El ruego del amor

Julio Ruiz

Updated on:

El ruego del amor

El ruego del amor

0
(0)

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Prédica de Hoy: El ruego del amor

Predica Cristiana Texto Bíblico: Colosenses 4:9; Filemón

INTRODUCCIÓN:

Una de las tareas que se le encomendó a Tíquico fue el de llevar de regreso a Onésimo a Filemón, el esclavo que había huido de su casa, pero que ahora viene como un nuevo hombre (Colosenses 4:9). Tan nuevo es que Pablo lo llama “amado y fiel hermano”.

Así que la tarea de Tíquico no era fácil, pero la intercesión que hace Pablo por él delante de Filemón es magistral, de allí que escribió la única carta personal que existe en toda la Biblia, que tiene que ver con la historia de un fugitivo que es traído otra vez a casa, pero como un hombre totalmente transformado.

Esta es la historia de un hombre que cometió un error, pero que fue por eso por lo que llegó a conocer a Cristo. Cuando alguien toca fondo en su vida queda en capacidad de encontrar el camino de regreso a casa. La historia de Onésimo es tan parecida a la del hijo pródigo.

Teniendo todo en la casa de Filemón, tomó la decisión de salir de allí, y huir hasta llegar a Roma. Algunos piensan que su salida fue porque le robó a su amo.

Por otro lado, no sabemos que hizo, y cómo vivió Onésimo en Roma, y porqué fue a parar a la cárcel donde conoció a Pablo y en consecuencia su salvación. La historia de este hombre y su relación con Filemón es digna de ser comentada.

Pablo va a decir que ciertamente Onésimo fue inútil para su amo, pero ahora, después de su conversión, fue útil para Pablo y lo seguirá siendo para quien fue amo. Salió de Colosas como un fugitivo, pero ahora regresa como un convertido.

Las heridas del corazón son sanadas para llegar a ser mejores personas. Un esclavo libre en el Señor. Este es el mensaje de esta corta carta, teniendo a Onésimo como protagonista. Hay un ruego de amor acá, veamos de qué se trata.

I. HAY AQUÍ UN ACTO DE LA ELECCIÓN DIVINA

1. Onésimo era un esclavo (Filemón 16)

Lo que sabemos de los esclavos es que eran ignorantes, incultos y rebajados a niveles degradantes. Por su condición sin protección, estaban sumidos en una total barbarie de parte de sus amos. Todos ellos eran productos de los mercados.

Alguien iba aun mercado de frutas o de carnes y además de comprar estos productos, también podía comprar y traer a un esclavo para su casa. Eran una cosa, un objeto; sin derechos y sin la más mínima consideración para sus vidas. No sabemos si esto fue lo que hizo Filemón, pero Onésimo fue su esclavo. Él no poseía méritos para ser algún candidato de la gracia divina.

Varias preguntas pudiéramos hacernos al pensar porqué Dios lo escogió para salvación. Había muchos hombres libres ¿Por qué Dios eligió a un esclavo? Había hombres fieles ¿Por qué Dios tuvo escoger a alguien que había hecho mal a su amo?

Había hombres cultos y letrados ¿Por qué Dios tuvo que mirar a un bárbaro? ¿Por qué escoger a un hombre degrado por la sociedad para que fuera parte del infinito y trascendente amor de Dios? Bueno, esto es lo que nos sorprende de nuestro Dios.

2. Un esclavo convertido (verss. 10-16)

Desconocemos cómo llegó Onésimo a la cárcel donde estaba Pablo. Bien se pudiera especular que, al estar en Roma como fugitivo y al pasar hambre y necesidad dada su condición de esclavo que nadie le daría trabajo, a lo mejor se vio en la necesidad de volver a robar y fue puesto en la cárcel donde justamente estaba Pablo.

Bueno, como haya sido, Onésimo fue puesto delante de Pablo y al que seguramente había oído otra vez, ahora oye al anciano apóstol hablar acerca de la necesidad del arrepentimiento, siendo alcanzado por la gracia de Dios. Onésimo fue contristado por el Espíritu y se dio cuenta de lo que había hecho con su amo y se arrepiente de corazón.

Mis amados, cuando estamos confrontados con nuestros pecados debe haber arrepentimiento y conversión a Dios. En el caso de Onésimo, su conversión fue tal que si bien es cierto que en algún momento había perdido la razón misma de su nombre que significa “útil”, y por un tiempo había perdido la distinción de ese nombre, siendo inútil, ahora ha llegado ser tan especial que Pablo lo llama “amado y fiel hermano”. La vuelta de regreso a su amo era una señal clara de su conversión. La gracia hace la diferencia.

3. De inútil a útil (vers. 11)

A Onésimo había que cambiarlo, no reformarlo. Bien pudo este hombre ser referido a algún centro de rehabilitación para las personas que padecían del mal de la cleptomanía. Pero esto no sucedió con Onésimo. A él se le dio un nuevo corazón. Su transformación fue evidente.

