¿Es por esto Dios insensible ante el dolor de sus hijos? ¡De ninguna manera! Dios también responde con una oración no respondida. El silencio de Dios frente a nuestro sufrimiento no significa desamparo, sino que él trabaja para hacernos mejor.
III. PORQUE LA DEBILIDAD NOS LLEVA A SU GRACIA
a. El Señor necesita de mi debilidad (vers. 9)
Paradójicamente el Señor necesita más de nuestra flaqueza que de nuestra fortaleza. ¿Por qué razón? Porque nuestra fortaleza pudiera convertirse más bien en su rival. Los que se consideran autosuficientes simplemente le dicen a Dios que no necesitan de su ayuda.
Pero qué distinto es pensar que mis propias flaquezas se constituyen en verdaderos siervos de él. Cuando esto hacemos, dependemos de sus recursos y manifestamos su gloria. A través de la historia se ha descubierto que la necesidad del hombre es la oportunidad de Dios.
Pero, por otro lado, la seguridad del hombre en sí es la oportunidad para Satanás. La manera cómo Dios obra no es la de poner al creyente fuera de las pruebas, sino en todo caso darle un poder especial con que soportarlas.
Alguien ha dicho que “Dios suele sacar bueno de lo malo para que los reproches de nuestros enemigos nos protejan del orgullo”. Las debilidades nos evitarán exaltarnos desmedidamente. Dios usó la debilidad de los hombres para revelar su grandeza. ¡Convierta su debilidad en bendición! Cuando Sansón fue débil, pidió ser fuerte.
b. El poder que reposa en mí (vers. 9b)
Hay mucha gente en cuyas vidas reposan otros poderes. De hecho, en algunos reposa el poder de alguna inclinación pecaminosa. En otros reposa el poder de la ambición, de la fama, del prestigio etc. Pero hay una gran diferencia cuando al buscar en mi interior descubro que en mí reposa el poder de Cristo.
Esto quiere decir que el Señor es suficiente para mí. Pablo ha dicho que frente a sus debilidades le basta la gracia de Dios. Pero ahora ha dicho que frente a sus debilidades reposa el poder de Cristo. Aquí hay algo maravilloso. Si el poder del Señor es el que reposa en mí, entonces cuando soy débil, soy fuerte.
Fue el mismo Pablo quien al hablar de sus debilidades nos ha recordado que: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros…” (2 Corintios 4:7).
La palabra “reposar” tiene que ver con “morar en una tienda”. Jesús hizo morada en el mundo según Juan 1:14. Pues de igual manera, ahora ha hecho morada con su poder en nuestros corazones.
Gracias por tan hermoso mensaje. este mensaje me ha ayudado mucho en medio del dolor que estoy sintiendo en este momento. He sido engañada, he sido herida, y esto me ha hecho débil. Pero me ha ayudado a buscar mas a Dios en oración y a llenarme de su Espiritu Santo.