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Una buena consejería

Prédicas Cristianas

Prédica de Hoy: Una buena consejería

Prédica Cristiana Texto Bíblico: Romanos 15:1-6

Consejería – Introducción

Muchas veces, al hablar los cristianos no tienen en cuenta lo que las escrituras dicen respecto a nuestras palabras (Santiago 3:5-6). Es así que sin darse cuenta se están afectando a una importante cantidad de personas con las cuales se vinculan de una u otra manera.

Teniendo esto en cuenta, deberíamos reflexionar, y pensar, un poco antes de expresarnos o dar consejería, a fin de que realmente podamos edificar en Cristo a aquellos con quienes nos relacionamos.

Teniendo en cuenta que somos verdaderos representantes de Cristo acá en la tierra, y tanto nuestros actos, como nuestras palabras deben ser guiadas por el Espíritu Santo que mora en nuestro interior.

Como la lectura nos marca, todas las cosas que se escribieron se escribieron para nuestra enseñanza, para que aprendamos de los errores y así no cometerlos.

Es por eso que vamos a analizar algunos casos bíblicos, y veamos lo que guardaban en su corazón para aprender de ellos conforme a la Palabra de Dios, quitando nuestros propios criterios o conceptos.

En 2 Samuel 13:1-2 leemos: “Aconteció después de esto, que teniendo Absalón hijo de David una hermana hermosa que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón hijo de David. Y estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna”.

Vemos allí que en el corazón de Amnón tenía un enamoramiento enfermizo por su propia hermana, se volvió loco por Tamar.

Según lo que dice, pareciera que si no fuera virgen no hubiera tenido problemas, y esta es una costumbre que actualmente también existe. Pues cuando una joven es madre soltera, marca a la joven, y aquellos que se le acercan como enamorado no siempre la mira con un amor puro, sano, sino que ve en ella un amor pasional, y en forma directa pretende pasar a lo que debería ser la consumación de esa relación. O sea que ya no le basta con ir a pasear, tomados de la mano, hablar de sus gustos y anhelos, o proyectar una familia.

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