La vida que Dios nos ha dado es dinámica. Dios no es un Dios estático sino dinámico. Siempre está en movimiento, transformando y produciendo cambios permanentes en nuestras vidas. No es Dios de Parálisis.
¿Quieres ser sano?
Dada la situación del hombre, la pregunta pareciera un tanto ridícula. ¿Qué enfermo no desea ser sano? Sin embargo, la pregunta no es tan ingenua puesto que este individuo necesitaba confrontar la realidad.
Hay millones que con desesperación buscan su sanidad, buscan escapar de su dilema personal, de los problemas y vacío de su alma, y sin embargo se niegan a ser sanados moral y espiritualmente. Por ello Jesús le preguntó al paralítico si deseaba ser sano.
Jesús necesitaba saber si este hombre realmente quería salir de Bethesda y cambiar su condición actual, el Señor necesitaba saber si realmente este hombre ya estaba resignado a lo que le venía pasando en su vida durante los últimos 38 años.
Esta noche el Señor te pregunta: ¿Quieres?
- ¿Quieres ser sano?
- ¿Quieres que cambie tu condición?
- ¿Quieres experimentar cambios?
El te dice pon la mirada en aquel que es la fuente, la solución a tus problemas. Hoy en día vivimos en un constante asedio por parte del enemigo al extremo que podemos caer o quedar paralizados como este hombre.
La resignación es la hija de la frustración, 38 años de frustración marcaron negativamente la vida de este hombre, de tal manera que le impedía ver la cercanía de su milagro. La solución a su problema estaba ante sus ojos y no la podía ver.
¿Quieres ser sano?
Jesús estaba tocando la raíz del problema. Porque, aunque nos pueda parecer extraño, hay muchas personas que hoy en día están enfermas y prefieren continuar en su estado, ya que éste les atrae la simpatía, lastima y la ayuda de otros.
¿Cuántos hay que, a pesar de tantos fracasos en la vida, no quieren acudir a Dios en busca de una solución a su situación? Viven sin poder escapar de su dilema personal, de los problemas y el vacío de su alma, y sin embargo se niegan a ser sanados moral y espiritualmente.
A pesar de que se sienten totalmente insatisfechos con su situación, prefieren resignarse como excusa para no hacer nada y así seguir viviendo de la misma manera que les causa sus problemas. Por lo tanto, la pregunta con la que Jesús inició la conversación tenía como propósito que aquel hombre manifestara que realmente quería ser sanado.
En varias ocasiones Jesús sanó a varios paralíticos atacando directamente la raíz de sus parálisis. Cuando conocemos la raíz de nuestras parálisis en la vida podemos retomar las fuerzas y movilizarnos en una nueva dimensión.
Dios les bendiga. Que buenos estudios cada día quiero aprender mas
Que bendición oir este mensaje, viene a motivarnos.
Que precioso mensaje,
Dios los bendiga
Gracias lo necesitaba más que nunca
Excelente, interesante, gracias por estas predicas tan ilustrativas.