Participantes de Cristo

Entonces, ¿quién es cristiano? ¿El que obedece al pastor? No, el que es guiado por el Espíritu Santo, que no puede menos de llevarle a obedecer al Señor primeramente, y al pastor o los líderes en lo que les toca a cada uno decidir.

El cristiano deberá discernir de entre todas las posibilidades que tiene cuál es la más apropiada para vivir el amor de Dios, somos hechos a su imagen y semejanza, con capacidad de permanecer en contacto con él. Lo que nos permiten enriquecer y profundizar nuestra relación íntima con Dios.

Pero para establecer una relación profunda e íntima con Dios es necesario poner en juego todas las capacidades que tenemos, y cada una de estas nos da muchas posibilidades de comunicación con Dios, teniendo siempre presente que la iniciativa de comunicación es de Dios, que siempre está disponible (1 Juan 4:9-10), donde el discernimiento es un instrumento para que nosotros mantengamos abierta la comunicación con Dios.

Discernir significa entonces que cada uno establezca un diálogo con Dios para buscar y vivir en concreto este plan de vida, y también significa que como congregación busquemos la mejor forma de convivir a fin de ir construyendo el Reino de Dios desde ahora, en espera de la realización plena en su próxima venida (Efesios 6:13). Pues de todo lo que hay en el mundo debemos elegir en cada situación aquello que más nos lleve a vivir en plenitud la voluntad de Dios.

Dios nos hizo libres y no nos obliga a seguir su plan, sino que nos invita a hacerlo, Dios respeta nuestra libertad y por eso es necesario discernir entre las posibilidades buenas y malas que se presentan en la vida, optando por la mejor para mí y los demás; el discernimiento es una de las armas que tenemos para ver qué hacer y cómo hacerlo, para que vivamos lo más fiel posible la voluntad de Dios, (Gálatas 5:13-14).

Con la ayuda del discernimiento debemos luchar contra las influencias externas que nos desvían del camino pero también, y más importante, debemos luchar contra nuestras propias tendencias pecaminosas, por eso debemos estar atentos a nuestros criterios, juicios, impulsos, deseos, ideas, interpretaciones de la realidad, etc., para descubrir cuáles nos acercan y cuáles nos alejan de Dios.

Somos perfectibles

No somos perfectos, pero somos perfectibles, y fuimos hechos así (Efesios 4:12-15), y esto implica irnos despojando de aquello que nos estorbe interna y externamente para hacer la plena voluntad de Dios.

La clave de la vida cristiana es conocer a Jesús, porque entre más lo conocemos más los amamos y entre más lo amamos más lo seguimos. Y el discernimiento para que sea auténticamente cristiano supone una identificación con Jesucristo de manera que la persona vive un proceso y un compromiso de fe, donde este proceso nos pide poner en práctica todas nuestras capacidades intelectuales y espirituales para madurar y llevar adelante la obra de Dios.

Conclusión

Debemos vivir lo más consciente posible nuestra vida, de nuestra experiencia espiritual, de nuestras acciones, pues de no hacerlo, los malos espíritus encontrarán muchas puertas abiertas por donde atacarnos; también tengamos en cuenta que los malos espíritus pueden disfrazarse de buenos, tratarán de engañarnos generando impulsos buenos, pero con la intención de irnos llevando a su terreno, por eso es muy importante que estemos atentos a todo lo que se mueve a nuestro alrededor, teniendo discernimiento a fin de cuidarnos del posible engaño, y no dejarnos sorprender.

Hermanos, debemos conocer cómo actúan los malos espíritus para poder combatirlos y vencerlos, pues si nos mostramos débiles frente a ellos se aprovecharán y nos atacarán con mayor fuerza, buscarán nuestras partes más débiles.

Debemos enfrentarlo con la certeza de que Dios está de nuestro lado fortaleciendo esas partes débiles, y para esto es conveniente revisar constantemente a través del discernimiento si estoy bien con el Señor en todas las áreas de mi persona, revisar si estoy atendiendo mi relación con el Señor, por lo tanto, como verdaderos cristianos (Romanos 12:2).

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Predicas Cristianas

El plagio es robo

Atención. Puede usar esta predica cristiana para predicar en su iglesia, pero si Ud. desea publicar Las predicas cristianas encontrada en central de Sermones en su sitio web, o en las redes sociales, Ud. tiene que incluir el nombre del dueño de los derechos de autor (©), y un vínculo a https://centraldesermones.com. Recuerde que el plagio es robo, y como cristianos no estamos llamados a robar (Éxodo 20:15). Recuerda “No hurtaréis, ni engañaréis, ni os mentiréis unos a otros.Levítico 19:11. No comprometas tu testimonio cristiano. Toda violación de derechos de autor sera reportada a Google.

Deja un comentario