Durmiendo con las cadenas

2. Un ángel en el calabozo (vers. 7)

Por más oscura que sea tu crisis, la luz del poder de Dios alumbrará toda tu vida con libertad. Ahora vea lo siguiente. Si el diablo tiene a un Herodes para para destruir tu vida, Dios tiene su ángel que vendrá a tu socorro cuando la tempestad se agigante. Dios no entra por las puertas humanas; él aparece en medio de la crisis. Nada hay imposible para Dios.

Algunas pruebas en la vida son como cárceles que tienen como propósito desalentarnos y ponernos en retirada con el Señor, pero la certeza de quién nos acompaña en tales pruebas, debiera llenarnos de paz.

Esa paz la experimentó Pedro en el calabozo, pues seguramente él conocía muy bien el texto que dice: “He aquí no se adormecerá el que guarda a Israel”. Y también el texto que dice: “Tu guardarás en completa paz a aquel cuyos pensamientos en ti perseveran, porque en ti ha confiado”. La paz de Dios es el soldado que custodia al corazón en su angustia y zozobra cuando una crisis se hace presente.

IV. PUDIERA SER QUE HAY UNA PUERTA CERRADA, PERO DIOS ES QUIEN TIENE LAS LLAVES

1. Hay un poder obrando detrás de la crisis

Los ángeles no necesitan llaves para entrar las “cárceles de la vida”. ¿Piense usted que Dios había perdido el control cuando Jacobo fue ejecutado o cuando Pedro fue puesto en la cárcel? (verss. 7-10). ¡No! Dios se toma su tiempo.

A lo mejor usted se está haciendo la pregunta, ¿dónde está Dios en esta crisis? Y mientras algunos piensan que él es débil y que no puede hacer nada, observe lo que sucedió desde el vers. 10. Un ángel sacó a Pedro fuera de la cárcel y le dijo: “Bien, Pedro, hasta luego”

¿Es Dios capaz o no para obrar en mi crisis? Tome en cuenta lo siguiente: la liberación de Pedro llegó al último instante. Dios no actúa bajo presión. Él no se desespera como mucho de nosotros. Esta historia se desarrolla sin ninguna prisa.

2. Mire lo que hizo el ángel cuando llegó

Le dijo a Pedro: “Levántate, levántate; vamos, levántate, ya no duermas más”. Y uno pudiera imaginarse al Pedro dormilón hasta preguntarle al ángel por la hora. La lección del ángel pidiendo a Pedro que se vistiera, era para afirmarle que iba a salir de esa crisis con toda dignidad. De esta manera, las puertas se abren de los que no han hecho nada malo. Los presos que se escapan de la prisión son los que han hecho lo malo. Pero los presos que son escoltados por un ángel son aquellos que aman y temen a Dios. Dios no te dejará en tu prisión. Él es tu Libertador.

CONCLUSIÓN:

¿Qué hacer en medio de la crisis? Bueno, hay que recordar que Dios tiene control de cada situación. Pero necesitamos seguir la presencia de Dios detrás de la crisis. El poder de la oración y el poder de la paz deben estar presentes.

Al final mire lo que pasó con Herodes (verss. 20-23). Detrás de cada crisis hay un poder silencioso que no se detiene. Ningún hijo de Dios se quedará encadenado y preso en sus pruebas. Dios abrirá las puertas a la libertad. “Si él os libertare, seréis verdaderamente libres”.

© Julio Ruiz, pastor. Todos los derechos reservados.
Iglesia Bautista Ambiente de Gracia
Fairfax, VA

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