Durmiendo con las cadenas

II. PUDIERA SER QUE ESTEMOS EN TOTAL ENCIERRO, PERO LA ORACIÓN ESTARÁ SIEMPRE LIBRE

1. La oración nos hace esperar (vers. 5)

Si hay algo que a Dios le agrada es ver a su iglesia rendida en oración. Nada desata más rápido Su poder que cuando sus hijos hacen “sin cesar oración a Dios por él”. La oración pone de manifiesto que si bien es cierto que hay crisis que parecen imposibles para los hombres, para Dios es asunto de tiempo en dar su respuesta.

Era imposible que Pedro se salvara de las manos sangrientas de Herodes, pero la iglesia hacía oración sin cesar a su Dios. Un total de dieciséis guardias custodiaban la cárcel. Dos les tenían atados a sus manos. Pedro estaba bajo seguridad extrema. Parecía que no había esperanza para él. El apóstol estaba en una crisis de muerte.

La sentencia estaba echada y era cuestión de horas para que se cumpliera el plazo de pasar a mejor vida, pero “la iglesia hacía oración sin cesar por él” (vers. 5). Amados, no hay crisis tan grande que no sea resuelta a través de la oración. Por lo tanto, cada dificultad en nuestras vidas es la oportunidad de Dios para dar respuesta oportuna a la oración que se hace persistentemente. Dios no olvida tu crisis.

2. La puerta que no estaba cerrada (vers. 5b)

En el versículo 5 podemos ver la frecuencia de la oración, mientras se espera la respuesta de Dios. De modo, pues, que Pedro está en la cárcel, y al parecer Dios no tiene ningún apuro en sacarlo. Pero aquella oración no era cualquiera. El sentido era “sin cesar”. El verbo ektenos está relacionado con ektenes, un término médico que describe el estiramiento de un músculo hasta su límite”. (MacArthur).

Es la oración que sigue el camino de la que hizo Jesús en el Getsemaní. Una de las grandes lecciones de la oración es la persistencia. Hay que recordar que las demoras de Dios no son negaciones. La oración debe tener fervor.

La oración es trabajo. En aquel tiempo, la iglesia se unió para orar. El diablo sí sabe lo que significa la oración de la iglesia. Alguien ha dicho que el diablo tiembla cuando ve al más débil santo de rodillas. No hay nada que pueda unir más a la iglesia que la oración.

Las veces que Dios visita a la iglesia cuando ella ora, son gloriosas y maravillosas. La iglesia tenía fe en la oración, pues la hacía a Dios. No estaban orando el uno para el otro. No estaban orando para impresionarse mutuamente. Cuando usted ora, ¿cuánta fe tiene en ello? La puerta de hierro solo puede ser abierta a través de la oración.

III. PUDIERA SER QUE HERODES PRETENDA DESTRUIRTE, PERO DIOS MANDA ÁNGELES PARA CUIDARTE

1. Durmiendo antes de morir (vers. 6)

A un soldado no se le permite dormir, pero el preso Pedro si podía dormía. Al día siguiente le van a cortar la cabeza y él está durmiendo. ¿Cómo estaría usted la noche anterior cuando sabe que al día siguiente le van a cortar la cabeza? Y Pedro dormía tan profundamente que el ángel tuvo que tocarle por un costado para que se levantara.

La paz de Dios permite dormir con toda tranquilidad en medio de la tormenta. Es descansar sabiendo que Dios tiene control de todas las cosas. ¿Cómo puede uno dormir en medio de la crisis? ¿Por qué lo hizo Pedro? Él no tenía temor de morir porque el Cristo resucitado estaba con él.

Fue cierto que cuando negó a Cristo tuvo temor de morir como lo hizo su Maestro, pero ahora, por cuanto sabe que su Señor vive, no tiene temor de morir. Cuando una crisis le roba la paz al creyente es porque no ha descubierto la “paz de Dios que sobre pasa todo entendimiento”. El creyente sabe que mientras más arrecie la tormenta en su vida, más cerca está su liberación.

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