“10 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. 11 Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.” ISAÍAS 43:10-11.
Dice el Señor Jesús en el verso 10, para que me conozcáis y CREÁIS, y entendáis que YO MISMO SOY.
Pero además algo transcendental que dice en el verso 11, FUERA DE MÍ NO HAY QUIEN SALVE.
Es claro que solo en Dios tenemos salvación, y esto nos lo dice su palabra; entonces el Señor Jesús está interesado en que conozcamos la verdad y lleguemos a conocerlo a él tal cual es, pero para ello debemos saber quién es este Señor.
“39 Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.” DEUTERONOMIO 4:39.
El Señor Jesús nos ama tanto, que nos ha dejado su palabra y hasta el día de hoy a sido claro con todos nosotros; que hay un solo Dios, que no ha habido otro dios ni lo habrá, que lo único que él no conoce es otro dios.
Algo que debemos aprender en el Señor Jesús y es algo que ya debe arraigarse a nuestro ser, no tenemos por qué sentirme ofendido, si al Señor Jesús lo escupieron, lo abofetearon y aun así enmudeció, porqué habríamos de sentirnos avergonzados u ofendidos por haber conocido la verdad.
Al contrario, debemos orar por quienes no han conocido la verdad del Señor Jesús y amarlos, así como lo hizo con nosotros, y que a ellos también les sea revelado esta gran verdad, que Dios fue manifestado en carne, que él es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, que no hay otro dios ni lo habrá, y que en ningún otro hay salvación sino en él.
Leíamos en Isaías 43:11, fuera de mi no hay quien salve dice Jehová; y ahora este mismo Dios nos lo vuelve a recordar que fuera de él no hay salvación:
LUCAS 19:9-10: Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
HECHOS 4:12: Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Entonces usted dirá, ¿cómo así Jehová salva y Jesús también salva?
Pues le quiero decir en el nombre del Señor Jesús este gran misterio que nos fue revelado, que Jehová es Dios, eso es claro y ahora que Jesús es Dios.
Porque he aquí yo mismo que hablo estaré presente… Isaías 52: 6-8, pero recordemos lo que ya hemos leído, Dios es espíritu, en su esencia no podría mostrarse así a nosotros, por eso realizó el acto más maravillo, tomó la decisión de humanarse y venir aquí a la tierra y darnos un nombre que es sobre todo nombre en el cual podemos ser salvos, Jesús.
Los demonios saben que hay un solo Dios.
“19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.” SANTIAGO 2:19.
