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Predica la palabra

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Predica la palabra

Predicas Cristianas Texto Biblico:Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que predique la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” (2 Timoteo 4:1-2)

Introducción

El predicar la palabra de Dios más que un mandato del Señor es una bendición para los hijos del Señor. Esto porque nos dejamos usar por Él para ser su boca en esta tierra.

Ciertamente Dios puede usar aún a una piedra para hablarle a las personas, pero he preferido usar nuestra vida como un medio de comunicación con los incrédulos para que vengan al conocimiento de su poder.

Dios nos ha enviado a predicar su palabra a todo el mundo, esta es la gran comisión que Jesucristo nos dejó antes de subir al Padre.

No fue una comisión para los apóstoles, sino para todos aquellos que creyéramos en Él. Para todos cuantos el Señor llamare, para que su palabra inunda todo el mundo y más personas puedan ser salvos. 

El Señor nos insta a que prediquemos, que nuestra boca sea un instrumento de Dios para llevar las palabras de bien a los necesitados, porque el mundo necesita de Dios, llevemos su mensaje a todos esos necesitados. Llevemos el mensaje a aquellos que no han escuchado del poder y las maravillas de Dios.

1. Predica la palabra delante de Dios

Lo que predicamos no es una fábula, no es mentira. Lo que predicamos es la misma palabra de Dios que se ha revelado al ser humano para que podamos ser salvos.

Él dejó su palabra para que sirviera de guía a todos los seres humanos para que por medio de ella conociéramos su vida, su propósito perfecto para la humanidad. 

La palabra de Dios es viva y cuando es predicada lleva su efecto consigo. La palabra de Dios no regresa vacía sino que cumple su propósito en el que escucha el mensaje.

Pero no solo en quien escucha, sino en el que predica también. Todo aquel que escucha la palabra, el que la lee, es afectado por el mensaje de Dios. Pues su mensaje es de amor y misericordia. 

Muchos se levantarán y predicaran algo que no está en pos de Dios. O le agregan significado a la biblia. O quitaran partes o le agregaran otros.

Esa palabra contaminada no tiene efecto positivo y quien así predica no pasará desapercibido por Dios. El Señor castigará a quien predique un evangelio diferente. Dios es el único que merece la gloria y su mensaje es el único que es digno de ser predicado.

2. Predica la palabra

Dios quiere que esta bendición que hemos recibido no sea solo para nosotros, sino que quiere alcanzar de la misma manera a toda la humanidad. Por lo tanto Él nos ha llamado para predicar su palabra, para extender el mensaje a toda creatura.

a. Como predicador

Una de las formas de cumplir el mandato de Dios es predicando su palabra. Dios ha llamado a sus siervos los pastores, dice su palabra que Él mismo los constituyó como tal.

Pero no sólo pastores, sino que evangelista y maestros. Así una persona puede recibir el llamado de Dios para un ministerio. Quien recibe el llamado debe obedecer a la voz de Dios para convertirse en predicador del evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

b. Predica la palabra dando testimonio

Pero no solo en un ministerio podemos constituirnos predicadores del evangelio. Muchas veces las personas incrédulas son movidos por el Espíritu Santo a arrepentimiento cuando ven a los cristianos dando buen testimonio. Esto es, cuando ve a los hijos de Dios viviendo de una manera ordenada y prudente. 

Los hijos de Dios debemos ser ejemplo en conducta y obedecer la palabra de Dios para que nos vaya bien en todo lo que hagamos. De esta manera los incrédulos verán que verdaderamente Dios está con nosotros cuando hacemos su voluntad.

Cuando ve que toda nuestra familia sirve a Dios, cuando ve que nos va bien en los negocios pues jugamos limpio. Debemos ser luz en medio de la oscuridad.

c. Predica la palabra aconsejando

También podemos predicar la palabra de Dios cuando alguien tiene necesidad y podemos aconsejar sabiamente con la palabra de Dios. Las personas que no tienen a Dios en su corazón en algún momento de su vida tendrán consecuencias por no tener la dirección de Dios en su vida.

En ese momento cuando las consecuencias de sus actos los alcancen y se pregunten por qué les suceden las cosas, nosotros tendremos la palabra de Dios para aconsejar y salir del mundo que solo conduce al dolor.

Debemos estar preparados en el conocimiento de la palabra de Dios para brindar consejos a los necios y hacerlos sabios por el poder del mensaje del Señor.

También cuando nos vean cosechando éxitos portándonos bien y nos pregunten la fuente de nuestro éxito, podremos decir que todo ha sido gracias a Dios a quien servimos. 

