La mente de Cristo

Ahora Pablo también en Efesios 4:23 dice que tenemos que renovar el espíritu de nuestra mente.   Note que él no dice que debemos tener un mejor coeficiente emocional o una mayor capacidad intelectual, o que desarrollemos mejores robots de información o de inteligencia artificial, él nos está diciendo que tenemos que renovar el espíritu de nuestra mente.

Y si hay alguien que podía hablar de qué era renovar el espíritu de nuestra mente es precisamente un hombre que era altamente educado.  Un hombre que tenía capacidades intelectuales que fueron reconocidas.  Por ejemplo, cuando usted estudia la vida del apóstol Pablo, usted descubre que a los 13 años fue enviado a Palestina a aprender de uno de los mejores maestros de ese tiempo, que la Biblia hasta señala su nombre, usted lo conoce: Gamaliel, un erudito.

Como estudiante de Gamaliel, como discípulo de Gamaliel, él se convirtió en un perito en la historia judía.  Este hombre tenía un manejo impresionante de los salmos y los profetas, por eso es que en todas las epístolas paulinas, usted va a ver que él cita continuamente los profetas, los salmos y la Ley.  Porque parte de su preparación era precisamente no solo conocerlos, sino memorizarlos.

Por eso él decía que en cuanto a la Ley era irreprensible.   No solamente la sabía, sino que la había memorizado.  La formación que tuvo lo llevó a ser un erudito en las escrituras, y los historiadores dicen que pudo haber sido o haber aspirado a ser parte del Sanedrín, que es tipo de Corte Suprema donde 71 ancianos eran los que gobernaban la vida y la religión judía.

Por lo tanto, cuando Pablo dice que nosotros tenemos que renovar el espíritu de nuestro entendimiento, él no está hablando allí de un juego de palabras, sino que nos está dando una exhortación específica a que podamos pensar, que podamos desarrollar un nivel y capacidad de entendimiento superior al que podamos adquirir aquí en la tierra.

Por cuanto tenemos la mente de Cristo

En otras palabras Pablo está diciendo que tenemos que poder operar en inteligencia espiritual, y una forma de pensar que hace posible comprender lo que se nos ha concedido y que tiene la capacidad de experimentarlo.  En otras palabras: Por cuanto tenemos la mente de Cristo, nosotros ahora tenemos la capacidad no solamente de saberlo, sino de experimentarlo.  Podemos vivir en tiempo real lo que eso significa.

Y es esa manera de pensar, precisamente la que él considera en el capítulo 2 de la 1ª carta a los corintios, allí Pablo nos indica que él pudo haber operado en la sabiduría de su religión judía, que él pudo haber operado en la sabiduría del mundo, pero él mismo se auto limitó, él mismo se impuso, él mismo se creó las barreras para no cruzarlas, por eso en el verso 2 dice pues me propuse, no dice yo sentí, me propuse, es un acto de la voluntad, es una forma de decidir, es una manera de decir yo tengo suficiente dominio sobre la información que tengo, para poder llegar a la conclusión que teniendo otra información para debatir con ustedes, decido no hacerlo porque me voy a apoyar en la sabiduría que es de Dios.

Imagínese: Me propuse.  “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado

Pablo pudo haberles dicho, si es cuestión de ganar el debate, yo se los puedo ganar, si es cuestión de ver quien tiene la razón, yo tengo la razón, si es cuestión de Academia, estudios y experiencia, yo tengo también credenciales para enseñarles, pero en nada de eso me voy a apoyar, sino que me voy a apoyar en Jesucristo quien es la sabiduría de Dios.

Es como decir, yo puedo pero no quiero.  Es como cuando usted sabe que se puede vengar y decide no hacerlo, porque mi sabiduría no viene de este mundo, yo tengo otra fuente, yo tengo otras capacidades, yo tengo otra facultad, yo tengo un origen diferente, yo tengo la mente de Cristo.

Del verso 6 al 16 de ese capítulo, él procede a decirnos que los que tienen el Espíritu de Dios tienen acceso a un nivel de sabiduría que los príncipes de este mundo no lo conocen.  Pero también nos indica que esta sabiduría está disponible para un grupo de personas, para los que han alcanzado madurez.  En otras palabras, está disponible para todos pero la alcanzan los que han alcanzado madurez.

La receta está en Internet pero van a disfrutar de esa receta solo los que la hagan…

Está disponible para todos, para todos los que estamos en Cristo está disponible, quien lo use va a depender de lo que se propone.

Él dice que esta gente, que han alcanzado madurez acceden a la sabiduría de Dios.

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.  Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.  Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.  Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”

Es como decirle a ellos: estos filósofos griegos, ellos tratan de descubrir las cosas profundas del universo, pero yo no les estoy hablando del universo, yo les estoy hablando del que creó el universo.  LAS COSAS PROFUNDAS DE DIOS.

Note bien allí: Pablo les está diciendo ahí “la razón por la cual nos han dado el Espíritu de Dios es para que sepamos ¿sepamos qué? Si no había Biblia, si no había Instituto, no había grados académicos teológicos ¿qué teníamos que saber nosotros? Ahí lo dice “Lo que Dios nos ha concedido”

Quiere decir que si usted y yo, llegamos a comprender lo que Dios nos ha concedido, tenemos más sabiduría que los príncipes de este mundo.

Notó la diferencia, yo dije sabiduría de Dios.  No sabremos lo mismo, pero conocemos las cosas que pertenecen a Dios que son más poderosas que las cosas que conocen los hombres.

Allí se nos revela para que conozcamos.  ¿Y cómo es que lo llegamos a conocer?  Él lo dice: Porque tenemos la mente de Cristo.

Por eso que al leer estos textos, hay que leerlos en el contexto completo de la revelación paulina, porque luego en Romanos cap.12 verso 2 Pablo también nos dice que “no nos conformemos a este siglo, sino que seamos transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento, para que comprobéis”.

Entonces le añade otra cosa más, no solamente es que lo tenemos, no solamente hemos recibido la facultad, tenemos la capacidad, podemos decidir operar en ella, no solo eso, sino que cuando empezamos a renovar nuestro entendimiento, y aprendemos a discernir estas cosas en la y por la mente de Cristo vamos a tener una evidencia, y es que vamos a comprobar cuál es la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios.

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