La fortaleza de mis debilidades

b. La gloria no permitida (vers. 5b)

En un mundo donde la adulación y la exaltación al ego son lo que valen y por lo que más se lucha, esta declaración apostólica pareciera ser paradójica. Hay hombres, incluyendo a no pocos creyentes, que les importa mucho que otros los exalten y los reconozcan, sobre todo por sus éxitos y sus méritos.

Pero cuánto necesitamos aprender de hombres como Pablo, y mayor aún de nuestro Señor Jesucristo, cuyas vidas fueron marcadas por la humildad. “Gloriarse en las debilidades” es un asunto que nos pone en la “raya” de manera que nadie tenga más algo concepto de mí que el que debe tener. Preferir gloriarse en las debilidades nos mantiene conscientes de lo que somos.

No nos está permitido gloriarnos a nosotros mismos. Tal gloria es efímera y pasajera. Pero el gloriarnos en nuestras debilidades nos hará hombres con una visión distinta al de los demás. Las debilidades son los límites con los que Dios nos mantiene aptos para su servicio. Mis debilidades me humillan y me protege de la vanidad.

II. PORQUE LA DEBILIDAD ME PONE DE RODILLAS ANTE DIOS

a. Cuál era la debilidad de Pablo (vers. 7)

Los hombres que caminan más cerca del Señor tarde o temprano serán visitados por algún aguijón. Esto me hace pensar que no ha sido extraño que hombres con una profundidad espiritual hayan tenido que sufrir de algo que los ha mantenido quebrantados.

Se cuentan por miles los que han padecido de penosas enfermedades como el caso de Spurgeon, a quien su biógrafo describe con grandes enfermedades desde los 35 años. Entre otras cosas, sufría de la gota, de neuralgia y de reumatismo. Todas estas eran dolencias extremadamente dolorosas.

Observe que en este pasaje Pablo aparece en un momento caminando en lugares celestiales y de repente lo encontramos en lugares muy terrenales. Obsérvele hablando en el (vers. 7). No se sabe cuál era el aguijón que sufría, pero lo describe como un “mensajero de Satanás”.

De acuerdo con este texto, Pablo llegó a ver que su aguijón era un don. Las debilidades tienen la misión de revelarnos la espina que punza la carne para depender más del Maestro. Lo bueno de esto es que el aguijón está en la carne, así que su espíritu no era tentado, de allí su propósito.

b. Oración no contestada (vers. 8)

Mis hermanos cualquier cosa que nos mueve a orar es buena. Solo que ahora, con la experiencia de Pablo aprendemos que hay oraciones donde Dios está en silencio. Esto parece extraño de Dios Padre. Sin embargo, ya el mismo Señor Jesucristo había hecho esta oración y el Padre permaneció en silencio.

Hay debilidades en nuestras vidas que en no pocas ocasiones nos conducen a estados de quebrantamiento y en algunos casos hasta desesperación. Pablo le pidió tres veces al Señor que le quitara esa molestia. Así que el Señor escuchó la primera, la segunda y la tercera vez.

De una cosa estamos seguros, el asunto no fue que Pablo no oraba pidiéndole al Señor que le quitara la espina que lo debilitaba, y no fue que el Señor no hubiera escuchado sus oraciones, sino que no hubo respuesta.

1 comentario en «La fortaleza de mis debilidades»

  1. Gracias por tan hermoso mensaje. este mensaje me ha ayudado mucho en medio del dolor que estoy sintiendo en este momento. He sido engañada, he sido herida, y esto me ha hecho débil. Pero me ha ayudado a buscar mas a Dios en oración y a llenarme de su Espiritu Santo.

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