3. Predica la palabra – Instar en todo momento

Dios no quiere que solamente demos un consejo y nos olvidemos de él. Sino que el Señor quiere que perseveremos, que como una gotera sea nuestro mensaje constante y estemos todo el tiempo recordando la palabra del Señor. 

La predicación de la palabra de Dios no debe ser solo en bendición, sino que en todo tiempo la palabra de Dios debe ser predicada a todo el mundo.

Dios nos dice que insistamos, que prediquemos a tiempo y fuera de tiempo. Así que no importa el lugar, la hora, la circunstancia, la palabra de Dios siempre debe ser anunciada a toda persona.

Tampoco debe significar importancia nuestro estado de ánimo, Dios puede usarnos de cualquier manera, pues no es con nuestras fuerzas que los pecadores se arrepienten sino con el poder de la palabra.

El Espíritu Santo toma la palabra y la lleva al pecador para que esta haga en él el efecto deseado, para que se arrepienta y venga a los pies del Señor.

Nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para predicar. Hoy, en este preciso momento puede ser un momento de salvación para un inconverso. Solo debemos dejar que Dios nos use y que demos la palabra tal como es.

Dios se encarga del resto, Él convence a las personas de pecado, de justicia y de juicio. La biblia dice que la mies es mucha y los obreros son pocos, dejemos pues que Dios tome nuestro ser para enseñar al mundo que Cristo vive y su venida esta cerca. 

4. Predica la palabra con paciencia y doctrina

Debemos predicar a los que no han creído, también al cuerpo de Cristo para fortaleza de su alma. Pero nuestro mensaje no debe ser de contienda, sino de amor en Cristo Jesús.

El Señor nos insta a que prediquemos con paciencia, sabiendo que la obra es de Dios y que a su tiempo hará como a Él le place. 

Debemos tener presente también que debemos de cuidarnos de no contaminar la palabra del Señor, sino que debemos predicar la sana doctrina, la que aprendimos del Señor y no de los hombres.

No contaminemos la palabra con filosofías y pensamientos humanos, es la palabra de Dios y es suficiente para salvar al pecador. 

a. Redarguye

Dios nos pide que dejemos claro quien es Dios y que no procede de Él. Cuando Elías se enfrentó a los profetas de Baal dejó en claro quién era el verdadero Dios y quien era un dios falso.

Así quiere Dios que enseñemos al mundo que Dios es el único Dios y que fuera de Él no hay otro. Por más argumentos que tenga el mundo, Dios se manifiesta de forma personal en la vida de las personas y es ahí en el corazón donde se conoce la verdad.

b. Reprende

Como hijos de Dios tampoco podemos permitir la alteración de la palabra de Dios.

Si alguien está equivocado y tergiversa el mensaje o incluso lo enseña con contaminación humana, debemos reprender, con toda paciencia, que la palabra de Dios no puede predicarse para beneficios personales, sino para el propósito de Dios.

No quiere el Señor que entremos en contiendas que no llevan a ningún lado, pero debemos dejar claro que es de Dios y lo que no. Dios también fue claro contra los religiosos en el tiempo de Jesús, diciéndoles incluso que eran hijos del diablo.

Lo que no quiere Dios es que prediquemos mentiras, la palabra es verdad por lo tanto eso debemos predicar sin acomodar nada por conveniencia, sino la palabra clara y precisa. 

c. Exhorta

Lo que podemos hacer es exhortar a las personas a seguir el buen camino de Dios. Muchos rechazan el mensaje, pero nuestra predicación debe ser exhortando a hacer el bien siempre.

Así como Moisés presentó la ley de Dios al pueblo y puso delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición y exhortó al pueblo a escoger la bendición.

De esta misma manera debemos presentar el mensaje de salvación y exhortar el seguir a Cristo, el poner nuestra fe en Él para que tengamos la vida eterna.

Conclusión

El llamado es de Dios para que de una u otra forma seamos siervos de su gloria, que prediquemos la palabra a toda persona. Dios quiere que seamos esos buenos obreros que van a trabajar a los campos, para traer la cosecha del reino de Dios. 

Dios puede usar nuestro ser para traer a más personas a los pies del Maestro, solo basta con que le entreguemos nuestra boca y Él pondrá las palabras en ellas y el Espíritu Santo tomará esa palabra y transformará el corazón de los que la escuchan para que vengan al conocimiento de Jesús. Dios quiere usarnos, entreguemos nuestro ser al Señor y seamos instrumentos de su gloria.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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