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Tenemos que perdonar

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Tenemos que perdonar

Predicas Cristianas Texto Bíblico: Lucas 6:37-42

Perdonar – Introducción

Hoy vamos a hablar de algo que aunque parezca raro, muchos no comprenden, y como no lo comprenden viven una vida prisioneros del mal pasado. Hoy vamos a hablar del perdón, de perdonar igual que el Señor lo hiciera con nosotros.

Y lo primero que debemos tener claro es que el perdón no es algo forzado, ni algo que debe cumplirse por obligación. El perdón es algo que se da generosamente tal como el Señor entregó Su vida por nosotros y sin pedir nada a cambio. Pues el perdón es una expresión de amor que libera de ataduras que amargan el alma y enferman el cuerpo.

Muchos no comprenden lo que es perdonar

Es por esto que gran parte de nuestros intentos de perdón fracasan a raíz de que confundimos la esencia de lo que es perdonar, y nos resistimos a hacerlo porque consideramos que no se pueden empequeñecer los hechos ocurridos que nos han dañado, y mucho menos debemos olvidarlos.

Pero déjenme decirles que el perdón no es olvido. Perdonar no es olvidar lo que nos ocurrió.

Perdonar tampoco significa justificar un mal comportamiento que nos causó daño, ni es aceptar lo que pasó con resignación negando el dolor que se nos ha causado. Perdonar no significa simplemente dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a quien te lastimó.

Perdonar significa simplemente dejar de lado aquellos pensamientos que tenemos a causa de algo que nos sucedió y que nos causaron dolor o enojo.

Perdonar se basa en aceptar lo que pasó

No hay que esperar que la persona que nos agredió cambie o modifique su conducta ya que lo más probables es que ésta persona no cambie, es más, a veces hasta se vuelven peores, pero la falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento que te tiene encadenado.

Si esperamos que quien nos agredió, u ofendió acepte su error, estaremos esperando en vano y perdiendo nuestro tiempo y nuestras fuerzas en una disculpa que jamás llegará.

Lo más grave es que si estamos esperando que esto sucede después de haber perdonado, es porque realmente no perdonamos de corazón, y la prueba clara es que seguimos esperando una retribución, una compensación por lo que nos hicieron, con lo cual seguimos atados con el problema.

Seguimos viviendo en el ayer y queriendo que nos paguen por nuestro dolor, y nos olvidamos que no existe nada ni nadie que pueda pagar el dolor causado en el pasado, ya que el pasado no puede ser cambiado; y todo esto nos demuestra que no hemos perdonado, y quien tiene el control de nuestra vida es el ego, ese ego que quiere a toda costa castigar o cobrarle al agresor por el daño causado.

El esperar una disculpa o que se acepte el error en nada cambiará los hechos, pues lo que ocurrió en el pasado siempre estará allí, y con nuestra expectativa sólo estaremos alimentar nuestro ego, nuestra sed de justicia mal enfocada, y con esto estamos olvidando que la falta de perdón es el veneno más destructivo que existe para el espíritu ya que neutraliza los recursos que tienes (Hebreos 12:15-16; Efesios 4:32).

Perdonar vs. Juzgar

Ahora, en el cristianismo, el perdón, o el perdonar tiene una relación directa con el juzgar, pues las divisiones entre hermanos, las enemistades entre creyentes es ocasionada demasiadas veces por el juzgar, o el emitir juicios de valor quienes muchas veces no tienen la autoridad testimonial cristiana para hacerlos.

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