Los cambios que Pablo vio en este hombre lo llevaron a decir cosas que no dejaban dudas de su transformación. Lo primero que hace es reconocer que Onésimo es una nueva criatura porque fue engendrado en la cárcel. Si bien es cierto que tuvo un pasado triste, ahora Pablo dice que Onésimo se ha convertido en su gran colaborador (vers. 13).

El ministerio de Pablo era muy grande y demandaba de hombres de mucha confianza. El esclavo Onésimo, pero ahora libre, forma parte de su equipo. Así que la transformación fue tal que Pablo deseaba dejarlo, pero al final lo envía Filemón a través de Tíquico, junto con las cartas de Colosenses, Efesios y Filemón.

Observe que por ser un “esclavo libre” fue enviado de esta manera, llevando consigo esta responsabilidad. Llevaba el testimonio de su propia conversión. Algo así como el acta que lo acredita como una nueva criatura. Una tradición dice que llegó a ser pastor en Éfeso (110 d. C).

II. HAY AQUÍ UN CAMBIO DE DIRECCIÓN EN LA VIDA

1. Cuando una acción mala te lleva a algo bueno (vers. 15)

Por supuesto que Pablo no está aprobando lo que hizo mal. Onésimo cometió un delito y eso lo ha enfrentado. El pecado es pecado y hay que enfrentarlo por su nombre. Hay ejemplos de la misma historia bíblica que nos hacen ver este punto que estoy trayendo.

José fue vendido a Egipto y fue usado como instrumento para preservar la casa de su padre de la hambruna que vendría, pero eso no exculpa a sus hermanos de lo que hicieron. Ellos cometieron un gran pecado que reconocieron cuando José se dio a conocer ante ellos.

Los resultados de una acción no justifican el haberse cometido, sobre todo si esto fue malo y premeditado. Dios puede contrarrestar el pecado para lograr sus fines, pero el pecado seguirá siendo pecado y la falta seguirá siendo una falta.

No debemos suavizar el pecado. Solo Dios puede trabajar para que una acción mala que hemos cometido traiga algo bueno a la vida. Cuando aprendemos la lección de haber hecho algo indebido, nos arrepentimos de corazón; lo que Dios desea después de eso, es sacar lo mejor que hay en nosotros con el propósito que seamos mejores personas, así como lo fue Onésimo después de su transformación.

2. De esclavo a hermano amado (vers. 16)

Por lo que entendemos de toda esta historia, Onésimo había escuchado de su amo hablar de Cristo. Qué pasó que no fue convertido en la iglesia que funcionaba en la casa de Filemón, no lo sabemos. Pero el hombre que podía darle un mensaje de salvación a este esclavo fugitivo era Pablo.

Como Pablo no pudo ir donde estaba Onésimo, el Señor se lo envió para que le expusiera la palabra de vida. Es aquí donde vemos las veces que el diablo es usado para la obra del Señor; sí, así como lo oye. ¿Qué fue lo que pasó? Pues que el diablo incitó a Onésimo que le faltara a su amo y tuvo que huir a Roma, pero fue estando allí donde conoció a Pablo y con ello su conversión.

El trabajo de Dios no se detiene. Ahora tenemos a un hombre convertido que pasará de ser un esclavo sin posibilidades de cambiar su condición, a un hermano amado en la fe del Señor. Hablemos de esto a alguna condición que alguien está viviendo ahora.

¿Tienes algún hijo que ha quebrantado las reglas del hogar? ¿Es alguien que le ha dado rienda suelta a los desvaríos de su corazón? Esto es algo triste y golpea mucho el corazón de los padres, pero no te desanimes ni te desesperes. Tú no puedes hacer otra cosa, pero el Espíritu de Dios sí puede. Al final, los brazos de la gracia los alcanzarán y serán transformados para siempre.

III. HAY AQUÍ EL COMIENZO DE MEJORES RELACIONES

1. “Pero cuánto más para ti…en el Señor” (vers. 16)

A todos nos toma tiempo aprender las lecciones de la vida. Este fue el caso de Filemón. Lo que pasó entre él y su esclavo quebrantaron las relaciones, pero ahora la obra nueva que hace Cristo tiene el propósito de restaurarlas. Observemos que, si bien es cierto que Pablo envía de regreso este esclavo a su amo, su posición era distinta.

Ciertamente con esto no se estaba aboliendo la esclavitud, cosa que nos deja muchas preguntas, pero el trato del que Filemón le iba a dispensar a Onésimo tenía que ser diferente. El ruego de amor de Pablo incluía un cambio en la manera de tratar a Onésimo que ahora es un hermano en la fe.

