La fidelidad a Dios, clave para vencer

Con frecuencia encontramos a muchas personas que, bien sea al leer la Biblia o asistir a un servicio religioso, quieren las bendiciones. Esa es su principal motivación. Las condiciones—que consideran como la letra pequeña de un contrato—la pasan por alto.

No les interesa. Lo que les mueve esencialmente son las bendiciones. Obtener lo mejor de la vida, sin dar nada a cambio. Asidos del convencimiento que asiste a muchos y es que Dios y el mundo les deben algo, pero ellos no le deben nada—fidelidad en este caso—a Dios ni a quienes les rodean.

Esa misma actitud era la que identificaba al pueblo de Israel en sus diferentes etapas históricas. Una de ellas, que considero relevante, es cuando entran a tomar posesión de la tierra prometida. Una vez muere Josué, que fue el encargado de distribuir el territorio, se olvidaron de Su creador.

El autor sagrado describe la situación vívidamente, de la siguiente manera: “Josué hijo de Nun, siervo del SEÑOR, murió a la edad de ciento diez años, y lo sepultaron en Timnat Jeres, tierra de su heredad, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte de Gaas.

También murió toda aquella generación, y surgió otra que no conocía al SEÑOR ni sabía lo que él había hecho por Israel. Esos israelitas hicieron lo que ofende al SEÑOR y adoraron a los ídolos de Baal. Abandonaron al SEÑOR, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses —dioses de los pueblos que los rodeaban—, y los adoraron, provocando así la ira del SEÑOR.” (Josué 2:8-12. Nueva Versión Internacional)

Los israelitas—como puede ocurrir con nosotros hoy—sólo guardaban compromiso con Dios si alguien los presionaba. Usted y yo debemos ser cristianos toda la semana, no solamente los domingos en la celebración. Tener un testimonio de vida de excelencia cuando nos desenvolvemos socialmente, en el hogar o en el trabajo, y no solamente cuando nos ve el pastor.

Dios nos rescató del pecado. A través de Jesús el Señor nos hizo salvos. No podemos volverle la espalda cuando todo va bien y creemos que no necesitamos de nada, de nadie ni de nuestro Padre celestial.

Problemas que provocamos cuando no tenemos fidelidad a Dios

¿Ha escuchado a quienes se quejan porque enfrentan muchos problemas y se preguntan: ? Olvidan que muchos de los problemas que afrontamos, no los producen los demás ni son el fruto de un “ataque satánico” sino que nosotros mismos los desatamos.

Examínese con detenimiento y descubrirá que muchos dolores de cabeza fue usted y no los demás los que los propiciaron, por no medir el alcance de sus acciones, de sus palabras, gestos e incluso, descuidos.

¿Qué le ocurrió a los israelitas y nos puede pasar hoy cuando nos apartamos del Señor? Que se liberan cualquier cantidad de problemas. Tome nota del siguiente pasaje: “Entonces el SEÑOR se enfureció contra los israelitas y los entregó en manos de invasores que los saquearon.

Los vendió a sus enemigos que tenían a su alrededor, a los que ya no pudieron hacerles frente. Cada vez que los israelitas salían a combatir, la mano del SEÑOR estaba en contra de ellos para su mal, tal como el SEÑOR se lo había dicho y jurado. Así llegaron a verse muy angustiados.”(Jueces 2:14-15. Nueva Versión Internacional).

¿Por qué ocurría esto? Por la actitud de los israelitas. Una vez desaparecía el líder, volvían a apartarse del Señor. “Muy pronto se apartaron del *camino que habían seguido sus antepasados, el camino de la obediencia a los mandamientos del SEÑOR.”(Versículo 16) .

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