Esperemos confiados

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Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Esperemos confiados

Predica Cristiana Texto Bíblico: “Vino palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel, diciendo: Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová la formó para afirmarla; Jehová es su nombre…” Jeremías 33:1-9

Esperemos confiados – Introducción

Para Jeremías era la segunda vez que Jehová hablaba. Y a ti, ¿cuántas veces te ha hablado el Señor? ¿Cuántas veces escuchaste tu mismo su voz o te habló a través de otra persona? Te ha hablado en muchas ocasiones, te dijo de tu ministerio, te habló de tu familia, te dijo que te bendeciría y que haría prosperar todos tus caminos y cuantas cosas más.

Pero tú, ¿qué es lo que hiciste luego? Esperaste confiando verdaderamente en estas palabras, las dejaste establecidas en tu corazón o solo fueron palabras que pasaron por tu mente sin dejar nada tras ellas.

El Señor no se cansa de hablar a tu vida y te confirma una vez tras otra sus promesas, Él no se desdice de sus palabras (Números 23:19). Si has tomado la palabra, si has confiado en el Señor estarás trabajando por ella.

Estarás preparándote para llevarla adelante, estarás presente en las actividades de la iglesia. Estarás ganando almas para Cristo en cada lugar que el Señor te lleve y no tendrás excusas o limitaciones de tiempo, de distancia o económica para cumplir con el Señor.

No importa el lugar en donde estés, a Jeremías le habló “estando él aún preso en el patio de la cárcel”

Y a ti seguramente te hablo en muchas circunstancias, te habló en tus mejores momentos y te hablo en medio de las dificultades para que te vuelvas a Él, para que hagas su voluntad dejando de anteponerle tus propios criterios.

Muchas veces pensamos que cuando el Señor nos hable escucharemos su voz como trueno, (Apocalipsis 14:2). O que entraremos en un éxtasis profundo que nos elevará al tercer cielo, (Hechos 22:17). Pero no es así aunque sea esto posible, lo importante es escuchar su voz y lo mas importante es la actitud que tienes luego, cómo actúas luego de conocer la voluntad del Señor.

Lo cierto es que Él nos habla mucho mas seguido de lo que pensamos y en las más variadas formas; Él solamente desea que cada uno de nosotros y en el lugar donde estemos podamos escuchar su dulce voz, y entonces nos exhorta (Hebreos 4:7).

No podemos hacernos los distraídos cuando el Señor nos habla y nos guía. No podemos hacernos los distraídos y no prepararnos para el ministerio que el Señor ha derramado sobre nosotros, no podemos hacernos los distraídos y no cumplir la voluntad del Señor.

Tal vez por desconocimiento, quizás por no entender o simplemente porque hasta hoy no has tomado una decisión de servicio y consagración para con el Señor y su obra, y es por esto que no estás caminando en pos de tu ministerio.

No podemos hacernos los distraídos frente a la Palabra de Dios.

Nos estamos convirtiendo en hijos rebeldes y desobedientes, y si lo haces solamente recibirás el trato como tal. El Señor desea que tu vida sea bendecida y prosperada, pero para ello es necesario que hagas lo que Él te pide y que lo hagas en perfecta obediencia.

Debes entender que no es tu pastor, que no es tu hermano, sino que es el Señor mismo quien te habla; así como le habló a Jeremías te habla a ti; tres veces le confirmó a Jeremías para que no dudara, para confiar su poder diciéndole que no solo hizo la tierra sino que la afirmó (vers. 2).

No dejes que la duda te haga cerrar tus oídos al mensaje del Señor para que no cumplas con su voluntad, no dejes que la duda te desvíe del propósito que Dios tiene con tu vida.

El Señor te está diciendo que no importa el lugar en donde estés, que no importa la situación que estás pasando pues Él tiene el deseo y el poder para restaurarte, y te dice que no solo lo hará sino que afirmará la obra realizada en ti.

