Note bien, y ¿por qué les llama las cosas espirituales? Porque todo lo que proviene de Dios es espiritual, porque no procede del orden natural. Si proviniera de la tierra es natural, pero si proviene de Dios es divino, es celestial y es espiritual. Por eso usted habrá nacido en Chile pero usted procede de Cristo el Señor, por lo tanto usted tiene una fecha de nacimiento en la tierra, pero tiene un proceder eterno en el Señor.
Cómo nosotros conectamos esa verdad espiritual, de lo que ya tenemos y de lo que ya somos, requiere saber operar en la mente de Cristo.
Ahora, cada una de estas definiciones que yo le di, cómo se usan esos dos términos en la Escritura, describen pero no explican, lo que hace es que lo describen, nos da una definición, pero no nos enseña ni nos dice como se piensa, como es que se juzga, como es que se discierne. Eso no lo dice la definición.
La definición lo que simplemente nos da es cómo una palabra debe ser entendida. Por eso es que es probable y muy posible que nosotros conectamos la definición correcta de algo, y nunca tengamos una experiencia con lo que eso propone. Yo puedo decir “tengo la mente de Cristo” y nunca saber cómo la mente de Cristo opera en mí. ¿Por qué? Porque yo puedo hacer la declaración y eso no significa que estoy teniendo la experiencia con lo que estoy declarando.
Por lo tanto las palabras lo que hacen es que nos dan la definición. Es como si usted supiera la receta de una comida, y nunca preparar ese plato. Usted lo que tiene es información de la receta, la podemos decir hasta de memoria, hasta la puede buscar en internet, pero hasta que nosotros no intimemos con la receta, nunca sabremos qué sabor tiene.
Lo único que sabemos es que se necesitan 2 cucharaditas de esto y una de esto otro, pero no podemos decirle a nadie “eso sabe sabroso”, porque no hemos intimado con la receta, lo que hemos hecho es recitar de memoria esa receta.
Pero hasta que usted y yo hagamos que esa receta por medio de sus componentes nos prepare un extraordinario plato, le podremos decir a otro: yo no sé todos los ingredientes que tiene esto, pero lo único que sé es que yo me comí algo que estaba muy sabroso.
Yo no sabré todos los textos bíblicos, pero le puedo hablar del Cristo que la Biblia habla. Yo no conozco toda la Palabra de Dios, pero conozco al Dios de la Palabra.
Yo no le puedo hablar mucho de teología, ni tengo un título en ciencias, pero le puedo hablar de una sabiduría que no es de este mundo, porque es una sabiduría que proviene de Dios. Tengo intimidad con la receta, la receta se hizo una realidad.
Así que decir que tenemos la mente de Cristo no explica cómo funciona, no implica en realidad cómo funciona eso.
La declaración de Pablo, que tenemos la mente de Cristo, es una exhortación, que es lo que viene haciendo a través de todo el capítulo a estos creyentes que habían pasado del paganismo ahora a ser creyentes en Cristo, y él les está exhortando a un nivel de pensamiento e inteligencia superior.
Siga este orden de pensamiento porque es importante. Por eso él usa este vocabulario: mente, misterio, conocimiento, sabiduría. Para ellos esos términos eran muy conocidos, pero eran por el filtro del mundo, él los está redefiniendo en el orden espiritual.
Así que él nos está invitando a que elevemos nuestro nivel de pensamiento, a que maduremos en nuestra inteligencia espiritual, diferente a la manera en que nosotros usamos muchos de estos términos hoy.
Por ejemplo hoy se habla acerca de inteligencia artificial, lo que son los robots o la simulación de la inteligencia humana en máquinas programadas. Por ejemplo cuando usted abra su Facebook hoy, usted está ante inteligencia artificial. Esa inteligencia le dice lo que usted hizo hace 3 años atrás.
Usted ni se acordaba, pero la inteligencia artificial se lo recordó. Eso se llama inteligencia artificial.
Pero hay también otros tipos de inteligencia, por ejemplo está lo que se conoce como inteligencia emocional. La inteligencia emocional trata con el poder entender las emociones, usar las emociones, percibir las emociones y manejar las emociones.
Lo que nosotros le llamamos “almáticos”, gentes que se dan a la tarea de vivir por las emociones, esas personas cuando son estudiadas y evaluadas por profesionales de la salud, encuentran que son personas que su inteligencia emocional no ha sido desarrollada. Por lo tanto son personas que viven de impulsos, de sentimientos, cuando llueve se ponen tristes, si sale el sol dicen que está muy caluroso. Eso es inteligencia emocional.
Y luego está también el coeficiente intelectual, y aquí es una medida que se usa para poder determinar la capacidad que una persona tiene para procesar información, para razonar esa información y presentar un argumento de ella.
Todos esos son tipos y niveles de Inteligencia.
Lo que aquí se está debatiendo es que es posible ser brillante, que es posible tener mucha información, que es posible tener la sabiduría del mundo, y a la misma vez ignorar las capacidades de la inteligencia espiritual que nosotros tenemos en Cristo.
Es posible, y es lo que Pablo les está diciendo, es posible tener todo este conocimiento y a la misma vez ser ignorantes de la capacidad espiritual que ya nosotros tenemos en Cristo porque hemos recibido su mente.
Eso es lo que Pablo les está diciendo: ustedes tienen una capacidad de inteligencia espiritual que no la conocieron los antiguos, que no la conocen los griegos, los filósofos, que no la conocen los padres de estas materias que a ustedes les fascinan, ustedes tienen ahora una capacidad que va más allá del conocimiento intelectual, y él le llama a eso la mente de Cristo.
Dios le siga usando Pastor sus sermones son muy edificantes.
saludos
desde Mexicali baja california Mexico.
Muchas gracias, bendiciones.
https://youtube.com/c/GuillermoHinojosa19551124