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La reconciliación

Prédicas Cristianas

Prédica de Hoy: La reconciliación por Cristo

Predicas Cristianas Texto Bíblico: Colosenses 1:19-23

INTRODUCCIÓN:

El significado de la palabra “reconciliación” es el de traer juntas otra vez a dos cosas que estaban separadas. En el ámbito de las relaciones humanas es traer la paz a alguien que ha estado enemistado, sea esto en el campo personal, de una pareja, una familia y hasta una nación.

Al hablar de este pasaje, la reconciliación más importante de todas es la que Dios ha hecho con la humanidad y el resto de su creación por la separación que hizo el pecado cuando entró en el huerto del Edén. ¿Qué ha pasado desde entonces?  Pues que la creación retrocedió a niveles como estuvo desde el principio: “desordenada y vacía”, y ahora está gimiendo por su liberación (Romanos 8:19–22).

Desde entonces no solo ha habido separación en la raza humana, sino una degradación total. Pero ¿cuál es la buena noticia de este pasaje? Bueno, que Dios no ha abandonado su creación a su propia suerte.

A lo largo de los siglos, desde que el hombre se desligó por primera vez del compañerismo divino, Dios nos ha dado “a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo” (Efesios 1:9-10).

Y Dios lo hizo al encarnarse, pero más aún cuando aceptó morir en la Cruz donde comienza otra vez, haciendo que las cosas vuelvan a una armoniosa y nueva creación de la que Cristo es la Cabeza como ya lo dijimos. La reconciliación debe verse como el tema más importante y el único por el que se dará la nueva creación.  Consideremos las razones de esta declaración.

I. EL PRECIO DE LA RECONCILIACIÓN

a. Por medio de Cristo… (vers. 20ª)

El presente pasaje revela porqué Jesucristo sigue siendo preeminente sobre todas las cosas. En los planes divinos Dios no solo tuvo en mente la creación del mundo. Dijimos que Cristo es el medio por quien vinieron todas las cosas (vers.  18). Pero también él fue a quien Dios el Padre anticipadamente había escogido para traer la reconciliación de todas las cosas.

Hay algo que debemos ver con detenimiento para captar la magnitud de lo que se conoce como el eterno propósito de Dios. Observamos que previo a la declaración del vers. 20, nos dice el vers. 19 qué fue de sumo agrado para el Padre que en su Hijo Cristo habitara “toda la plenitud de la Deidad”.

En Colosenses 2:9 se nos amplía más la idea para hablarnos no solo del gozo del Padre, al ver a su Hijo en su Deidad, sino que nos ha dicho que en Cristo habita “corporalmente toda la plenitud de la Deidad”.

¿Qué significó esto para la declaración que sigue? Pues que Cristo no estimó el ser igual a Dios para eludir el plan divino, sino que se ofrendó para reconciliar al mundo enemistado con el Dios creador. No hubo alguien mejor.

b. El precio de la reconciliación (vers. 20c)

¿Por qué Dios no escogió otro camino para hacer la paz entre la parte que se enemistó con él por causa del pecado? Cuando uno estudia el trabajo previo de Dios se da cuenta cómo él fue mostrándonos que el camino de la reconciliación estuvo teñido de sangre desde el principio hasta que se llegó a “la sangre de la cruz”.

Todo lo anterior hecho, incluyendo el animal que fue sacrificado para cubrir la vergüenza que produjo el pecado en Adán y Eva, y luego ir por todos los sacrificios cruentos que se ofrecían diariamente por los pecados, conducían a un sacrificio mayor.