La reconciliación

b. Para presentarnos delante de Dios irreprensible (vers. 22b)

Aunque la palabra “irreprensible” está relacionada con las dos anteriores, la idea de Pablo es decirnos que la reconciliación hecha por Cristo en la cruz con la que logró primero nuestra paz con Dios también tiene dos grandes propósitos.

La primera ya vista en la forma como debemos presentarnos delante de Dios; eso es, con “ropas limpias” que representan la santidad sin la cual nadie verá al Señor. Pero también, la reconciliación de Cristo es para presentarnos delante de los hombres. La palabra griega “irreprensible” es usada en el ámbito judicial y traduce “los que no dan motivo para ser llevados ante algún tribunal de justicia”.

La idea acá es que, si no hemos tenido problemas con la justicia terral, tampoco la tengamos con el Señor. Que al presentarnos delante del Juez divino podamos estar “irreprehensible”, que no haya nada de que acusarme.

Pero todos sabemos que por nuestra condición pecadora esto es difícil, de allí la muerte de Cristo en la cruz para que el día que esté delante de Dios, a pesar de lo que ha sido mi condición, la sangre de Cristo que hizo posible mi reconciliación haga también mi aceptación delante de Dios. Que sea hallado irreprensible por él.

IV. LA PERSEVERANCIA EN LA RECONCILIACIÓN

Los colosenses estaban siendo atacados por falsos maestros quienes estaban trayendo confusión acerca de la Deidad de Cristo, la creación y su origen y la eficacia del evangelio. Es por eso por lo que Pablo ha desarrollado acá su más grande “tratado cristológico” con el que refuta esas falsas enseñanzas. Y como era obvio, el error tiene la misión de confundir y de desaminar.  De esta manera llega al (vers. 21 dentro del gran tema de la reconciliación. Y como sucedió ayer también sucede hoy.

La tendencia en la vida cristiana no es siempre ir hacia arriba, sino distraerse o quedarse en el camino. El desánimo, la influencia del mundo o los malos consejeros siguen siendo los enemigos de los que ya conocemos la salvación una vez dada a los santos. De manera, pues, que el énfasis de este texto, más que verlo como que se presta para perder la salvación, por el condicional “si en verdad…”, es un llamado continuo a la perseverancia cristiana.

Observe estas tres palabras en secuencia: fundados, firmes y moveros. El fundamento de nuestra fe es Cristo, la roca inconmovible de los siglos, por tal razón el llamado es a estar firmes y sin movernos. El precio de nuestra paz fue la sangre de Cristo. La perseverancia es nuestro deber. Sigamos perseverando.

CONCLUSIÓN:

¿Cuál es el contenido del mensaje de la reconciliación?  Pues lo primero que observamos en lo que Pablo nos ha dicho es que toda la creación tiene un problema grave. Ha habido una falla universal. El pecado afectó terriblemente la creación y el hombre por quien vino la caída y la destrucción.

El hombre ahora es un pecador y como tal está destituido de la gloria de Dios. Él ahora vive lejos de Dios y del propósito donde él quiso que estuviera. También tenemos que decir que el mensaje de la reconciliación no es sinónimo de salvación universal. No hay tal cosa como una salvación automática.

Las Escrituras enseñan claramente que los que se niegan a aceptar a Cristo serán juzgados eternamente por él. Y tampoco la reconciliación fue hecha para Satanás y sus ángeles; ellos no recibieron ninguna gracia del cielo. Simplemente pasarán la eternidad separados de él en un fuego ardiente (Mateo 25:41).

Cristo murió para reconciliar su creación y al hombre con Dios. Por esto se habla de cielos y tierra nueva donde vivirá el hombre nuevo. Finalmente, el mensaje de la reconciliación fue que el Cristo reconciliador aplacó la ira de Dios y ahora la salvación del hombre solo viene a través de la fe en él. Quien se reconcilia así con el Señor perseverará para siempre y jamás se caerá de su estado de gracia.

© Julio Ruiz. Todo los derechos reservados.

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