida. Esto debido a que en la biblia encontramos la palabra de Dios y la voluntad de Él para nuestra vida entera.

Este es el plan de Dios que podamos seguir sus consejos y su manual para comportarnos en esta tierra. Por eso es importante instruir a un niño. Y debemos ser como niños, recibiendo un consejo, leyendo y creyendo la palabra de Dios. Seamos esos niños que se alimentan no de pan sino de conocimiento de su Señor.  Crezcamos en ese conocimiento y aprendamos a vivir como nuestro Padre nos instruye.

IV. Recibir a un niño en su nombre

Jesús también nos enseñó que si recibimos a uno de los niños en su nombre a Él lo recibimos. Aca no necesariamente se refería a un niño pequeño, sino a una persona que hace la voluntad de su Padre. Jesús estaba hablando de aquellos que son obedientes a su palabra y viven conforme a ella.

En definitiva debemos ser como niños, creyendole a Dios, obedeciendo su palabra y viviendo cada día conforme a ese manual de vida. Para el mundo esto es muy difícil pero para Dios esto es posible. Y para los hijos de Dios esto es una realidad. Dios entonces nos llamará sus niños, los pequeños que necesitan protección de su Padre.

Nuestro Dios está dispuesto a ser ese padre bueno, ese Padre que cuida de los suyos. ¿Estamos dispuestos a ser sus hijos, a aceptar su protección? debemos entonces ser como niños.

V. Reino de los cielos

Siendo maestro de niños se puede aprender muchísimo. Se aprende más que en otro lugar donde nos den información teórica. Los niños son excelentes maestros. Observemos a esos pequeños y veamos como Dios actua a traves de ellos.

Observemos cómo los niños, con su inocencia, reflejan ese corazón de Dios. Ese es el corazón que Dios busca, tengamos ese corazón humilde, ese corazón que busca más de nuestro Dios.

Un niño quiere descubrir más de este mundo especial en el que inicia a dar los primeros pasos. Así cuando venimos a Dios y descubrimos las riquezas inmensurables de nuestro Padre. Cuando descubrimos que Él cuida de nosotros y está dispuesto a protegernos en cualquier circunstancia.

El reino de los cielos estará lleno de esos niños, humildes, que aprendieron a caminar correctamente, no poniendo atención a las cosas materiales, sino a las cosas espirituales.

El cielo estará lleno de esas personas que en la tierra fueron llamados locos, pero que habrán alcanzado el reino celestial. El cielo está lleno de niños, los más grandes maestros, los más grandes corazones. 

El reino de los cielos no es comida ni bebida, el reino de los cielos es paz, gozo, esperanza. El reino de los cielos lo buscan aquellos que no se conforman con lo que el mundo ofrece, quieren descubrir a ese Dios Todopoderoso que nos ama con amor eterno.

Conclusión

Si pensamos como adultos y pensamos en quién es más grande, en que puedo hacer para ser mayor que los demás, estaremos en el camino equivocado. Si en cambio enfocamos nuestra energía en hacernos más humildes estaremos en el camino correcto.

¿Pero cómo nos hacemos más humildes? la humildad no tiene conciencia de sí misma. Cuando pensamos más en los demás que en nosotros mismos estamos caminando a descubrir la humildad.

Cuando somos generosos y buscamos el bien de los demás, buscamos el bien de esta gran obra de predicar el evangelio a toda criatura estaremos en el camino para alcanzar la altura del varón perfecto.

Seamos de esas personas que descubren este mundo maravilloso, un mundo de eternas posibilidades en Dios. Procuremos el bien de los demás y busquemos tener un corazón conforme la voluntad de Dios. Busquemos ser como niños en Dios.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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