Escuchar la voz de Dios

Es el tiempo de escuchar la voz de Dios, es tiempo de confiar en la obra que Dios quiere hacer en tu vida, (Isaías 29:17).

El Señor quiere que cambies tu situación, pero es necesario que cambies de actitud, es necesario que te vuelvas en obediencia a Él y comiences a escuchar su voz pues Él viene a restaurar tu vida. Recuerda que es el Todopoderoso quien te habla y confirma como lo hizo con Jeremías, espera confiado en su poder, escucha su voz y deja que Él escuche la tuya.

Clama pues tu clamor se ha acallado (vers. 3), tu clamor se ha convertido en un gemir casi imperceptible. Este es el tiempo de la restauración, es el momento de escuchar la voz del Señor. Muchas veces te ha hablado he hiciste oídos sordos a su voz pero Él es fiel y vuelve a hablarte para restaurar su comunión contigo, quiere restablecer el diálogo contigo.

Jeremías estaba en la cárcel, tu puedes estar en la cárcel de la enfermedad, de las deudas, de los vicios o en cuanta cárcel el enemigo puede haberte colocado, pero aún allí llega la voz del Señor para decirte que confíes, que clames pues Él te responderá.

Él te mostrará su gloria restaurando tu vida, solucionando tus problemas, solo debes confiar y ser obediente; clama al Señor desde la profundidad de tu corazón como lo hacía el salmista (Salmo 85:4).

La duda, la mentira que el enemigo sutilmente ha ido instalando en tu mente para que cierres tus oídos y no escuches la guía del Señor. La duda que te ha desorientado y ha hecho que pierdes de vista el propósito de Dios con tu vida, esa prisión en que te colocó el enemigo vendrá a ser destruida en este tiempo, (Isaías 61:1).

El Señor quiere sanar tu vida, quiere vendar tus heridas y que dejes de ser prisionero de las circunstancias que te rodean, quiere que te restaures, pero lo primero es restaurar el diálogo, es clamar para que te responda y puedas ver su gloria; es tiempo en que dejes tus propios caminos para tomar los caminos del Señor.

Es tiempo de dejar de hacer lo que tu quieres para que sea el Señor quien guíe tus pasos, es tiempo de dejar tu orgullo para ponerte verdaderamente en manos del Señor.

Quienes escuchen la voz del Señor en este tiempo serán restaurados, (Isaías 61:4)

Pecados generacionales, pecados y ataduras que han asolado familias completas por generaciones, familias que han sido destruidas generación tras generación serán restauradas. Dios hará la obra en este tiempo pero es necesario escuchar la voz del Señor y obedecerla.

Es tiempo de restauración para quienes escuchen y obedezcan confiando en el Señor, es tiempo en que verán la gloria del Señor, (Joel 2:25). Lo destruido por generaciones, lo perdido por servir al mundo y a las cosas del mundo, lo que perdimos por ser desobedientes, todo nos será restituido en este tiempo si aprendemos a escuchar y obedecer al Señor.

CONCLUSIÓN: 

El Señor vuelve nuevamente a hablar a tu vida como ya muchas veces lo ha hecho, para decirte que no importa el lugar donde estés, no importan las circunstancias que te rodeen, nada importa pues Él es el Todopoderoso que creó la tierra y la afirmó, Él es poderoso para hacer la obra en tu vida y afirmarla para que no pueda ser revertida.

El Señor es quien traerá sanidad y medicina a quienes clamen a Él con un clamor que brote del corazón. Nuestro Rey y Salvador llevará solución a quienes puedan escuchar su voz, confíen en ella y en obediencia la pongan por obra. El Señor sanará y mostrará su gloria a quienes hayan arrancado la duda de su mente y de su corazón, verán su gloria quienes han aprendido a esperar confiadamente.

Para finalizar, guarda en tu corazón estas Palabras: “Si oyeres hoy mi voz, No endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 4:7); “He aquí vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá” (Jeremías 33:14).

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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