¿Puedo tener temor con una promesa de este tipo cuando estamos por comenzar un nuevo año? Véala bajo los tres “omni” de Dios. El año que viene, cuando diga: «Dios, simplemente no tengo fuerzas». El Dios omnipotente responderá: «Nunca te dejaré ni te desampararé». Cuando veas el futuro y digas: «Dios, tengo miedo de lo que va a pasar».
El Dios omnipresente dice: «Nunca te dejaré ni te desampararé». Y cuando dices: «Dios, no sé qué hacer». El Dios omnisciente responderá: «Nunca te dejaré ni te desampararé». Cuando el temor se active otra vez por el rebrote de este virus, por la falta de un empleo o porque la salud sigue minando tu vida, el Señor nunca te dejará.
IV. CONFIANZA EN SU PROTECCIÓN
1. Descansando en la confianza (vers. 6)
La desconfianza no es una buena señal de que algo o alguien puede ser bueno. Por supuesto que hay personas más desconfiadas que otras. ¿Tiene un creyente que ser desconfiado? Bueno, el asunto es que todos nos hemos enfrentado a una situación donde tenemos que decir: “Esto no me da confianza”. Bien lo ha podido decir para referirse a una persona, sobre todo si esa persona no es transparente, leal o fiel.
Pero también acerca de alguna decisión que ha tenido que tomar, donde de igual manera usted no tiene la confianza que eso que está por decidir no le da paz que sería una señal de confianza. La desconfianza pudiera ser la necesidad de tener malicia frente a algo que no se ve bien. Quizás uno de los dones espirituales que más necesitamos es el de discernimiento, sobre todo en aquellos casos donde hay que tomar decisiones o debemos dar un consejo.
Pero cuando se trata de Dios, su palabra, sus promesas, sus cuidados, entonces sí “podemos decir confiadamente”. Esto hay que desarrollarlo. Me temo que nuestra vida cristiana no ha sido bien desarrollada para confiar en las promesas de Dios que nos ha dejado su palabra. Frente a los temores que nos invaden, confiemos en esta promesa. ¿Cuál promesa?
2. El Señor es mi ayudador (vers. 6)
Como dije antes, no sé por lo que pasará el próximo año. Pero sé que puedes decir con valentía: «El Señor es mi ayudador, así que no temeré lo que me pueda hacer el hombre». Cuando sienta que mis fuerzas flaquean y caigo, el Señor es mi ayudador. Cuando vea que soy atacado por el presente virus, el Señor es mi ayudador. Cuando vea que mis finanzas languidecen y me sienta desesperado para pagar mis deudas, el Señor es mi ayudador.
Cuando sienta que el desánimo se apodere de mi, producto de mi ansiedad y preocupación, el Señor es mi ayudador. Y cuando en este nuevo año que está a punto de comenzar siguen llegando malas noticias, muchas de ellas por las muertes que seguirá dejando esta pandemia, “podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”.
El Salmo 34 fue escrito por un hombre sometido a muchos temores. Él llegó a decir que muchas son las aflicciones del justo, pero que de todas ellas le librará el Señor. Y cuando se sintió abrumado por tantas cargas, oró a su Dios ayudador, diciendo: “Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores” (vers. 4).
CONCLUSIÓN:
Mis hermanos, Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de amor, de poder y de dominio propio para enfrentar el miedo. Por lo tanto, frente aquello que nos puede llenar de temor, y sobre todo cuando no sabemos nada del futuro, nos aferramos a la promesa que nos dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41:10).
Si tienes dudas y temor frente alguna respuesta divina, escucha lo que te dijo el sabio: “Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal”(Proverbios 1:23). Si piensas que la tarea que tienes por delante es muy grande, escucha esta palabra de aliento: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”(Josué 1:9).
Si temes por cualquier cosa debes recordar que: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor” (1 Juan 4:18).
Y si ves que muchos son los enemigos que se levantan contra ti, entonces aprópiate de las palabras de Moisés: “Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”(Deuteronomio 31:6). ¡Quién dijo miedo! Entremos y conquistemos el 2021.
© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.
Iglesia Bautista
Ambiente de Gracia
Virginia, EE. UU
(571) 251-6590
Maravillosa prédica. Poderosos los versículos de la Palabra de Dios que menciona para recibir y vivir el año 2021.