El asunto es que cuando Cristo llega a la vida debe haber un cambio en las relaciones. Ciertamente Onésimo había cambiado, pero Filemón debería hacer lo mismo como amo. Bien podía Filemón argumentar que no iba a recibir a quien tanto daño le hizo después de haberle robado.

Pero el creyente no actúa de esa manera. Él no solo transita el camino del perdón, sino también del olvido. Así como Cristo nos perdonó, nosotros también hacemos lo mismo. Para Pablo, Onésimo no era un esclavo, por lo tanto, para Filemón debería ser aun mayor (vers. 21).

2. “Recíbele como a mi mismo…” (vers. 12)

Pablo usó una la psicología pastoral con Filemón de una manera admirable para tratar una relación quebrada. Al principio la usó destacando las cualidades de este discípulo, tanto que elogia sus virtudes y hasta habla de la bendición que él había sido para otros, cuando dice: “Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos” (vers. 7).

Y ahora la usa en relación con Onésimo. Pablo le dice a Filemón que ahora recibiera a Onésimo como si fuera él mismo. ¿Sabe usted lo que estaba pidiendo Pablo en este ruego del amor? Además de esto, Pablo apela a la utilidad de Onésimo para su ministerio (vers. 13).

En este ruego de amor, Pablo de igual manera le toca otra fibra sensitiva a Filemón, hablando que el favor de recibirle no sea por necesidad, “sino voluntariamente” (vers. 14). Y, por si fuera poco, observe lo que dice en el versículo 17… “si me tienes por compañero, recíbele…”. Nada se ha escribo mejor que esto para arreglar las relaciones quebrantadas. No hay razones para mantener esclavo al que ha quedado libre.

IV. HAY AQUÍ UN MEDIADOR QUE PAGA LA CUENTA

Pablo, al final de su más breve carta, nos deja a todos sorprendidos cuando aborda este tema de su “ruego por amor”. Su determinación en que Filemón reciba y trate bien a Onésimo lo lleva a la decisión de pagar la deuda en las que había incurrido Onésimo por la falta cometida (vers. 18-19).

La restitución es el camino para que haya una mejor relación con Dios y con los hombres. Pablo no podía terminar mejor esta breve carta. Primero apeló al reconocimiento del carácter de Filemón, diciendo que era un hombre con un gran amor y una genuina fe.

De esta manera lo prepara para que reciba a Onésimo, y ahora, en esta parte final asume el papel de un “Buen Samaritano” al ofrecer pagar la factura de la deuda. Y es aquí donde nos encontramos con un “mediador que paga la deuda”. La palabra “ponlo” equivale a “imputar”; y en esto vemos a un Pablo asumiendo el mismo espíritu que Cristo tomó hacia los pecadores (Colosenses 2:14).

Como lo expresó Martin Lutero: “Todos nosotros somos los Onésimo de Dios. Somos esclavos, que nada merecemos. Todos hemos hecho cosas que están mal y nos hallamos ante la presencia de Dios, que es justo y santo, a pesar de lo cual el Señor Jesús dice: “Si en algo te hizo daño, o te debe, pongo a mi cuenta, yo lo pagaré”, y es lo mismo que dice Pablo en este caso.

CONCLUSIÓN:

Pablo nos ha presentado su “Ruego del Amor” en esta carta privada. Nos ha hablado de la gracia del cielo vista en la forma cómo Dios actúa en un esclavo insignificante. Lo hace en el cambio que le dio a la dirección de su vida, en cómo mejoraron las relaciones rotas, y, sobre todo, en la manera cómo se hizo eco de un hombre que era igual que otro producto, después que conoció al salvador.

En su ruego a Filemón le dice que reciba a Onésimo, ya no como a un esclavo, sino como un hermano en Cristo. Así resumió alguien el mensaje completo de esta breve, pero significativa carta: “[La Epístola a Filemón] nos permite ver la cordialidad de las relaciones humanas que [Pablo] sostiene con un amigo; el tacto y la finura psicológica con que lo lleva a acceder a una súplica; el fino humor con que le propone renunciar a un legítimo derecho y la delicadeza con que le sugiere hacer lo que él no se atreve a pedirle”. Onésimo significa “Muy útil” o “Provechoso”. Él huyó siendo “inútil”, ahora regresa siendo Onésimo, “provecho”.

© Julio Ruiz. Todos los derechosreservados.
Iglesia Bautista
Ambiente de Gracia
Fairfax, VA.

Central de Sermones .. Predicas Cristianas

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

1 comentario en «El ruego del amor»

  1. Excelente reflexión me llevó a las sagradas escrituras recordando esta carta a Filemón. Por otra parte en la biblia reina Valera 1960 tenemos Filemón 1 hasta el 25 y en la Nueva versión internacional también y aquí nos dice versículo 26…

    Responder

Deja un comentario